Igea defiende que Ciudadanos le haga una oferta al PSOE para la investidura
El líder del Ciudadanos en Castilla y León asegura que en su partido "la crítica es posible sin temor a nada”
El líder de Ciudadanos en Castilla y León, Francisco Igea, que este lunes fue uno de los cuatro dirigentes del partido que votaron a favor de negociar con Pedro Sánchez, no seguirá los pasos de Toni Roldán. Igea ha convocado a la prensa para reafirmar su compromiso con Ciudadanos, del que no se marcha —aunque comparte "gran parte" del análisis del portavoz económico que ayer dimitió—, y para avanzar que pretende seguir fomentando el debate interno. Igea ha reiterado su apuesta por un pacto entre su partido y el PSOE para dar "estabilidad" al país, y es más, propone que sea Ciudadanos quien se mueva y haga una oferta programática a los socialistas.
La portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas, ha desechado de nuevo este martes atender a esa propuesta de algunos dirigentes de su formación de abrirse a negociar con el PSOE. "No vamos a cambiar como ellos sí lo han hecho", ha subrayado Arrimadas a la votación de cuatro miembros de la ejecutiva que el lunes mostraron esa disposición en contra de otra votación anterior que se había saldado por unanimidad contra esa hipótesis. Arrimadas sostuvo que le parece "respetable" la idea de Igea y otros pero se reafirmó en la mayoría de la ejecutiva. Y justificó que no se pueda reeditar el pacto del abrazo entre Albert Rivera y Pedro Sánchez, que suscribieron hace dos años con 150 puntos para gobernar juntos, en lo que definió como el actual "sanchismo". Es decir, la situación en Navarra, donde el PSN podría gobernar gracias a la abstención de nacionalistas o en que el expresidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, se haya mostrado a favor de un posible indulto futuro sobre los procesados independentistas catalanes juzgados por el Tribunal Supremo.
"No abandonaré mi partido porque creo que es el instrumento político más eficaz. Y por días como ayer. Ayer demostramos que este es un partido en que la crítica es posible", ha explicado Igea, que avisa, como Luis Garicano —jefe de la delegación en Europa de Cs, que lo dice este martes en EL PAÍS— que va a seguir batallando desde dentro por cambiar el rumbo del partido. "Tengo la intención de contribuir dentro de la lealtad a mi partido a ese debate. Lealtad no es sumisión, no es unanimidad", ha manifestado. "La ausencia de autocrítica en los partidos convierte a los partidos en nacionalistas, en nacionalistas de partido".
En línea con las palabras de ayer de Toni Roldán, Igea considera que "la labor de Ciudadanos no es meterse en la trinchera, no es estar en un bando". Su propuesta, por tanto, es abrir una vía de diálogo con el PSOE, a partir de una oferta programática concreta sobre políticas públicas que le formulara Ciudadanos. "Y sobre esa oferta ver si el PSOE es capaz de contestar". "Abramos una vía para que el país no dependa de quienes quieren destruirlo", ha defendido el líder de Ciudadanos en Castilla y León, en referencia a que la investidura de Pedro Sánchez no dependa de los partidos independentistas catalanes.
La dirección de Ciudadanos insiste sin embargo en la estrategia que el lunes ratificó la ejecutiva. El secretario general del partido, José Manuel Villegas, ha asegurado que Cs seguirá negándose a facilitar la investidura de Sánchez porque así se ha decidido en los órganos y lo han refrendado sus votantes. "Los que pierden tienen dos posturas: asumir la votación como propia, porque es la postura que se decide por mayoría, o dar un paso a un lado. Lo que no vale es no asumir las decisiones democráticas de los órganos del partido", ha declarado.
Después de meses de tensiones soterradas, la cúpula de Ciudadanos se fracturó este lunes por la negativa de Albert Rivera a pactar con el PSOE. El no a Pedro Sánchez, consecuencia de la estrategia de derechización emprendida por Rivera, terminó por resquebrajar el núcleo duro del partido con una cascada de dimisiones. Toni Roldán, portavoz económico, Javier Nart, eurodiputado, y Juan Vázquez, líder en Asturias, anunciaron su marcha. Los críticos forzaron una nueva votación para reconsiderar el veto al PSOE, que perdieron por abrumadora mayoría.
La ejecutiva de este lunes de Ciudadanos fue una de las más tensas que se recuerdan en el partido. Rivera acumula tres semanas de continuos reveses. A la crisis abierta tras la ruptura con Manuel Valls, el choque con Emmanuel Macron por los pactos indirectos con Vox y las discrepancias internas sumó ayer las primeras dimisiones.
El ala más progresista del partido, que siempre fue minoritaria, llevaba meses —desde el pacto en Andalucía con el PP, que depende de Vox— discutiendo internamente el giro a la derecha emprendido por Rivera tras la moción de censura. De esa derechización deriva el férreo veto al PSOE, al que también se oponen los críticos. En su contundente discurso, Roldán argumentó que el giro a la derecha de Cs “desvirtúa” sus tres banderas originarias: el reformismo, la regeneración y la batalla contra el nacionalismo.
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