Contra la lengua común
Como las lenguas cooficiales lo son en algunos territorios pero no en todo el Estado, y nos parece bien que se utilicen en el Congreso, es obvio que aquellas que la Constitución no reconoce como oficiales también deberían hablarse en la Cámara


La reforma exprés del Reglamento que ha presentado el PSOE, con firmas de Sumar, Esquerra Republicana de Catalunya, EH Bildu, PNV y Bloque Nacionalista Galego, para que se puedan usar las lenguas cooficiales en el Congreso es un paso en la buena dirección. Que unas personas que tienen una lengua común decidan emplear las lenguas que no comparten —y que no comparten con muchos de sus representados— para conversar entre ellas es una muestra inequívoca de progreso. Pero es insuficiente. El diputado de Sumar Jorge Pueyo dijo que se debía hablar también en aragonés. Otros han pedido que se emplee el asturiano. De ser así, en los parlamentos autonómicos no se utilizarían esas lenguas, pero en el nacional sí. Cosas más raras se han visto: un teórico del pluralismo reprochó a Salvador Illa que empleara en el Parlament la lengua cooficial y mayoritaria de la población de Cataluña; Alberto Núñez Feijóo habla una lengua cooficial, a diferencia del presidente Sánchez, adalid de la diversidad.
Como las lenguas cooficiales lo son en algunos territorios, pero no en todo el Estado, y como nos parece bien que se utilicen en el Congreso, es obvio que las lenguas que la Constitución no reconoce como oficiales también deberían hablarse en la Cámara. Uno podría preguntarse por qué otros idiomas que se emplean en España, como el árabe o el rumano, carecen de ese espacio. Pero tampoco deberíamos detenernos ahí. El aragonés, el catalán o el castellano tienen variedades, como todas las lenguas. ¿Por qué privilegiar una y desdeñar otra? Si estamos contra la koiné debemos estar contra la koiné hasta las últimas consecuencias. Una política verdaderamente ambiciosa no se detendría en las lenguas ni en los dialectos, que son elementos superficiales de la diversidad: nuestro objetivo debe ser el idiolecto. El guirigay será la alegoría de nuestra maravillosa individualidad intransferible, de nuestra irreductible soledad metafísica. Supondrá reconocer que cada ser humano habla una lengua distinta y que, como todo el mundo sabe, la comunicación es imposible. Los referentes cambian, la experiencia es incomparable, las imágenes mentales difieren y nadie sabe lo que el otro quiere decir: nadie sabe, en puridad, lo que uno mismo quiere decir. Un intérprete especializado y quizá ideal nos ayudará a entender lo que pensamos: desde ese gozoso estado de confusión, regresaremos lenta y laboriosamente hacia las lenguas compartidas.
@gascondaniel
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
La jueza de la dana rechaza de plano citar a Rufián por mostrar en el Congreso un trozo de cuerda de una niña ahogada
Moreno defiende el “compromiso ético” de los periodistas frente a los pseudomedios
Hacienda requerirá a Salinas Pliego el pago de 51.000 millones de pesos en enero
Ucrania ataca por primera vez a un petrolero de la flota fantasma rusa en el Mediterráneo
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los pagos del Gobierno de Ayuso a Quirón engordan con facturas de hace una década y sin pagar desde tiempos de Cifuentes
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”






























































