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Una emprendedora vietnamita ha evitado la emisión de toneladas de CO2 en seis años

Tran Thi Khanh Trang inició en 2015 Far Green, una empresa social que trabaja con una red de agricultores para cultivar y vender hongos gourmet

Tran Thi Khanh Trang en los arrozales.
Tran Thi Khanh Trang en los arrozales.Far Green

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La vietnamita Tran Thi Khanh Trang, de 34 años y un máster en la Universidad de Colorado, nunca pensó que se dedicaría a la agricultura, porque en su país muchos jóvenes de su edad aspiran a dejar atrás las zonas rurales para buscar trabajo en las grandes ciudades. Sin embargo, fue su pasión por cuidar del medio ambiente lo que la empujó a emprender un proyecto de cultivo sostenible, y el que ella misma llama “el proyecto de su vida”.

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En 2015 Trang creó Far Green, un sistema que permite ayudar a las comunidades de siembra de arroz a no quemar la paja que sobra después de la cosecha, y en su lugar, utilizarla para obtener más ingresos mediante el cultivo de hongos gourmet y el enriquecimiento del suelo de sus campos. “Con este trabajo, hemos conseguido evitar que 600 toneladas de C0² se liberen al medio ambiente en seis años”, dice.

La fuente de inspiración de Trang para convertirse en activista nació de su relación con el río que fluía en la parte trasera de la casa de sus padres, donde vivía cuando era pequeña en la provincia vietnamita de Ha Nam. En el pasado, el río actuaba como línea divisoria entre una ciudad comercial y un área agrícola. Pero debido al fuerte proceso de industrialización que está experimentando esta zona, cuenta que fue testigo de “muchos cambios en las comunidades que viven a su orillas y todo el ecosistema que los rodea”.

La joven fue la primera persona de su familia en recibir una educación superior. Como muchos vietnamitas con pocos recursos, sus padres no tenían el apoyo financiero suficiente, ni veían la necesidad de dejar que alguno de sus hijos pudiera llegar más allá de Secundaria.

Trang cuenta que tuvo “mucha suerte”, porque estuvo rodeada de libros desde que era una niña. Sus padres tenían que comprarlos para poder romperlos y usarlos como envoltorio de los bocadillos que vendían en el mercado. Así que ella tenía una biblioteca debajo de su cama y pasaba mucho tiempo sola, ya que ellos estaban ocupados hasta altas horas de la noche.

El 70% de la población proviene de familias de agricultores, aunque también son las familias de campesinos las que tienen menos recursos

Después de terminar la escuela Primaria, Trang fue seleccionada para unirse a la escuela Secundaria de nivel provincial para estudiantes superdotados y se especializó en matemáticas y ciencias naturales. Siendo una niña tranquila y bastante “ratón de biblioteca”, como ella se define, su entorno pensaba que se convertiría en profesora de matemáticas, pero perdió un par de puntos en el examen de ingreso y terminó por estudiar inglés. La primera vez que se acercaba a este idioma.

El tiempo en la universidad fue un punto de inflexión importante para ella, porque le ayudó a encontrar su pasión en el trabajo de desarrollo comunitario a través de actividades de voluntariado y empleos a tiempo parcial. Comenzó a trabajar para organizaciones internacionales de desarrollo después de graduarse, y gracias a esto, aprendió más sobre el desarrollo sostenible. Terminó estudiando un máster en Empresas Sociales y Sostenibles Globales en la Universidad Estatal de Colorado, Estados Unidos, donde nació Far Green.

Al unirse al programa del máster, planteó el problema de la quema abierta de paja de arroz que había visto en todos los lugares a los que había ido en Vietnam y el Sudeste Asiático a través de un proyecto de investigación. Su profesor la animó a pensar en construir un negocio sostenible para resolver el problema. A lo largo de su investigación, Trang buscó muchas soluciones diferentes que la gente ha estado haciendo en todo el mundo, pero le llamó la atención un pequeño artículo sobre el uso de paja de arroz como base para cultivar hongos y el uso de lo sobrante como fertilizante.

Los productos de Far Green se han servido en hoteles y restaurantes de alta gama, como el hotel Metropole de Hanoi

Este hallazgo provocó una idea que siempre había estado buscando: construir un modelo de economía circular, cultivando los hongos gourmet, al tiempo que cuida del suelo del campo. Sus productos se han servido en hoteles y restaurantes de alta gama, como el Metropole de Hanoi, donde el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, se reunieron para una cumbre en 2019.

Antes de la llegada de la covid, la joven contaba con una red de aproximadamente 70 agricultores en tres comunidades agrícolas diferentes en Vietnam: Thai Binh, Ha Nam y Gia Lai. Su trabajo, dice, ha ayudado a las familias a permanecer juntas”. “Las madres tienen más tiempo para estar en casa con sus hijos y muchas personas de la comunidad se han unido activamente al trabajo que protege su propio medio ambiente y sus sistemas alimentarios”, remarca.

Un paso tras otro y con cada vez más manos amigas, el proyecto ha ido creciendo. “Todavía hay mucho que hacer para desarrollar la capacidad de que la gente local participe y tome el liderazgo. Por ejemplo, fomentar asociaciones con diferentes partes interesadas en el ecosistema: los clientes que compran los productos, los institutos de investigación y las escuelas que ayudan a concienciar y preparar a las próximas generaciones”, dice. Más allá de esto, también trabajan en su plan de expansión. Ella se enorgullece de que en 2025 Far Green se expandirá a otros países de Asia, como Camboya, Tailandia, Filipinas e India.

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