Del éxito sin precedentes en Galicia a la subida por debajo de lo esperado del PSOE en Andalucía

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El PSOE ha experimentado una subida de algo más de dos millones de votos respecto a 2016, alcanzando los 7.480.755 y 123 escaños. Son 39 más que los 84 que firmó en las anteriores generales en su peor resultado electoral. El ascenso de los socialistas ha sido generalizado gracias a la alta participación, por encima del 73%, lo que le ha permitido volver a ser el partido más votado en autonomías como Madrid, la Comunidad Valenciana, Murcia y la ciudad de Ceuta, donde no era primera fuerza desde los años ochenta.

La mayor proeza fue, sin duda, la victoria en Galicia por primera vez desde la restauración de la democracia. Las expectativas estuvieron, en cambio, por debajo de lo esperado en Andalucía. El PSOE fue el más votado en todas las comunidades salvo en Cataluña (ERC), País Vasco (PNV), Navarra (Navarra Suma) y Ceuta (PP). El partido de Pablo Casado ha sido primera fuerza en dos provincias gallegas (Lugo y Ourense) y de Castilla y León (Salamanca y Ávila). El PNV lo fue en las tres circunscripciones de Euskadi mientras que Esquerra se impuso en Girona, Lleida y Tarragona. 

Cataluña (+5). No fue la fuerza más votada por apenas 50.000 votos, pero las 400.000 papeletas más (958.343; 23,21%) que en 2016 le han servido para dispararse de cinco a nueve diputados por Barcelona y recuperar la representación en Lleida que perdió en las anteriores generales. Fue precisamente en último de los cuatro que reparte la circunscripción.

Galicia (+4). Sonaban a bravatas pero iban muy en serio. La conjura de Pedro Sánchez, Abel Caballero, alcalde de Vigo y presidente de la Federación Española de Municipios, y Gonzalo Caballero, líder territorial de los socialistas, en el mitin de campaña en la ciudad costera se cumplió y el PSOE fue, esta vez sí y tras la celebración de 14 elecciones generales, la formación más votada en una comunidad tradicionalmente dominada por el PP. "Se abre un nuevo ciclo en Galicia en el que el PP ha dejado de ser la primera fuerza", celebró el secretario general del PSdeG el salto de seis a diez parlamentarios. Los 524.844 votos (32,13%) son 176.000 más que en 2016. Los cuatro escaños nuevos se reparten proporcionalmente en cada una de las provincias gallegas.  

Madrid (+4). El incremento en esta comunidad disparó a los socialistas a ser la fuerza más votada, hito que no conseguían desde 1986. En 2016 obtuvieron 678.340 votos (19,57%) por los 1.024.453 (27,28%) del 28 de abril, lo que les ha permitido subir de siete a 11 diputados. Entre los motivos del salto de calidad está la pacificación de la siempre convulsa federación madrileña lograda por su secretario general, José Manuel Franco. De la confianza de Pedro Sánchez, se estrenará como diputado en el Parlamento.

Comunidad Valenciana (+4). De nuevo primera fuerza como en 1986, ha sido el territorio más visitado por Pedro Sánchez en la campaña, albergando el acto central en Alicante y el cierre en Valencia. El presidente autonómico hizo coincidir sus elecciones con la del secretario general del PSOE y el partido se volcó. El resultado han sido 110.000 votos más -393.213 (27,10%)- que se traducen en dos escaños más que en 2016 por Alicante y uno por Castellón y Valencia. 

Andalucía (+4). Los partidarios y detractores de Susana Díaz se reprochan mutuamente haber realizado una campaña plana en la que no se habrían implicado lo suficiente. Con muchos alcaldes de perfil según fuentes de la dirección regional, más pendientes de sus elecciones del 26 de mayo, la subida de los 20  escaños de 2016 a los 24 escaños del 28-A se antoja corta en la ejecutiva federal del PSOE. Los socialistas recibieron 1.563.828 votos (34,23%) frente a los 1.009.243 de las elecciones andaluzas del pasado diciembre en las que Susana Díaz perdió la Junta de Andalucía, dando fin a 36 años de gobiernos socialistas ininterrumpidos. Los 555.000 votos de diferencia han permitido que se pase de cuatro a cinco escaños en Sevilla y de tres a cuatro en Málaga. En Granada y Jaén se sube de dos a tres mientras en Cádiz se mantienen los tres diputados y los dos por Almería, Córdoba y Huelva. Aunque los 24 escaños mejoran los resultados de las generales de 2015 y 2016, se quedan por debajo de los 25 conseguidos en 2011.

Castilla y León (+3). Esta comunidad ha sido una de las más visitadas por Pedro Sánchez durante la larguísima precampaña electoral. Gobernada de manera ininterrumpida por el PP desde 1987, los socialistas vuelven a ser la primera fuerza, marca que no se producía desde 1986. Los tres escaños de más respecto a 2016 se obtienen en Burgos, Valladolid y León.

