El PSOE cree que el déficit cero se volverá contra el Gobierno
Los socialistas mantienen su ofrecimiento de consenso
El peligro de la incomprensión de los ciudadanos existe, pero el tiempo pondrá las cosas en su sitio. Esa es la expectativa del PSOE muy pocas horas después de que el Gobierno descalificara al primer partido de la oposición por haber votado en contra de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Con esa norma, todas las Administraciones están obligadas a no incurrir en déficit a partir de 2020, lo que a ojos del PSOE supone no dejar el más mínimo resquicio a los Gobiernos para que actúen en situaciones de crisis. La partida no está terminada, y más pronto que tarde ese criterio de absoluto rigor en la contención del déficit tendrá cada vez más detractores y los ciudadanos entenderán la posición del PSOE, según el análisis de la cúpula socialista. El PSOE ya peleó con el PP en el mes de agosto para que no figurara en el acuerdo esa exigencia de déficit cero. “Son ellos los que han roto el acuerdo, que ya estaba cerrado y firmado”, insisten, al tiempo que muestran el documento firmado el 26 de agosto con un compromiso de 0,4% de déficit estructural.
La dificultad está ahora en conjugar esa negativa a apoyar al Gobierno en este asunto y pretender que el Ejecutivo coja la mano que el PSOE le tiende. Los socialistas lo van a intentar. Así lo ha decidido su dirección, y así lo ha trasladado a toda su organización. La vicesecretaria general, Elena Valenciano, aclara que su partido “no ofrece, sino que exige al Gobierno, por bien de España, que dialogue y escuche a los partidos, a los sindicatos y a los empresarios”. Hoy y mañana lo reiterarán tanto ella como el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, desde las tribunas que ocuparán en las inauguraciones y clausuras de los congresos de su partido en Castilla y León y Extremadura.
Valenciano: “El Gobierno necesita ayuda y nosotros queremos dársela”
En el análisis que ha hecho la dirección socialista no se encuentra la necesidad de autocrítica o de rectificación. Sí hay cambio en sus postulados respecto a los del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, pero estos ya se incluyeron en el programa electoral que defendió Alfredo Pérez Rubalcaba sobre las recetas contra la crisis. La prima de riesgo sube, los mercados desconfían y la Unión Europea no se cree los Presupuestos que ha presentado España por “tardíos y por irreales”. Esta es la información que tiene el PSOE de sus canales en Bruselas y que desearía tratar confidencialmente con el Gobierno.
Rubalcaba está a la espera de que el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, le llame, aunque no se oculta el disgusto por la revelación del presidente de una entrevista entre ambos que se acordó mantener sin publicidad. “La discreción está en el ADN de las relaciones institucionales, y se ha roto. Esperemos que no sea moneda común”, señalan en la cúpula socialista.
La cúpula socialista denuncia “la persecución a Andalucía”
Aún está por definir el modelo de relación entre el Gobierno y el PSOE, cien días después de la llegada de Rajoy a La Moncloa. De momento, se ha sembrado la semilla de la desconfianza. Según la versión socialista, en esa reunión discreta Rajoy y Rubalcaba quedaron en dejar pasar las elecciones en Andalucía del pasado 25 de marzo para negociar la renovación de los órganos constitucionales pendientes. Rajoy acusa a Rubalcaba de obstaculizar esa renovación y este dice estar a la espera de que el presidente le llame para hablar de esos asuntos, pero también de la situación económica, que está en máxima zona de riesgo. “Hacen falta acuerdos, el Gobierno necesita ayuda porque no lo está haciendo bien, y nosotros queremos dársela”, señaló ayer Elena Valenciano al término de una reunión, dirigida por Rubalcaba, con todos los secretarios provinciales del partido. Todavía no quieren dar nada por perdido respecto al triplete de acuerdos que piden al Gobierno —“político, social e institucional”—, pero existe el temor de que pactar para el Gobierno sea avenirse a aceptar todo lo que proponga el Ejecutivo. Además, el resquemor se acrecienta al observar “la persecución y castigo del Gobierno de Mariano Rajoy a Andalucía”, es decir al PSOE de esa región y al presidente en funciones, José Antonio Griñán. “Al poner en cuestión y denunciar las cuentas de Andalucía, el Gobierno perjudica a España, porque merma su credibilidad”, señala Valenciano con evidente disgusto. “Ofrecemos una oposición constructiva, pero sin perder la dignidad”, advierten en la dirección socialista.
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