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Puigdemont desoyó dos veces la petición de los Mossos para que desconvocara el referéndum

El jefe de planificación del dispositivo de la policía autonómica admite que eran "conscientes" de la dificultad de impedir la consulta con solo dos agentes por colegio

El comisario Manel Castellví, exjefe de Información de los Mossos d'Esquadra, este lunes en el Tribunal Supremo. En vídeo, resumen del testimonio del comisario Emili Quevedo.Vídeo: TRIBUNAL SUPREMO (EFE) / QUALITY
Reyes Rincón
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Los altos mandos de los Mossos d'Esquadra parecen decididos a sacudirse las críticas que han vertido sobre ellos la Policía y la Guardia Civil por su supuesta pasividad para impedir la consulta independentista del 1-O. El exjefe de seguridad de la policía catalana, Emili Quevedo, ha sostenido este lunes que los Mossos sugirieron dos veces a Carles Puigdemont que desconvocara el referéndum. El expresident desoyó el consejo. Alegó que seguiría adelante porque tenía “un mandato avalado por resultados electorales”.

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Los Mossos d'Esquadra se convirtieron la semana pasada en involuntarios protagonistas de varias sesiones del juicio del procés, aunque en el banquillo no se sienta ningún mando operativo de la policía catalana. Los responsables del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil les acusaron de dejación ante la orden judicial de impedir la consulta. Un reproche que subió de tono el encargado de coordinar los trabajos de los tres cuerpos, el coronel Diego Pérez de los Cobos, que sostuvo ante el tribunal que los Mossos trabajaron para facilitar la celebración de la consulta independentista en vez de para frenarla.

Ahora ha llegado el turno de que los mandos de los Mossos declaren como testigos y los dos primeros en hacerlo no solo han defendido su actuación, sino que han cortado amarras con al Govern de Carles Puigdemont. El jueves fue el exjefe de Información, Manel Castellví, el que dijo que había avisado de una posible “escalada de violencia” en Cataluña. Este lunes lo ha hecho el exjefe de la comisaría general de planificación de seguridad, Emili Quevedo, que optó por declarar como testigo aunque podía haberse negado, ya que está imputado por un juez de Cornellà por la supuesta pasividad de la policía catalana.

Quevedo contó al tribunal que los responsables de los Mossos sugirieron dos veces a Puigdemont que desconvocara el referéndum debido al “clima de tensión” que se vivía en Cataluña. La primera vez que los Mossos intentaron “disuadir” al expresident fue el 26 de septiembre, en una reunión en la que también estaban presentes el exvicepresidente Oriol Junqueras y el exconsejero de Interior Joaquim Forn. Quevedo atribuyó ayer al exjefe de la policía autonómica, Josep Lluís Trapero (acusado de rebelión en la Audiencia Nacional), la iniciativa de intentar que Puigdemont renunciara a la consulta.

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Trapero fracasó pero, según la versión de Quevedo, lo intentó otra vez, con sus segundos, en otra reunión dos días después. El expresident les aseguró que el referéndum iba a celebrarse. “¿Les trasladaron que eso era difícilmente compatible con cumplir el mandato judicial?”, preguntó el fiscal Javier Zaragoza. “Nosotros dijimos que íbamos a cumplir el mandato judicial. Ellos conocían que una cosa y otra era incompatible”, respondió Quevedo.

Refuerzos

El que fuera responsable de planificar el trabajo de los Mossos rechazó que el dispositivo de la policía catalana fuera premeditadamente “escaso”, como han insinuado los altos mandos de la Policía y la Guardia Civil. “Se activaron por primera vez efectivos de unidades que no actúan nunca: asuntos internos, de evaluación de servicios, había personal de oficinas de apoyo... Eran gente que llevaba tiempo sin hacer servicio de calle o sin vestir uniforme”, aseguró Quevedo.

El mando de la policía catalana ha intentado también defender la decisión de situar solo a dos agentes en cada colegio electoral la jornada de votación, una cifra con la que, según las acusaciones, era imposible cumplir la orden judicial. Quevedo ha admitido que él y el resto de los responsables del cuerpo eran “conscientes” de que, en algunos casos, “los agentes no serían capaces de llevar a cabo la misión encomendada”. Pero el jefe de planificación ha defendido que la idea de este planteamiento era tener presencia en los 2.385 centros de votación. Aunque fuera una presencia escasa: “Eso nos daba una información veraz y directa de cuál era la situación de cada centro y evaluar dónde era más factible enviar otros recursos para cumplir el mandato judicial”.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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