Todos los diputados de la izquierda abandonan el pleno por el “autoritarismo” del presidente del Parlamento andaluz
La Mesa de la Cámara rechaza una iniciativa sobre Gaza porque “conllevaría el riesgo de involucrar Andalucía” en una guerra
Los diputados de todos los grupos de izquierda (30 socialistas, cinco de Por Andalucía y dos del Mixto-Adelante) han abandonado hoy de manera coordinada el salón de plenos en protesta por el “autoritarismo” del presidente del Parlamento andaluz, Jesús Aguirre (PP), cuyas decisiones en la calificación de iniciativas lleva mucho tiempo irritando a la oposición. Los portavoces de esos tres grupos se han intercambiado mensajes conforme transcurría las preguntas al presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, en la sesión de control y cuando le tocaba al portavoz del PP plantear su cuestión han protagonizado un plante que el grupo popular ha acogido con aplausos.
Aguirre suele presidir los plenos con un punto de campechanía y mano izquierda, pero en esta ocasión no ha aplicado el mismo rasero a la hora de dar la palabra por protestas formales por alusiones de los portavoces del PP, Toni Martín, y del PSOE, Ángeles Férriz. La socialista ha intentado invocar el artículo 77 del Reglamento de la Cámara para que Aguirre instara al portavoz del Vox, Manuel Gavira, a que retirarse el calificativo de “sindicatos corruptos” dirigidos a las centrales mayoritarias, a raíz de la reciente sentencia condenatoria a la UGT por fraude en las subvenciones públicas. El presidente del Parlamento ni siquiera le ha permitido plantear su objeción con la socorrida y habitual fórmula de ¿a título de qué pide la palabra”.
Minutos antes, Aguirre sí había permitido al portavoz del PP invocar la misma protesta para que el diputado José Ignacio García (Adelante Andalucía) retirase del Diario de Sesiones su afirmación de que los tres últimos gerentes del Servicio Andaluz de Salud están “imputados” a raíz de la denuncia del PSOE sobre los contratos de emergencia que investigan un juzgado y el Fiscal Anticorrupción. Aguirre en este caso no solo le dio la palabra a su compañero de grupo sino que ha decidido eliminar la palabra “imputación”. Los tres últimos gerentes del SAS están siendo investigados por el juez.
Pese a las protestas de Férriz, a la que le ha cortado el micrófono varias veces, ha sido finalmente el socialista Juan Espadas el que, aprovechando su pregunta al presidente de la Junta, pidiera a Aguirre la retirada de las acusaciones de corrupción tanto a los sindicatos como a los ex presidentes de la Junta condenados en el caso de los ERE, una sentencia corregida en gran parte por el Tribunal Constitucional. Aguirre ha ordenado que se retiren.
El plante de los diputados de todos los grupos de la izquierda es la última protesta de los grupos de la izquierda, pero el malestar con el presidente de la Cámara viene de antiguo. Desde hace meses, PSOE, Por Andalucía y Adelante votan en contra de los órdenes del día del pleno, cuando es norma habitual que se aprueben por unanimidad. Aguirre lleva vetando desde hace un año y ocho meses un debate general sobre la situación de la sanidad andaluza, sin que hasta el momento haya dado una explicación lógica de su rechazo.
Hace una semana aseguró en la reunión de Junta de Portavoces que este debate, solicitado por PSOE y Por Andalucía “está pendiente de cuándo va a ir a pleno” y que se “meterá en tiempo y forma”. Ese mismo día, Aguirre tampoco dio luz a un debate general sobre los contratos de emergencia sanitarios, aunque la consejera de Salud sí compareció ayer para intentar explicarlos. Aguirre fue consejero de Salud desde 2019 hasta 2022, y gran parte de los informes de la Intervención General de la Junta advirtiendo contra los contratos de emergencia afectan a su mandado en la consejería.
La última decisión polémica de la Mesa del Parlamento, en la que el PP tiene la mayoría absoluta, ha sido el rechazo de una proposición no de ley del grupo Mixto-Adelante “en defensa del pueblo palestino ante el genocidio y por el fin del reconocimiento del Estado de Israel”. El letrado mayor de la Cámara justifica la no admisión a trámite en que el debate “conllevaría el riesgo de involucrar a la comunidad autónoma de Andalucía en una situación de conflicto armado” que podría “llegar a comprometer la propia seguridad de la población andaluza y del conjunto de la población española”.
Los socialistas han denunciado la “deriva totalitaria y absolutamente partidista con que Jesús Aguirre dirige las sesiones plenarias y la vida parlamentaria, actuando más como un comisario del PP que como presidente de la Cámara, imponiendo los dictados de Moreno Bonilla y su Ejecutivo al funcionamiento del legislativo autonómico y sometiendo la sede de la soberanía popular andaluza a las estrategias y antojos de la derecha en el gobierno”. Desde Adelante Andalucía, lo han acusado de faltar a la imparcialidad.
El PP ha calificado de “irresponsabilidad” el plante de los diputados de izquierda. “No sé si hay precedentes”, ha dicho Toni Martín. Los hay: el PP con Javier Arenas como líder abandonó varias veces el salón de plenos también en protesta por actuaciones de los presidentes del Parlamento. Y más recientemente, en 2015, el hoy presidente andaluz y entonces líder de la oposición, Juan Manuel Moreno, ordenó abandonar un pleno en protesta por el bloqueo de iniciativas del PP por parte de la mayoría socialista.
El plante de los diputados ha sido el broche de una sesión en la que desde la bancada de la oposición han lanzado acusaciones de “corrupción” al Gobierno andaluz por extender los contratos de emergencia sanitarios más allá de lo permitido. A la afirmación de Espadas de que “el sistema de contratación del SAS está viciado desde 2021″, Moreno ha argumentado que fue el 17 de mayo de 2023 cuando el Gobierno central decretó la finalización total de las restricciones sanitarias por la pandemia, sin aludir en ningún momento a los informes contrarios de los interventores. Según Moreno, Espadas ha puesto en marcha esta estrategia “para hacer política de supervivencia”, en alusión a las críticas internas en el PSOE sobre el liderazgo de Espadas. “Entiendo su delicada situación política, porque yo la he pasado, pero no venga a traer el fango de Madrid”, ha subrayado.
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