Castilla-La Mancha (+2). La mejora de siete a nueve escaños ha sido posible tras recibir 80.000 votos más (383.534) que en 2016, equivalentes al 32,37%, diez puntos más que el PP. El PSOE se lleva el resto por Albacete por menos de 3.500 votos sobre Vox y en Cuenca por un margen de 4.556. Los socialistas no eran la fuerza más votada en la comunidad desde 1993.

Canarias (+2). La candidatura de Pedro Sánchez sube de dos a cuatro escaños -uno más en cada provincia del archipiélago- y lo hace con una mejora de 75.000 votos (27,85%). El PSOE no era el más votado en las islas desde la última victoria en unas generales (2008).

Murcia (+1). Desde 1989 el PSOE no era la fuerza más votada en esta región, considerada un caladero tradicional de votos del PP. Lo consiguieron con 189.893 votos (24,75%), diez mil más que el partido de Pablo Casado. La última vez que los socialistas sumaron tres escaños fue en 2008 con José Luis Rodríguez Zapatero de candidato.

Asturias (+1). La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, ha encabezado la campaña de los socialistas en el Principado, donde no obtenían tres diputados desde 2011 y no eran la primera fuerza desde tres años antes.

Baleares (+1). Los socialistas han sido recompensados con tres escaños, uno más que en 2016, después de sumar más de 40.000 papeletas en las urnas (136.358) y el de 26,34% de votos respecto a las anteriores elecciones generales. Francina Armengol fue, de los presidentes autonómicos del PSOE, la única que apoyó a Pedro Sánchez en las primarias.

Extremadura (+1). Primera fuerza con 249.555 votos (38,08%), el escaño extra respecto a las anteriores generales se recibe en Badajoz, donde los socialistas pasan de dos a tres asientos en la Cámara Baja y han estado a punto de doblar en votos al PP.

Aragón (+1). El PSOE pasa de cuatro a cinco diputados tras lograr por solo 77 votos de diferencia el último que estaba en juego en Zaragoza. Pedro Sánchez hizo precampaña en la comunidad gobernada por Javier Lambán pero no la recorrió durante las dos semanas de campaña previas al 28-A. Los socialistas reciben 64.000 votos más que en 2016, hasta los 239.371 (31,73%). 

Navarra (+1). La mejora sustancial de votos permite lograr el resto por 408 votos sobre Bildu. De los 58.173 apoyos de 2016 los socialistas han obtenido en esta ocasión 94.094 (25,75%). La anterior ocasión en que el PSOE tuvo dos diputados por la comunidad foral fue en 2008.

País Vasco (+1). Segunda fuerza con 252.760 votos (19,89%) tras el PNV, 90.000 más que en las generales de 2016. La mejora de tres a cuatro diputados se consigue en Bizkaia, donde se pasa de uno a dos escaños.

Cantabria (+1). Los socialistas logran dos diputados con 11.000 votos más que en 2016 y el 25,19% de apoyos. La última vez que el PSOE había conseguido una pareja de escaños fue en 2008. Y no era el más votado desde 1993.

La Rioja (+1). El último escaño en liza es para los socialistas, que no sumaban dos diputados desde 2008. Para la última victoria en unas generales hay que remontarse hasta 1986.

Ceuta (+1). El PSOE ha tenido que esperar 30 años para volver a tener representación por la ciudad del norte de África. Ha sido posible tras doblar los votos de 2016: entonces logró 6.974 (22,62%) frente a los 13.766 (36,33%) del 28-A. La fragmentación del voto de derechas entre Vox (9.079) y PP (8.123) ha sido determinante en el éxito socialista.

Restos. El PSOE ha acaparado la mayoría de los últimos diputados que se repartían en las circunscripciones. Se los ha llevado en 18: Asturias, Baleares, Cantabria, Madrid, Murcia, Navarra, León, Burgos, Zaragoza, Albacete, Cuenca, La Rioja, Lleida, Lugo, Ourense, Pontevedra, Granada y Jaén. Por su parte, Ciudadanos fue el más competitivo en los restos de nueve provincias: Ávila, Segovia, Palencia, Zamora, Huesca, Teruel, Guadalajara, Valencia y Cáceres.

En ocho lo fue el PP: Las Palmas, Salamanca, Soria, Toledo, Alicante, A Coruña, Almería y Sevilla. Podemos se lo llevó en Castellón, Bizkaia, Cádiz, Huelva y Málaga, mientras En Comú Podem lo lograba en Barcelona y Tarragona. El último escaño en Valladolid, Ciudad Real, Badajoz y Córdoba fue para Vox. Dos consiguió Bildu (Álava y Gipúzkoa) y uno Coalición Canaria (Santa Cruz de Tenerife) y ERC en Girona.