_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Diversidad: ¿el nuevo ‘greenwashing’?

Durante años muchas empresas han hecho propaganda verde, poniéndose la medalla del respeto al medioambiente, sin modificar gran cosa. Ahora la inclusión parece el lugar donde hay que estar

Ana Fuentes
Protestas trabajadores
Protesta de trabajadores de Amazon contra el racismo.Erik McGregor (LightRocket via Getty Images)
Más información
Biden: “El racismo sistémico es una mancha en el alma de Estados Unidos”

Ya ha pasado un año desde que un agente blanco asfixió hasta la muerte al afroamericano George Floyd en una calle de Minneapolis. La Casa Blanca ha reconocido algo tan crudo como que en Estados Unidos el racismo es sistémico. El movimiento Black Lives Matter, que lidera las denuncias por discriminación racial, se ha hecho más fuerte. Gracias a él se sigue hablando de lo que a uno le toca si es negro en Estados Unidos: ensañamiento policial, peores infraestructuras, tecnología sesgada, discriminación en el trabajo. El racismo y la falta de diversidad son problemas graves que no se pueden banalizar. Pero algunas corporaciones americanas lo están haciendo. Se aprovechan de la coyuntura para lavar su imagen sin producir cambios reales.

Decenas de empresas del Fortune 500 han nombrado en los últimos meses encargados de diversidad o CDO, Chief Diversity Officers. No parece estar funcionando. Pocos duran en el cargo; la rotación es sorprendente. Muchos se quejan de que les han dado un cargo hueco, sin presupuesto. Sus puestos tienen mucho de relaciones públicas y poco de sustancia para el cambio. Están frustrados y, en cuanto pueden, se van. Los consultores que asesoran al sector privado insisten: si de verdad les importa diversificar sus plantillas, inviertan dinero y auditen resultados. Pero es tiempo de recortes. En algunas organizaciones no se ha contratado a nadie, sino que se ha nombrado a algunos afroamericanos y latinos “agentes del cambio”, colocándolos al frente de comités para captar talento y organizar eventos. No les han subido el sueldo.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Las políticas corporativas de inclusión corren el riesgo de convertirse en el nuevo greenwashing. Durante años muchas empresas han hecho propaganda verde, poniéndose la medalla del respeto al medioambiente, sin modificar gran cosa. Ahora la inclusión parece el lugar donde hay que estar. “Nuestras marcas buscan ser más inclusivas y generar conversación”, anuncia la multinacional Procter&Gamble en su página web. No se puede dejar más claro: el objetivo es conseguir titulares en los medios, aparecer en paneles, organizar premios sobre igualdad. Amazon suele sacar una pancarta en las manifestaciones del Orgullo. Aunque, de puertas para adentro, tiene repartidores —blancos y negros— orinando en botellas porque si paran la furgoneta para ir al baño no les da tiempo a completar la ruta.

Lo bueno es que la impostura está saliendo a la luz. Y, si miramos lo que ha pasado con el medioambiente, tras un periodo de superficialidad y marketing, el interés económico ha acabado propiciando un cambio real: las industrias más contaminantes, como las petroleras, están invirtiendo millones en tecnología limpia. Son conscientes de que lo necesitan para sobrevivir. Esperemos que ocurra lo mismo con la diversidad en las empresas, y que se consiga centrar el foco, atajando en serio la discriminación y la precariedad. Al fin y al cabo, ¿de qué sirve una fiesta por la inclusión si a uno no le dejan ni sindicarse? @anafuentesf

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ana Fuentes
Periodista. Presenta el podcast 'Hoy en EL PAÍS' y colabora con A vivir que son dos días. Fue corresponsal en París, Pekín y Nueva York. Su libro Hablan los chinos (Penguin, 2012) ganó el Latino Book Awards de no ficción. Se licenció en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y la Sorbona de París, y es máster de Periodismo El País/UAM.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_