_
_
_
_

“Es una falacia decir que excluir a los inmigrantes beneficia al sistema”

"Que estemos en el Gobierno parecía imposible y se ha conseguido"

FOTO: Carmen Montón en su despacho en el ministerio. / VÍDEO: Comparecencia de Montón tras recoger la cartera de ministra.Foto: atlas | Vídeo: Samuel Sánchez / ATLAS

Como si fuera una premonición, la entrevista con Carmen Montón (Burjassot, Valencia, 1976), ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, se retrasa por una llamada de la titular de Hacienda, María Jesús Montero. Y es que la política sanitaria tiene en la financiación uno de sus primeros problemas. El sistema está marcado por el real decreto 16/2012 que supuso el recorte de beneficiarios y prestaciones. Montón asegura que la universalidad de la atención es clave. “Es una falacia decir que excluir a los inmigrantes beneficia al sistema”.

Pregunta. Usted devolvió la atención sanitaria a los inmigrantes sin papeles en Valencia. ¿Hará lo mismo aquí?

Respuesta. La universalidad es irrenunciable en la sanidad. Volveremos a impulsar ese derecho. Hay que regresar al origen, a la Ley General de Sanidad de 1986 de Ernest Lluch. Que todas las personas en cualquier situación que estén tengan derecho a una atención.

P. ¿Y eso cuánto va a costar?

R. La exclusión no beneficia económicamente al sistema. Todo el mundo sabe que es más gravoso atender en urgencias y en hospitalizaciones que en primaria. Y en todo caso no es decente dejar a nadie en la cuneta. En la Comunidad Valenciana no supuso ningún sobrecoste, y benefició a la salud pública, por ejemplo por una mejor vacunación y control de las enfermedades de declaración obligatoria [las contagiosas]. También el Constitucional dijo que no había sido demostrado ese supuesto beneficio.

P. Los farmacéuticos calculan que quitar el copago a los pensionistas costaría 400 millones al año.

Más información
Carmen Montón, una consejera contra la privatización sanitaria
El Gobierno más beligerante contra las pseudociencias

R. Hay que hacer otras cuentas con estas cuestiones, como calcular cuánto cuestan al sistema las personas que abandonan el tratamiento por su coste.

P. ¿Pero es asumible?

R. Mi mensaje es optimista y no desde el desconocimiento, porque vengo de gestionar durante tres años la sanidad en una comunidad infrafinanciada como es la valenciana, y puedo decir que hay margen de maniobra. Solo hay que reordenar las prioridades. Hay que elegir en qué se gasta con el fin último de que el ciudadano esté sano, y cuando está más sano es más feliz. Yo no hablo de gasto, hablo de invertir en salud.

P. ¿Cómo van a sacar adelante estas medidas?

R. Llevamos 24 horas en el Gobierno y estamos viendo qué es lo más rápido. Ahora estamos en el momento de saber los tiempos, cuánto se tarda aquí en sacar algo adelante. Lo más rápido queremos tenerlo ya, y otras cuestiones que hay que empezar a hacerlas. En cualquier caso es más fácil destruir una conquista, un derecho, como sucedió en 2012, que reconstruirlo. Tenemos que reconquistar lo que se nos arrebató con la crisis.

P. En el Gobierno va a tener menos capacidad ejecutiva que en el Gobierno valenciano. ¿Qué políticas puede liderar?

R. Es muy importante el diálogo con las comunidades autónomas, de todo signo politico. El ministerio tiene que ser un facilitador de la Sanidad y los Servicios Sociales. Queremos empezar una nueva etapa de diálogo.

P. Le queda la salud pública, que, además, es barata.

R. Es verdad que económicamente la salud pública cuesta menos, pero da mucho fruto. En cuestiones de género, que es algo transversal a este Gobierno, tenemos que impulsar las políticas de salud sexual y reproductiva, en las que hace falta desde lo más básico, como campañas de prevención para evitar el resurgimiento en algunos colectivos de las enfermedades de transmisión sexual.

