El Gobierno planea presentar en noviembre los presupuestos de 2019
Las cuentas se ceñirán al objetivo de déficit del PP si no se reforma a tiempo la ley de Estabilidad
El Gobierno está decidido a presentar el proyecto de presupuestos generales del Estado para 2019 antes de final de año, previsiblemente en noviembre, según fuentes de La Moncloa, incluso con los objetivos de estabilidad fijados por el PP, si no tiene más remedio. De cumplirse este calendario, los presupuestos podrían aprobarse en febrero, antes del comienzo de la campaña para las elecciones locales y europeas del 26 de mayo.
Después de que el Congreso rechazara en julio la senda de reducción del déficit pactada con Bruselas, que le daba un margen adicional de 6.000 millones de euros de gasto, el Ejecutivo no tiene intención de presentar ninguna nueva propuesta. Está a la espera de que se tramite la reforma de la ley de Estabilidad Presupuestaria presentada por el PSOE junto a Unidos Podemos y otros grupos parlamentarios para arrebatar al Senado el poder de veto que el PP le atribuyó en 2012.
El Gobierno es consciente, sin embargo, de que el PP y Ciudadanos, que controlan la mesa del Congreso, podrían obstaculizar la reforma y evitar que esta llegara a tiempo para la elaboración de los nuevos presupuestos, que según las previsiones constitucionales debían preentarse antes del 30 de septiembre.
En este caso, subrayan fuentes de la Moncloa, el Gobierno está dispuesto a presentar su proyecto con la senda de déficit vigente; es decir, la aprobada el año pasado por el PP y que sirvió de base a las cuentas públicas de 2018. Aunque ello obligaría a realizar un severo ajuste del gasto o un fuerte aumento de ingresos, Moncloa cree que aun así tendría margen para redistribuir las partidas y poner el énfasis en sus prioridades políticas.
Preguntado en Santiago de Chile por la fecha límite para presentar el proyecto de presupuestos, el presidente Pedro Sánchez ha evitado pronunciarse. Tras subrayar que “ese no es el debate”, ha insistido en que la cuestión está en cómo continuar el saneamiento de las cuentas públicas y, al mismo tiempo, reconstruir el Estado del bienestar dañado por los años de crisis y austeridad
“No tiene ningún sentido que haya partidos que sean más estrictos en materia de déficit que lo que exige Bruselas”, ha añadido, en referencia a la negativa del PP a aceptar el margen de flexibilidad pactado por el Ejecutivo con la Comisión Europea. Sánchez también ha tachado de “anomalía” que la ley de Estabilidad presupuestaria atribuya al Senado un poder de veto sobre el techo de gasto, cuando en el sistema constitucional español el Congreso tiene siempre la última palabra.
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