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La menstruación, el asunto global que más ha preocupado a los lectores de Planeta Futuro en 2022

El acceso a artículos de higiene femenina, los matrimonios infantiles, la venta de bebés y la violencia sexual en conflictos armados encabezan la lista de lo más leído de la sección de desarrollo sostenible en este año que termina con la guerra de Ucrania aún marcando la actualidad

Menstruación
Nyakoang Malit, de 24 años, vive en Rubkona, Sudán del Sur. "Antes de usar la copa, cortaba un trozo de tela y lo metían mi ropa interior para que absorbiera la sangre".Peter Caton
El País

Con permiso de la guerra de Ucrania, los coletazos de la covid-19 y la convulsa agenda política internacional (también la española), otros temas han interesado especialmente a los lectores de Planeta Futuro este año. En términos generales, los derechos de las mujeres y niñas, la infancia más desfavorecida y la salud global han atraido especialmente la atención en 2022, aunque hay una gran variedad de temáticas en esta clasificación de lo más leído en los últimos doce meses. Por mucho que revisemos las audiencias periódicamente, este listado anual siempre trae sorpresas y nunca decepciona. Y la menstruación ha sido el descubrimiento. No solo un reportaje sobre el manejo de la regla en un contexto complejo para la población femenina como lo es Sudán del Sur encabeza la lista, sino que en este top 10 de lectura encontramos otro artículo sobre el tema, pero desde Kenia.

Aquí recopilamos lo más leído del año, para revisitar estas historias o descubrirlas por primera vez. ¡Gracias por leernos y nos encontramos en 2023!

1. Lidiar con la menstruación en Sudán del Sur: “Falto a la escuela cuando tengo la regla porque no tengo nada con lo que recoger la sangre”

Para una mujer de un país occidental, no es difícil encontrar compresas o tampones para la menstruación. Sin embargo, en la ciudad de Bentiu, en Sudán del Sur, encontrar estos productos es una lucha, que se repite cada mes. Las mujeres y las niñas no hablan, comentan ni comparten información sobre la regla, porque hay una cultura de vergüenza y pudor en torno al tema. Las madres no explican a las hijas cómo manejarla, pero ellas tampoco recibieron ninguna orientación. Es un tabú tan fuerte que dificulta el acceso a productos de higiene íntima, lo que lastra la educación de las niñas y el empleo de las adultas en un contexto en el que no disponen ni de aseos dignos. No es un ejemplo aislado, sino que muestra un problema que ocurre en todo el mundo. Como cada año, este 2022, las mujeres y las niñas que viven en la pobreza han tenido que lidiar cada mes con su menstruación en circunstancias extremadamente difíciles y entre privaciones.

Lo contó, este noviembre, Susan Martínez. Con fotografías de Peter Caton.

Que la menstruación en Sudán del Sur sea el tema más leído de este año, nos sorprende, pero nos gusta. Creemos que hay que hablar de la regla, entre otras razones, porque la mitad de la población mundial menstrua.

2. Bill Gates anuncia que donará toda su fortuna a la fundación filantrópica que creó: “Saldré de la lista de los más ricos”

A mediados de julio de 2022, Bill Gates declaró que pretendía salir de la lista de las personas más ricas del mundo donando toda su fortuna a la fundación filantrópica que preside con su exmujer Melinda French Gates. Está claro que lo relacionado con el dinero interesa a todos, pues este ha sido el segundo tema más leído del año. Como medida inmediata, el fundador de Microsoft anunció una inyección extraordinaria de 20.000 millones de dólares (aproximadamente 19.800 millones de euros). A su vez, la Fundación Bill y Melinda Gates, una de las más grandes del mundo, manifestó que, gracias a estos nuevos fondos, podrá incrementar su gasto anual en salud global, pobreza e igualdad en un 50% hasta el año 2026. Su objetivo: afrontar las “crisis globales acumuladas” que sacuden al planeta.

