
La guerra y lo banal
De pronto, las discusiones y los pleitos pierden su sentido y la condición humana se desnuda de una forma radical y poética

De pronto, las discusiones y los pleitos pierden su sentido y la condición humana se desnuda de una forma radical y poética

La periodista Margaryta Yakovenko tiene casi 30 años y su país, Ucrania, 31. En esta crónica cuenta cómo viven su generación y su familia estos días de tensión

Tal vez haya un día en que asumamos que no existen los españoles de pura cepa. Parece fácil, pero los hijos de la inmigración saben que no lo es

Margaryta Yakovenko retrata en ‘Desencajada’ el universo de los hijos de la inmigración y el desarraigo