El Gobierno, sobre el Valle de los Caídos: “Vamos a procurar que sea un espacio que no ofenda a nadie”
El Ejecutivo no tiene intenciones de abrir un expediente a la familia del dictador por gritar "viva Franco" o grabar la misa en Mingorrubio
El Gobierno ha asegurado este viernes que, tras la exhumación de Franco, "queda mucho por hacer" y que el "objetivo en el Valle y en las cunetas es la reparación y la justicia", pero ha reivindicado la operación del jueves como "una gran victoria de la democracia". El presidente en funciones, Pedro Sánchez, ha encabezado este viernes el primer Consejo de Ministros tras la exhumación e reinhumación de los restos del dictador. "Ahora toca pensar en lo siguiente, pensar en que vamos a procurar que el Valle de los Caídos sea un espacio que ayude a la memoria de las víctimas y que no ofenda a nadie", ha señalado la ministra portavoz, Isabel Celaá, durante la conferencia de prensa.
En una entrevista en La Sexta, Sánchez ha también ha reivindicado la exhumación de los restos del dictador y ha rechazado las críticas de que se convirtió en una exaltación franquista. “Ayer se vio a una familia recoger los restos de su abuelo en medio del silencio. Se hizo con respeto, pero el respeto no es homenajear. Es la prueba del algodón de la superioridad moral de la democracia”, ha insistido el presidente, que ha recordado que el dictador fue enterrado en 1975 con honores de Estado y miles de personas en el Valle de los Caídos y fue exhumado con la presencia de 22 familiares y tres representantes del Gobierno que se mantuvieron en un segundo plano solo para dar fe y controlar el operativo, algo que demuestran las comparaciones de fotos entre el aspecto del Valle en 1975 y en 2019.
El Gobierno ha terminado esta semana con la tensión y las batallas judiciales que ha tenido con la familia del dictador durante más de un año y que se mantuvieron el jueves, durante el traslado de los restos de Franco hasta el cementerio de Mingorrubio. Celaá ha asegurado que en la reunión de este viernes no se han tratado el "viva Franco" que la familia dedicó al dictador cuando salían del Valle de los Caídos, por lo que no ha precisado si se plantean abrir un expediente a los familiares por no sujetarse a las instrucciones que pactaron con el Ejecutivo, aunque de sus palabras se deduce que no está encima de la mesa. El Gobierno está muy satisfecho con como salieron las cosas y cree que no lleva a ningún lado incidir en los aspavientos de la familia Franco.
Tampoco está previsto abrirles un expediente por haber grabado con móviles la misa previa a la inhumación de los restos del dictador, algo que estaba expresamente prohibido y que generó incluso un forcejeo con la policía cuando quiso requisar algunos aparatos. Las imágenes que se han visto de ese forcejeo no inquietan al Gobierno. Al contrario, que se escuche a la familia Franco gritando "esto es un dictadura" suena tan sarcástico que el Ejecutivo no parece nada preocupado por la filtración.
En el Valle de los Caídos, el operativo estuvo totalmente controlado por el Gobierno, mientras que el entierro en El Pardo tuvo un carácter más privado. "Las vivas de alguna gente están ahí y no vamos a entrar en ellas", ha señalado Celaá, que ha incidido en el hecho de que todo se hizo con "respeto a la privacidad de la familia y a los ciudadanos del país", que pudieron ser testigos de la salida de Franco del Valle a través de la retransmisión de televisión. "Lo esencial", ha añadido, es que los actos de exhumación e inhumación se efectuaron "en tiempo, forma y con toda la dignidad democrática propia" de un país como España y "con respeto a la dignidad de la familia".
Celáa, preocupada por las sucesivas llamadas de atención de la Junta Electoral Central, no quiso responder desde esa rueda de prensa a las críticas de varios partidos, incluido el PNV, porque consideran que el acto se convirtió en una exaltación del franquismo. Pero sin entrar al choque directo sí expresó la posición del Ejecutivo, que está convencido de se hizo todo de la mejor manera posible. "Ha sido una gran victoria para la democracia. Desde hoy el Valle de los Caídos, que volverá a abrir la próxima semana, significa otra cosa. Y será un lugar para honrar a las víctimas".
La penúltima polémica entre la familia Franco y el Gobierno se produjo por la voluntad de los nietos de dictador de que el ataúd pudiera tener encima una bandera de España, algo que finalmente no ocurrió, a pesar de que Francis Franco, el mayor de los nietos, se resistió a renunciar a la bandera preconstitucional con la que pretendía cubrir el féretro, aunque las autoridades terminaron quitándosela.
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