Los besos en el pan

Desde uno de los inigualables universos de Almudena Grandes, me viene a la mente la historia de Martina en Los besos en el pan: la abuela que en un recién estrenado otoño decidió afrontar su soledad llevándole la contraria al calendario y colocando el árbol de Navidad para cobijar la alegría y evitar que se amontonara la tristeza a su alrededor. Nosotros, en estos días que nos recuerdan nuestras ausencias, atrapados en un universo paralelo, preferimos arrancar la hoja del almanaque y empaparnos de la aflicción con aquello de “cualquier tiempo pasado fue mejor”, donde los familiares eran directamente proporcionales a la felicidad que se respiraba en nuestros hogares. Quizá no nos venga nada mal aprender a resignificar la Navidad como Martina. Quizá la magia que se cuela estos días por nuestras rendijas sea la oportunidad idónea para transformar el prisma nostálgico con el que concebimos la ilusión y el júbilo del espíritu navideño.

Germán Jiménez Pareja. Archidona (Málaga)

Santas pascuas

Busco desesperadamente un agujero de gusano que me permita amanecer en la mañana del día 7 de enero. Un portal espacio-tiempo que me aleje a la velocidad de la luz de las luces de Navidad, los villancicos, la paz de canela, el amor de mazapán y los cuñados y las cuñadas que en el mundo son. Un salto cósmico que me aleje del carillón, los cuartos, las uvas, el confeti y los brindis con cava o champán. En estas fechas de consumo y doblez paroxística quisiera estar en una remota isla del Orinoco. Sí, no tengo reparos en admitirlo: no soporto el “felices fiestas y próspero año nuevo”. Y no, no estoy amargado; simplemente el Adviento me produce desaliento.

F. Javier Santos. Porto do Son (A Coruña)

La dana y el medio ambiente

Se cumplen dos meses de la dana que provocó una gran catástrofe en Valencia. Seguiremos hablando de las pérdidas humanas, por supuesto. ¿Pero dónde quedó el desastre ecológico y por qué no se habla de él? Aunque la vida humana prime para el Homo sapiens, esta sería inconcebible sin toda la naturaleza que le rodea. Es el momento de poner en manifiesto la urgencia de la adopción de medidas de corrección y prevención del medio natural, dándole la importancia que realmente merece. Y aquí el cambio aún es posible, aunque solo de la mano de un compromiso político y social más firme que nunca.

Candela Cera Vázquez. Huelva

Tragedia humana

Este 2024 va a acabar con un número de muertes en nuestras fronteras sin precedentes: 10.457 personas han fallecido o desaparecido en su intento de migrar a España, según el informe de la organización Caminando Fronteras. Cada día, 30 personas han perdido la vida en aguas fronterizas en busca de una mejor vida. Y mientras tanto, aquí, rastreando y averiguando quién filtró los mensajes falsos del novio de Ayuso o qué ha hecho Begoña Gómez. Los dramas humanos no tienen fronteras. Y el mundo entero debería estar estudiando como acabar con ellos. No es una ideología; es un drama.

Julio García-Casarrubios. Valdepeñas (Ciudad Real)