P. ¿Algo más?

R. Es muy importante la salud mental. Por ejemplo, en el campo de la prevención del suicidio. Nosotros ya establecimos un protocolo en la Comunidad Valenciana para evaluar a las personas y atenderlas. Hay que eliminar los tabús y el estigma.

P. Los medios tienen la regla de no hablar de suicidio.

R. Sí, tenemos que establecer un diálogo con los medios y las sociedades científicas para un cambio de paradigma.

P. El ministerio ha perdido las competencias en violencia de género.

R. En ese tema estamos a las órdenes de la vicepresidenta, Carmen Calvo, pero hay que poner a su servicio el sistema sanitario para que se involucre. Las consultas de primaria son un lugar magnífico para que las mujeres encuentren confianza para empezar a salir de la violencia machista. Es más duro ir a una comisaría.

"Un Gobierno decente no deja a nadie atrás"

El Ejecutivo de Pedro Sánchez tiene un plazo incierto, en cualquier caso no mayor de dos años. Carmen Montón, la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, no cree que eso sea un obstáculo para hacer cosas. “Es un tiempo nuevo. Un Gobierno decente no puede dejar a nadie atrás”. La ministra habla de cambiar el real decreto 16/2012 que introdujo el copago de los pensionistas y excluyó a las personas en situación irregular de la atención sanitaria, pero no dice la palabra derogar. “Hay que recuperar los derechos uno a uno”, afirma Montón.

Exconsejera como otras de sus colegas del Consejo de Ministros —“Este es un Gobierno diferente en el que el feminismo está de forma transversal”—, tiene claro que la responsabilidad está en las comunidades autónomas, y que eso es fuente de quejas. Ella lo sabe: “La equidad hay que garantizarla, pero también hay que respetar las competencias. Lo que no puede ser es que la falta de equidad sea una excusa para recentralizar”.

P. Uno de los sectores más afectados por la crisis ha sido el de la Dependencia. Y aquí el dinero vuelve a ser muy importante.

R. Precisamente las primeras conversaciones con la ministra de Hacienda tratan sobre esto. Ella está muy comprometida, es médica, fue consejera de Sanidad y entre las dos vamos a intentar revertir la situación. Tenemos una buena ley y hay que ponerla en funcionamiento.

P. Llega con un proyecto de ley para regular la eutanasia en marcha. ¿Podrán sacarlo adelante?

R. Si se reivindica la vida como propia también se tiene el derecho de decidir cómo finaliza. La sociedad está madura para tener un debate sereno, abierto en el que participe todo el mundo. Hay que regularla para abrirla a las personas que apuestan por esta posibilidad. Esta ley habla de respetar la autonomía personal y el derecho a decidir.

P. ¿Tendrá el apoyo necesario en el Congreso?

R. Hay veces que hay cosas que parecen imposibles y luego se consiguen. Que estemos aquí en el Gobierno es una de ellas.

P. También se encuentra con un proceso de valoración de los afectados por la talidomida que puede ser un problema si el resultado no les satisface.

R. Lo que puedo decir es que en este tema se les va a decir la verdad. Estudiaremos la situación y hay que ser muy francos, transparentes y muy honestos. Cuando se es así se entienden los argumentos y las soluciones son compartidas.

P. El ministerio ha rescatado para el nombre el apartado del consumo. ¿Por qué?

R. En los tiempos actuales se requiere que se vele por aquellos más vulnerables. Este nombre es muy simbólico.

P. Y ha cambiado el nombre de Servicios Sociales por Bienestar Social, ¿por qué?

R. Se refiere a algo más holístico, transversal.

P. Ana Mato, cuando llegó al ministerio hace seis años, ya prometió una atención sociosanitaria.

R. Esto va más allá. No nos vamos a llenar la boca con promesas grandilocuentes. Vamos a intentar hacer más cosas en dos años que otros en seis.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_