Jordi Pujol, a la espera de cobrar su pensión de jubilado

La Seguridad Social ha reconocido al expresidente de la Generalitat Jordi Pujol el derecho a cobrar una pensión de jubilación, pero todavía no está claro su importe ni cuándo empezará a recibirla. Según el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), la Generalitat aún no ha enviado el certificado en el que debe desglosar la base de cotización y los años cotizados por el expresidente, datos necesarios para corroborar la información de la que dispone el INSS.

Con la información oficial que consta hasta ahora, Pujol, de 84 años, no tendría derecho a recibir la pensión máxima (2.554 euros) porque solo figuran 20 años de cotización, entre 1983 y 2003, a pesar de que desde 1977 ocupó cargos públicos y desde 1980 presidió la Generalitat. Fuentes del Instituto Nacional de la Seguridad Social señalan que puede tratarse de un error, común en el sistema de pensiones, y que obliga al beneficiario a reclamar y certificar su vida laboral. Pero estas fuentes tampoco descartan que la Generalitat no cotizara por él los primeros tres años como presidente (entre 1980 y 1983). En el Congreso de los Diputados, por ejemplo, la obligación de cotizar está vigente desde 1982.

En el caso de que pudiera acreditar que cotizó por todos los años que ocupó cargos públicos (primero como consejero sin cartera del primer Gobierno catalán y diputado en Madrid y después como presidente de la Generalitat), Pujol sumaría 27 años cotizados, insuficientes para obtener la pensión máxima (que exige 35 años), a no ser que pudiera acreditar también la cotización por sus años en Banca Catalana, que tampoco figuran en la información que consta en la Seguridad Social.

Si no consigue acreditar estos años, con los 20 que constan ahora y dando por supuesto que la Generalitat haya cotizado por él como presidente el tope máximo, los 15 años que le faltan hasta alcanzar los 35 de cotización le supondrían una merma de alrededor del 30% en la pensión máxima. Es decir, en vez de 2.554 euros cobraría alrededor de 1.780.

La pensión vitalicia de 86.400 euros que ha recibido entre 2003 y julio de 2014 como expresidente de la Generalitat no cotiza, si bien esos 11 años vacíos no le van a perjudicar en el cómputo final porque se le contabilizará como si hubiera pedido la pensión el día de que dejó de ser presidente, en 2003. La ley vigente entonces empleaba para calcular la prestación la base reguladora de los últimos 15 años antes de la jubilación, que en el caso de Pujol coinciden con su etapa como presidente. Al importe de la prestación que le correspondería en 2003 se le revalorizará, además, con los incrementos de IPC aplicados a las pensiones en los últimos 11 años.

Pujol, con todo, no cobrará hasta que la Generalitat no envíe la documentación a la Seguridad Social de Barcelona y ésta dé la orden a la Tesorería para que haga el primer pago. Según fuentes de la Seguridad Social, el expresidente solicitó la pensión hace más de un mes, después de que a finales de julio renunciara a la paga vitalicia del Gobierno catalán tras confesar que su esposa y sus hijos tenían en el extranjero cuentas no declaradas a Hacienda.