“Al mirar hacia el futuro, mi plan es donar toda mi riqueza a la fundación, dejando aparte de lo que gaste en mí y en mi familia”, explicó Bill Gates en su blog. “Hago donaciones e inversiones en cuestiones de sanidad en Estados Unidos, incluyendo el alzhéimer, fuera de la fundación. A través de Breakthrough Energy [algo así como Energía rompedora o transformadora], seguiré invirtiendo y donando fondos para combatir el cambio climático. Espero que el trabajo en estas áreas produzca dinero que pueda ir asimismo a la fundación”, detalló. “Donar dinero no es para mí un sacrificio. Me siento privilegiado por poder implicarme en enfrentar estos retos, disfruto el trabajo y creo que tengo la obligación de devolver mis recursos a la sociedad, de la forma en la que tengan el mayor impacto posible en la reducción del sufrimiento y en la mejora de vidas”.

3. Vender a una niña por comida: “Se presentaron varios pretendientes e intenté escoger al más joven”

Afasana, una niña de ocho años vendida para contraer matrimonio con un hombre de 25.
Afasana, una niña de ocho años vendida para contraer matrimonio con un hombre de 25. Ángel Sastre

La foto de Afasana, una niña afgana de ocho años vendida para contraer matrimonio con un hombre casi 15 años mayor que ella, indignó a un buen número de personas. Fue tomada en julio de 2022 por Ángel Sastre en Afganistán, donde el número de matrimonios infantiles y de venta de bebés aumentó con la pandemia y la pobreza, según datos de la ONU. Afasana se muestra pensativa, cabizbaja; esboza una sonrisa leve, forzada. Sabía que en 20 días se casaría con un desconocido. Su padre le contó la historia como un cuento de princesas, hizo los arreglos y eligió al mejor postor, quien se llevó la mano de su hija por unos 2.300 euros. Sus respuestas, cuenta Sastre, suelen ser escuetas. ¿Estás contenta con tu futuro marido, feliz de tu futura vida? “Al menos podré comer dos veces al día”, le dijo.

“Su padre, Yasee, tampoco levanta la mirada; parece avergonzado”, escribía Sastre. “Claro que no quería hacer esto, pero tras la llegada de los talibanes perdí mi trabajo como barrendero. Tuvimos que venir de Kabul a esta aldea remota de la provincia de Kandahar, donde vivía un tío mío con su familia. En teoría, iba a obtener un empleo en las plantaciones de amapolas para procesar el opio, pero el régimen ha decretado que esta sea la última cosecha, y apenas necesitan jornaleros. Sin dinero, no teníamos otra opción”, justificaba. “Se presentaron varios pretendientes e intenté escoger al más joven. Tiene unos 25 años, parece de buena familia y dice que permitirá a la niña ir a la escuela. Estamos todos tristes; Afasana llora por las noches. Todo irá bien, inshallah (si Dios quiere)”, agregó. Viven en un país con una situación desesperada, agudizada por la pandemia de la covid y la crisis alimentaria, que no da tregua a nadie, pero sobre todo las mujeres, a quienes recientemente les han prohibido estudiar y trabajar.

4. Los hombres violados en la guerra de Colombia rompen el silencio

En marzo de 2022, el periodista Javier Sulé Ortega reveló que, aunque las mujeres fueron en una magnitud inimaginable las principales víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado colombiano, en menor medida, los hombres también lo fueron. El 5,81% de los registrados por el Registro Único de Víctimas (RUV) son varones, esto es 2.140. Un grupo de 81 de ellos decidió visibilizarse con la entrega de un informe a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en el que relataban los horrores que sufrieron por esta práctica criminal que tanto daño hizo. Nelson Toscano es uno de ellos y durante años ocultó lo que le pasó. Fue violado dos veces. La primera por paramilitares cuando tenía nueve años. La segunda a los 17 por la guerrilla del Ejército Nacional de Liberación (ELN). Germán Mosquera (nombre cambiado) es otro de ellos. Un día del año 2004 guerrilleros de las FARC llegaron a su casa. Mataron a su hijo mayor delante de él, luego vio como violaban a su esposa y ella vio como lo violaban a él.

