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La renuncia al acta o una Cámara con cuatro votos menos

La suspensión de los líderes del ‘procés’ abre la posibilidad de una investidura más fácil para Sánchez

Los 12 líderes independentistas acusados en el banquillo del Tribunal Supremo, el primer día del juicio del procés.
Los 12 líderes independentistas acusados en el banquillo del Tribunal Supremo, el primer día del juicio del procés. Emilio Naranjo (EFE)

La sesión de investidura del próximo presidente del Gobierno no está ni convocada, pero el futuro de los cuatro diputados electos separatistas independentistas presos introduce nuevas hipótesis de trabajo. Si esos parlamentarios de ERC y Junts per Catalunya no renuncian a sus actas, tras tomar posesión el día 21, y el Tribunal Supremo les suspende por por estar presos, la mayoría para superar la investidura se fijaría en 174 votos y no en 176. Y a Pedro Sánchez no le haría falta el apoyo de las formaciones separatistas.

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Pedro Sánchez no cuenta aún con esa opción como primera alternativa para salir elegido presidente en la próxima sesión de investidura, según fuentes de la dirección del PSOE, pero tampoco la descarta. En el PSOE crenn que el candidato socialista a la Presidencia no tendrá la mayoría absoluta (176 escaños) en la primera votación y que en la segunda sí sumará más votos afirmativos que negativos. La decisión del Tribunal Supremo de permitir que cuatro independentistas ahora presos por el juicio del procés acudan el martes a la constitución de las Cortes y tomen posesión de su acta introduce otras variables, por ahora en manos de los propios diputados electos y del Supremo.

Fuentes del tribunal señalan que la suspensión de las funciones derivada de la aplicación del artículo 21.2 del Reglamento del Congreso no supone la pérdida de la condición de diputado sino las suspensión de “los derechos y deberes parlamentarios”. Es decir, no pueden votar, acudir a los plenos o formar parte de comisiones, pero mantienen el acta, a no ser que renuncien voluntariamente a ella y sean sustituidos por el siguiente aspirante en sus respectivas listas. Algo que sí es habitual en todos los partidos.

En cualquier caso, el Congreso seguirá teniendo 350 diputados y la mayoría absoluta no varía de 176, según confirman fuentes de la cámara y del Supremo. Pero si los presos no entregan el acta el efecto de su más que posible suspensión por el Supremo sí se notará en las votaciones: ERC perderá un voto y Junts per Catalunya, tres.

El máximo de votos computables sería entonces de 346 en vez de 350 y bastarían 174 para asegurarse la victoria. La suma del PSOE (123) más Unidas Podemos (42), Compromís (1), PNV (6), Coalición Canaria (2) y Partido Regionalista de Cantabria (1) llegaría a 175 escaños.

Una situación parecida se vivió hace un año en el Parlament catalán después de que el Supremo suspendiera a Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y otros cuatro parlamentarios procesados por rebelión (Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sànchez). El magistrado Pablo Llarena dejó en manos de la Cámara cómo hacer efectiva la medida, pero sugirió una fórmula para evitar que los afectados tuvieran que renunciar a su escaño para no perjudicar a sus grupos.

Llarena propuso que otros diputados ocuparan temporalmente el puesto de los suspendidos, pero los grupos independentistas rechazaron este mecanismo y el debate condujo a una crisis entre los dos socios en el Govern que dejó sin actividad el Parlament varias semanas. Finalmente, la Cámara aprobó un mecanismo alternativo por el que los parlamentarios mantienen su acta pero designan su voto en otro diputado de su grupo. Los independentistas han perdido la mayoría al pasar de 70 diputados a 65.

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