La enseñanza debe ser de calidad
Los lectores escriben sobre el respeto a la educación, los problemas en La Línea de la Concepción, la crisis climática y el bono cultural joven
Después de lo leído en EL PAÍS sobre la nueva Selectividad, he de decir que hay cosas que me parecen positivas y otras que echo en falta y que creo que son realmente importantes. Estoy de acuerdo con el objetivo que ha abierto el informe PISA y que analiza los sistemas educativos de 81 países, evaluando el rendimiento académico de los alumnos en matemáticas, ciencia y lectura. Se habla de fortalecer sus habilidades para que sepan razonar y tener los recursos suficientes para solucionar los problemas que la realidad plantea. Lo que no me parece bien es que el mayor problema de la enseñanza en España es que siempre ha tenido que bailar al ritmo que marcaba la política. Según el signo político del Gobierno, se ha ido cambiando la normativa de Educación. También me preocupa que hay aspectos que no se nombran demasiado y que pasan un poco desapercibidos, como el empeño, la dedicación, la atención, el respeto, la memoria... Todo aquello que tenga que ver con el esfuerzo ha de tener cabida y se ha de potenciar en el sistema educativo.
Gema Abad Ballarín. Reus (Tarragona)
La Línea existe
Vuelvo a La Línea de la Concepción en verano y vuelvo a comprobar el abandono de las infraestructuras supramunicipales: el antiguo hospital, la Ayudantía de Marina y la Cruz Roja, tapiadas; la carretera de entrada a La Línea, sin comenzar; el edificio de la comisaría de policía, los juzgados y el cuartel, tercermundistas. ¿Hay algún motivo para tratar y despreciar así a La Línea? Los linenses que vivimos fuera no entendemos esta falta de inversión en infraestructuras públicas. Confiamos en la capacidad de gestión de Juan Manuel Moreno, que aún no se ha notado en esta estratégica ciudad.
Rosario Bachiller Luque. Valladolid
¿Podemos pararlo?
Es evidente el cambio climático y las consecuencias que sufrimos ya. Según los expertos, los próximos veranos serán peores. El primo, el familiar de algún político que considera que no es nada y se alinea con los negacionistas que se resisten a admitirlo. El listo, las industrias y multinacionales que contaminan y degradan el medio ambiente y que prefieren pagar las multas antes que evitarlo. La inmensa mayoría de los ciudadanos reciclamos, cumplimos las normas que nos dicen. La mayoría de los políticos quieren resolverlo, pero no pueden. Los listos sí pueden, pero no quieren renunciar a nada y no les importa dejar el planeta inhabitable para futuras generaciones. La pregunta es: ¿podemos pararlos entre todos?
Vicente Fuentes Paraíso. Madrid
Bono cultural joven
Acabo de cumplir 18 años. Como a todos los jóvenes de mi edad, el Gobierno me ha prometido un bono cultural de 400 euros. Me pareció una medida extraordinaria para visitar museos o ir al teatro, algo que dejé de hacer. Ahora bien, dos semanas después de que se iniciase el plazo para solicitar el bono, y a pesar de dedicarle varias horas cada día a intentarlo, sigo sin poder completarlo. El servidor tiene grandes problemas y no es posible iniciar siquiera el trámite. Me parece una vergüenza que semejante medida se vea opacada por la incompetencia de los responsables. No solo está en juego la cultura en los jóvenes, sino también la confianza de toda una generación en nuestra democracia. Ellos verán.
Martín Seoane Ampudia. Madrid
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