Tras violarlo por primera vez, el guerrillero que lo hizo le cortó un pedazo de oreja a este colombiano con una navaja para marcarle. Después, tuvo que desplazarse de la región del Chocó a Bogotá por temor a que volviera a sucederle.
Tras violarlo por primera vez, el guerrillero que lo hizo le cortó un pedazo de oreja a este colombiano con una navaja para marcarle. Después, tuvo que desplazarse de la región del Chocó a Bogotá por temor a que volviera a sucederle.Javier Sulé Ortega

Romper el silencio no ha sido fácil para estos hombres y es fruto de un largo proceso en el que Ángela María Escobar se fue ganando su confianza. Ella es coordinadora de la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales y miembro de la Junta del SEMA, la red global de víctimas y sobrevivientes de violencia sexual que impulso el ginecólogo congolés Denis Mukwege, Premio Nobel de la Paz en 2018. Escobar ha logrado entender las razones por las que estos hombres decidieron visibilizarse. “Ellos quieren demostrarle a este país y al mundo que a ellos también los violan, que la violación fue como una forma de castigo para que ellos sintieran que por mucho que lo fueran ya no tenían ese poder de hombre. Quieren romper ese estigma de tener que pasar la vergüenza de que les digan que si les violaron se volvieron homosexuales”.

5. Bisila Bokoko: “Cuando fui por primera vez a África me di cuenta de que yo era como los demás”

Interesó mucho la entrevista que le hizo en noviembre Irene Vega Medina a Bisila Bokoko (Valencia, 48 años), la fundadora del African Literacy Project, que quiere ofrecer más acceso a libros en África, bajo la premisa de la importancia de la solidaridad.

Entre otras cuestiones, Bokoko reconoció que crecer en Valencia en los años ochenta, hija de padres ecuatoguineanos, fue “un camino de rosas con espinas”. “En realidad tenía muchísimos problemas de identidad. En aquella época no había diversidad, no había negros. Siempre era la única niña negra en todos los colegios. Los niños se reían de mi nombre, en ocasiones no se querían sentar conmigo. Los profesores no estaban preparados para todo eso, no sabían cómo gestionar este tipo de circunstancias. Pero tuve unos padres que me transmitieron ese orgullo por quién era. La infancia fue complicada y difícil. Y la adolescencia no fue mucho más fácil. En ese momento quieres contar con la aprobación externa y yo no la tenía”, relataba.

Mi padre me decía: ‘Eres negra y mujer, y siempre tendrás que lidiar con eso. Tu vida no va a ser fácil, pero rendirse nunca es una opción’
Bisila Bokoko, fundadora del African Literacy Project

Sus padres, recordaba en esta entrevista, siempre le decían: “Eres negra y mujer, y siempre tendrás que lidiar con eso. Tu vida no va a ser fácil, pero rendirse nunca es una opción”.

6. La vacuna que cambiará a todas las demás vacunas

A principios de año, en febrero, Gonzalo Fanjul escribía, en calidad de experto, una tribuna sobre la “monumental” paradoja de la pandemia de covid-19: el fracaso en distribuir la vacuna de forma equitativa se ha producido en paralelo con el proceso de inmunización más rápido, extendido y exitoso de la historia de la humanidad. Un proceso cuyas lecciones, dice, deberían trasladarse cuanto antes a otras enfermedades de la pobreza, y que abre oportunidades insospechadas para la salud global.

Una opinión que respaldó con los resultados de un estudio llevado a cabo por el think-tank estadounidense Center for Global Development (CGD). Amanda Glassman, investigadora senior del centro y una de las autoras del informe, señalaba en su nota de presentación: “La velocidad de desarrollo y distribución de la vacuna covid-19 fue revolucionaria. Esto no es solo el resultado del esfuerzo de iniciativas como la de Covax y la de la Unión Africana, sino también una buena noticia para el futuro de la preparación y respuesta ante una pandemia”.

