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1.712 empresas innovadoras aúnan en Andalucía el talento y la ambición de exportar
El huracán que ha supuesto la crisis se ha llevado por delante en Andalucía a miles de empresas. Muchas de ellas innovadoras, que han pasado de 4.800 en 2008 a 1.712 este año. Sin embargo, después de tocar suelo en 2015, estas firmas volcadas en la investigación empiezan a recuperarse y la comunidad es hoy la cuarta tras Cataluña, Madrid y Valencia, y acapara el 10% de la innovación española, según datos del Instituto Nacional de Estadística en 2017.
EC2CE elabora modelos numéricos de cosechas, evoluciones de plagas y producciones sectoriales para que sus agricultores reciban información de satélites y alarmas en sus plataformas, y así conocer su mejor plan de fertilización y riego. Es decir, inteligencia artificial aplicada al sector agroalimentario gracias a 16 matemáticos estadísticos, geógrafos, ingenieros informáticos, agrónomos y de telecomunicaciones que interpretan datos para latifundistas y comercializadoras que adaptan sus recogidas de cosechas y ventas en función de los consejos de esta empresa radicada en Sevilla.
“Hace años nuestros clientes nos preguntaban de qué hablábamos y ahora nos dicen que es exactamente lo que estaban esperando. Los satélites y los sensores de los agricultores recaban cada vez más datos (…) Aplicamos desarrollos tecnológicos en un sector crítico que da de comer a todo el planeta”, resume su director, Ricardo Arjona. Gracias a su firma, una veintena de empresarios saben el momento justo para atacar una plaga antes de que explote o incrementan una producción de forma sostenible, con menos riego y fertilizantes. Presente en España, Portugal, Suiza y Argentina, ahora gracias a un nuevo socio de Silicon Valley la firma prevé una expansión por América Central, Perú, Colombia y Brasil.
El ejemplo exitoso de EC2CE queda a menudo sepultado por la avalancha de malas noticias económicas que Andalucía exporta en los telediarios: récord de tasa de paro, absentismo y precariedad laboral, factores que la salida de la crisis apenas ha paliado. La comunidad cuenta hoy con 510.000 empresas, aunque solo el 2%, unas 10.000 firmas, tienen más de 20 trabajadores. Y sin embargo, su músculo innovador dispone de sectores como el aeroespacial, con 117 empresas y 14.463 profesionales, que en una década ha triplicado su facturación, o el biotecnológico, que emplea a unos 3.000 trabajadores y tiene más de 600 millones de facturación al año.
“Lo primero es que la empresa no debe asociar la innovación con una probeta y un señor con una bata. Innovar es cualquier manera de hacer las cosas diferente, mejorar en tus procesos, en cómo ir al cliente y cómo llegar al mercado. Las empresas pequeñas están en el día a día y hacer un plan de futuro les cuesta”, valora Daniel Escacena, director de proyectos de la Agencia del Conocimiento de la Junta andaluza. “No es una ceguera, es que el 99% son pymes y el 96% micropymes”, ejemplifica sobre el tamaño reducido de las firmas andaluzas.
El objetivo primordial del Ejecutivo autonómico es potenciar que las empresas innoven a través de las universidades y consigan la financiación que necesitan a través de las ayudas regionales (agencia Idea), nacionales (Cedeti) y europeas (Consejo Europeo de Innovación, con 3.000 millones entre 2018 y 2020). Al margen de los 11 parques tecnológicos repartidos por la comunidad, el pacto andaluz por la industria firmado hace dos años puso sobre la mesa 8.000 millones para darle un vuelco al panorama industrial.
La patronal es positiva y destaca que las empresas dedican recursos a la innovación y la consideran una obligación. “Sí es cierto que para las empresas de tamaño mediano y pequeño es más difícil incorporar elementos a la cadena de valor y contar con departamento de innovación, el proceso lleva su tiempo”, reflexiona Luis Fernández, secretario general de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Fernández reconoce que la patronal carece de planes específicos para la innovación y se limita a colaborar con la Junta para desarrollarla dentro de su Estrategia Industrial de Andalucía 2020, diseñada para lograr un nuevo modelo productivo. “Le ha costado coger ritmo, pero tiene un desarrollo positivo”, matiza el directivo. Para Fernández, una de las tareas pendientes es el desarrollo de la industria auxiliar, que aún debe acaparar el negocio que por 10.000 millones se contrata más allá de Despeñaperros, según datos de la CEA.
El diagnóstico de los sindicatos es diferente. “Hay gastos en innovación pero no visualizamos ese progreso ni pasos efectivos para el cambio de modelo. Hay que centrarse en una apuesta nítida por la creación y calidad de empleo. No podemos tener un peso de la industria de solo el 12,5%, y el dato está adulterado porque concentramos el 80% del resino de petróleo entre el polo químico de Huelva y el de Algeciras”, critica Juan Manuel Tejada, secretario de Estrategias Sectoriales de CC OO. Para Tejada, la estrategia industrial fijada por la Junta, que incluye 52 medidas, “no progresa adecuadamente” en su capítulo para mejora de la innovación industrial.
Desde UGT se suman a las críticas: “La estrategia de Lisboa fijó en 2000 que de cada tres euros invertidos en innovación, dos deberían ser del sector privado y uno de la Administración. Y en Andalucía seguimos igual que antaño, dos euros son de la Administración y uno del sector privado. Exigimos mucho más a las grandes empresas afincadas en Andalucía y esas son las que no terminan de responder”, censuran desde el sindicato. La Junta ya rebajó su expectativa y pretende conseguir que el sector privado represente el 50% del gasto en I+D+I.
Acerca de la Estrategia de Innovación de Andalucía 2014-2020, dotada con 1.368 millones, la Junta está más próxima a los sindicatos en su diagnóstico, resumido en el informe de seguimiento 2018 elaborado por la agencia Idea. El documento subraya que la estrategia tiene "un grado de ejecución bajo sobre el total del gasto programado", circunstancia que el Ejecutivo achaca al retraso en la implementación de los fondos europeos FEDER, su principal fuente de financiación.
Sobre la evolución de los objetivos realizada en 2017, los técnicos que evalúan la innovación en la comunidad dan dos de cal y dos de arena. Mientras señalan el descenso en el número de patentes nacionales (de 468 en 2013 a 342 en 2017) y los datos sobre "intensidad en la innovación" no alcanzan los resultados esperados, destacan el aumento del empleo industrial con 7.254 nuevos puestos de trabajo en 2017 y definen como "espectaculares" los resultados de la internacionalización de las empresas industriales, según los indicadores de impacto elaborados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía.
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