El Gobierno está “muy satisfecho” con las movilizaciones de las mujeres del 8 de Marzo
El Ejecutivo no presentará un plan global sobre las mujeres sino que continuará con las medidas en marcha
El discurso del Gobierno sobre las movilizaciones y la huelga de las mujeres del 8 de marzo, en demanda de cambios y políticas contra la desigualdad, ha variado radicalmente. El rechazo y las suspicacias sobre el origen de las protestas han dado paso a una actitud favorable a esta manifestación histórica por la igualdad. Sin embargo, ese reconocimiento no lleva consigo una respuesta concreta. El Ejecutivo que preside Mariano Rajoy no abordará un plan global de acciones sino que seguirá con políticas previstas de forma parcelada.
“Estamos muy satisfechos de la respuesta que ha habido en la jornada del 8 de Marzo al mostrar una gran sensibilidad; la misma que tiene el Gobierno”, aseguró este viernes el portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo. Pero ese reconocimiento y cambio en el lenguaje, en apenas pocos días, no significa que vaya a ponerse en marcha una respuesta singular a esta movilización histórica en España. El Gobierno no va a abordar un plan global de acciones sino que seguirá con las medidas en marcha de forma parcelada.
Se puede hacer mucho, reconoció este viernes Méndez de Vigo, que refrescó los datos sobre proyectos y negociaciones que están en marcha. Se está a la espera de que llegue la dotación económica que se acordó en el pacto contra la Violencia de Género. Esta debe formar parte de los Presupuestos del Estado para los que aún no hay acuerdo. La oposición pide que se produzca ese desembolso haya o no Presupuestos.
El Gobierno citó también el incremento de las pensiones de las mujeres que cotizaron menos por haberse dedicado al cuidado de los hijos. Los ministros de Empleo y Hacienda, Fátima Báñez y Cristóbal Montoro, están en plena elaboración de un plan para la conciliación y la racionalización de horarios, como recordó Méndez de Vigo.
Nada nuevo, por tanto, sino seguir con el impulso de lo que está previsto. El Gobierno reconoció que en otros países europeos hay “planes globales”, como el que se presentó en España en 2008, con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La razón para no abordarlo está en que parte de sus contenidos forman parte de la legislación española, argumentó el ministro.
Sí es completamente nuevo, sin embargo, el mensaje que el Gobierno empezó a desgranar pocas horas antes de que empezaran las protestas y la movilización en la calle. Atrás quedaron las declaraciones contra las movilizaciones y quedó sepultado el argumentario que distribuyó el PP para que se conocieran sus razones contra la huelga. Una protesta de “las élites”, pero que en sus fundamentos pretendía terminar “con el modo occidental de vida”, se leía en ese argumentario. Se aferró el PP a un primer borrador de organizaciones feministas europeas en el que se criticaba al capitalismo por generar las desigualdades que afectan principalmente a las mujeres. Esa fue la justificación de Ciudadanos para no apoyar la huelga al señalar que su formación política está a favor de la economía de mercado. El texto al que aludían el PP y Ciudadanos hace semanas que fue arrumbado por la multitud de colectivos de mujeres que hicieron sus propios manifiestos con demandas en las que se han visto reflejadas cientos de miles de mujeres sin adscripción a partidos.
No lo vieron así ministras del Gobierno, como la de Igualdad, Dolors Montserrat, la de Defensa, Dolores de Cospedal, la de Agricultura, Isabel García Tejerina, o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Se habló de confrontación entre hombres y mujeres, cuando ese nunca fue el planteamiento.
Rajoy cambió el paso el 8 de marzo al ponerse un lazo morado en la solapa, símbolo de la lucha de las mujeres, y aseguró no reconocerse en las declaraciones “de algunas personas de su partido”. Solo dos semanas antes el propio presidente originó un gran revuelo al eludir cualquier respuesta sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres en el programa Más de Uno de Onda Cero. “No nos metamos en eso”, señaló. Ahora Rajoy considera que lo ocurrido este viernes “es un punto de partida” para trabajar por la igualdad y contra la discriminación.
Pocos días antes de la protesta, el PP lanzó la sospecha sobre los orígenes y los porqués de esa huelga, cuando el PSOE había gobernado 22 años. Ahora han comprobado que la protesta fue “transversal” y no “política” contra su partido, como ayer dijo el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Él mismo se había hecho esa pregunta el pasado domingo en La Sexta. Tras lo vivido, señala que hay que escuchar “el clamor y tomar nota”.
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