Cada uno de los gráficos describe la evolución de la cobertura (%) frente a las siguientes enfermedades o patógenos (de izda. a dcha. y de arriba abajo): DPT (frente a difteria, tétanos y tosferina), hepatitis B, HiB (frente a enfermedades respiratorias y meningitis), VPH (frente al cáncer cervical), paperas, neumococo, polio, rotavirus, rubeola, tuberculosis, fiebre amarilla y covid-19. Las zonas sombreadas indican el rango de diferencia entre países.
Cada uno de los gráficos describe la evolución de la cobertura (%) frente a las siguientes enfermedades o patógenos (de izda. a dcha. y de arriba abajo): DPT (frente a difteria, tétanos y tosferina), hepatitis B, HiB (frente a enfermedades respiratorias y meningitis), VPH (frente al cáncer cervical), paperas, neumococo, polio, rotavirus, rubeola, tuberculosis, fiebre amarilla y covid-19. Las zonas sombreadas indican el rango de diferencia entre países.FUENTE: CGD.

Dicho de otro modo, asegura Fanjul, la incapacidad o la negligencia de la comunidad internacional para hacer llegar un número aceptable de dosis a los países más pobres debe ser una razón para hacer mejor las cosas, no para ignorar la consecución histórica de este proceso en el resto del mundo.

7. Un arquitecto que nació en una aldea sin electricidad gana el mayor premio de su sector

El 27 de mayo de 2022, Diébédo Francis Kéré recibió el premio Pritzker 2022, el mayor galardón internacional de arquitectura. Original de Burkina Faso, su trayectoria comienza en Gando, donde nació, una aldea remota sin electricidad ni agua corriente. En esta entrevista con Joost Bastmeijer, explicaba su origen tradicional, su amor por la naturaleza y su persistente voluntad de cambiar la vida de sus compatriotas burkineses con su trabajo. Y de África entera...

Nadie en Gando (Burkina Faso), el pueblo del arquitecto Diébédo Francis Kéré, tenía estudios superiores. Él pudo estudiar por ser el primogénito del jefe. Por eso cuando se hizo arquitecto en Berlín regresó con donaciones para que sus 3.000 habitantes ayudaran a levantar esta escuela. Los niños movieron piedras, las mujeres llevaron agua y entre todos fabricaron los bloques de arcilla que aíslan un colegio coronado por un gran voladizo. El proyecto de 2001 ganó el Premio Aga Khan. Hoy Kéré ha ampliado la escuela, construido una biblioteca, varios proyectos en Malí y da clases en la Universidad de Harvard.
Nadie en Gando (Burkina Faso), el pueblo del arquitecto Diébédo Francis Kéré, tenía estudios superiores. Él pudo estudiar por ser el primogénito del jefe. Por eso cuando se hizo arquitecto en Berlín regresó con donaciones para que sus 3.000 habitantes ayudaran a levantar esta escuela. Los niños movieron piedras, las mujeres llevaron agua y entre todos fabricaron los bloques de arcilla que aíslan un colegio coronado por un gran voladizo. El proyecto de 2001 ganó el Premio Aga Khan. Hoy Kéré ha ampliado la escuela, construido una biblioteca, varios proyectos en Malí y da clases en la Universidad de Harvard.Jan Ouwerkerk

Entre otras muchas frases interesantes, esta nos pareció acertadísima: “Los jóvenes suelen decir: ‘Somos pobres, necesitamos ayuda de los demás’. Y eso es lo que más odio. Si le dices a un hombre o una mujer joven que África es pobre y Europa es rica, te creerán y querrán emigrar. Debemos cambiar el paradigma. Con el reconocimiento que tengo ahora me siento lo suficientemente seguro para decir: ‘Deja ya de culpar a los demás’. Por supuesto, todos sufrimos por el pasado. ¿Pero qué pasa con el presente?”.

