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Tribuna
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¿Es ético hacer turismo en un país como Arabia Saudí?

Un país rico no es necesariamente un país desarrollado. No obstante, me alegro de haberlo visitado

Turismo Arabia Saudi
Un turista toma fotos en el enclave arqueológico de Madain Saleh, en Arabia Saudí.Miguel Forcat Luque

Tengo un amigo que por motivos profesionales vive en Riad, la capital de Arabia Saudí. Me ha invitado a visitarle. Mi amigo me comenta que están haciendo un esfuerzo para modernizarse y para abrirse al turismo. Dice que ya no es el país cerrado y difícil de visitar que fue.

Decido aceptar la invitación. Tras anunciar mi decisión a mi hermana María, ella se refiere a Arabia Saudí como un país desarrollado. Eso despierta mi curiosidad. Efectivamente, es un país rico. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), en 2022 Arabia Saudí está entre los 20 países con mayor producto interno bruto nominal del mundo. Sin embargo, me pregunto: ¿además de rico, se puede considerar a Arabia Saudí un país desarrollado?

Busco en economipedia.com y leo lo siguiente: “Un país desarrollado es aquel que ha alcanzado un PIB per capita alto (aunque no existe un mínimo generalmente aceptado) y a su vez muestra buenos resultados en sus indicadores de desarrollo. Así, se evalúa el nivel de alfabetización, la cobertura de los servicios médicos, la esperanza de vida, entre otros”.

De acuerdo a esta definición, Arabia Saudí parece un país desarrollado: su PIB es elevado, su tasa de alfabetización es del 95.33 % (según la UNESCO), la esperanza de vida al nacer de su población es de 75 años (en 2020). Además, sus servicios médicos son sólidos: en 2016, el gasto público per capita en sanidad fue de 703 euros por habitante, lo que representa el 10,06% del gasto público total. En la tabla que compara los países por la cuantía que dedican a sanidad, Arabia Saudí ocupa el puesto 24 de un total de 191 países.

Salwa es una guía turística que regenta una agencia de viajes en Riad. Ella me ha ayudado a preparar mi excursión a Madain Saleh, un enclave arqueológico a 22 kilómetros de la ciudad de Al-Ula, al norte del país. Se trata del primer lugar de Arabia Saudí en conseguir ser proclamado Patrimonio de la Humanidad. Algunos la conocen como “la hermana bonita de Petra”. Sin duda, es uno de los lugares más impresionantes que he visitado.

Salwa viste un hiyab, que es un velo que deja libre la cara. Durante mi estancia en el país hemos dialogado mucho. Me ha comentado lo importante que es la apertura de Arabia Saudí para todos los saudíes que, como ella, viven del turismo. Está muy ilusionada con la discreta modernización del país, y se le ilumina la cara al explicarme que, por fin, van a enseñar música en las escuelas nacionales a los niños y niñas.

¿No es país para turistas?

Impresionado por su belleza, desde Madain Saleh envío un WhatsApp a Carlos, un amigo periodista. Le anuncio que estoy en Arabia Saudí. Mi amigo me responde con un desagradable mensaje telefónico en el que me recrimina mi decisión de viajar a este país. Basa su reproche en, entre otras cosas, la posición de Arabia Saudí frente a las mujeres y a la libertad de expresión.

Según el informe 2021/22 de Amnistía Internacional, el Tribunal Penal Especializado saudí impuso duras penas de prisión a personas por expresar opiniones disidentes. Este tribunal dictó duras condenas de prisión contra varios hombres por su trabajo de defensa de los derechos humanos y la expresión de opiniones disidentes en medios como Twitter. En lo que refiere a las mujeres, y siempre según el informe de Amnistía Internacional, estas continúan estando gravemente discriminadas en relación con el matrimonio, el divorcio, la herencia y la custodia de los hijos... Pienso que también hay que tener en cuenta este tipo de circunstancias a la hora decidir si un país se puede considerar desarrollado o no.

Me gusta conocer nuevos lugares (no siempre son destinos fáciles) para hacerme una idea más exacta del mundo en el que vivo. Decidir visitar un país no es juzgar el sistema político ni los gobernantes del país que se visita. Estoy muy contento de haber visitado Arabia Saudí. Me ha encantado este país. Porque, entre otras muchas cosas, este viaje me ha permitido conocer lugares y personas tan maravillosos como Madain Salé y Salwa, la entrañable guía turística.

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