8. Pat García-González: “Las nuevas medicinas para el cáncer que salen no van a llegar nunca a la mayoría de los países”

Parece que el acceso a la salud como derecho humano interesa. Se leyó mucho una entrevista que le hizo Lucía Foraster Garriga a Pat García-González. Es cofundadora y directora ejecutiva de The Max Foundation, organización que ha pasado los últimos 25 años facilitando el acceso al tratamiento del cáncer en países de ingresos bajos y medios, donde se produce el 70% de las muertes en el mundo por esta dolencia.

Tenemos que entender que el cáncer es un problema global
Pat García-González. Es cofundadora y directora ejecutiva de ‘The Max Foundation’

García-González considera que hay en cambiar la mentalidad de la gente que desarrolla estos fármacos, y es lo que ella intenta. “Siempre les pregunto a los investigadores: ‘Cuando piensan en el paciente que necesita el medicamento, ¿quién es? ¿Cómo es? ¿Dónde está?”. Porque, asegura, “tenemos que entender que el cáncer es un problema global”.

9. El relato de tres inmigrantes africanos: “En Qatar la gente literalmente trabaja hasta la muerte”

Este diciembre, mientras el Mundial de Qatar seguía su curso y la afición global vibraba de emoción con las semifinales a las puertas, Joost Bastmeijer entrevistó en Nairobi, Kenia, a tres trabajadores que viajaron desde África para trabajar en el pequeño país del golfo Pérsico. Su testimonio evidencia los abusos a los que han sido sometidos los migrantes, gracias a cuya mano de obra este Mundial ha sido, en buena medida, posible.

Inmigrantes Qatar
Malcolm Bidali, keniano que ha trabajado como guardia de seguridad en el Mundial de Qatar, posa en un cafetal de Nairobi, Kenia.Joost Bastmeijer

Han levantado estadios, trabajado como guardias de seguridad y técnicos de mantenimiento, entre otras ocupaciones. Lo han hecho a menudo en condiciones abusivas y de explotación laboral y miles de ellos incluso han muerto en el tajo, según denuncian desde hace años numerosas organizaciones de derechos humanos. El Parlamento Europeo ha pedido compensaciones para las familias de las víctimas. Las autoridades cataríes reconocen entre 400 y 500 fallecidos, pero acusan a la prensa de querer enturbiar el éxito del Mundial poniendo el énfasis en las violaciones de derechos humanos. Otras investigaciones elevan la cifra a al menos 6.500.

Además de la frase que este artículo llevaba por titular, Malcolm Bidali, que trabajó allí como guardia de seguridad, declaraba: “Hay sangre en los estadios que se ven en televisión”. Aunque los abusos a los que han sido sometidos los trabajadores eran de sobras conocidos, esta pieza llamó mucho la atención, quizás por la contradicción y la ambigüedad que nos ha rodeado durante este campeonato.

10. Las kenianas dicen ‘no’ a las compresas y tampones cutres

Cerramos esta clasificación igual que la abrimos: con la menstruación. En Kenia, contaba a mediados de julio de 2022 Rahab Gakuru, conseguir productos de higiene menstrual decentes es un dolor peor que el de la propia regla. Como en Sudán del Sur.

Pero cada vez hay más mujeres emprendedoras que lanzan al mercado productos menstruales en el continente. Como la actriz, modelo y empresaria Ebby Weyime, que ha creado una plataforma en la que las mujeres pueden hablar abiertamente de la angustia que sufren a causa de la menstruación sin avergonzarse. Weyime siempre tuvo problemas con las compresas y los tampones. Eran caros, el flujo se escapaba, tenían un olor muy desagradable y la dejaban húmeda e incómoda. Necesitaba una solución, un producto que resolviera el problema, ahorrara dinero y fuera respetuoso con el medio ambiente. “Descubrí la copa menstrual. La regla cambió para siempre”, cuenta. The Grace Cup, que lanzó al mercado en julio de 2017, es la primera y única marca de copas menstruales de Kenia. También vende compresas de tela.

Repetimos: creemos que hay que hablar de la regla, entre otras razones, porque la mitad de la población mundial menstrua.

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