La UE promete una inversión de 45.000 millones de euros a América Latina para contrarrestar el empuje de China
Lula y Von der Leyen confían en que el acuerdo comercial de Mercosur se cierre antes de final de año
La Unión Europea corteja a América Latina y al Caribe. En la antesala de la primera cumbre que se celebra en ocho años con la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y en el transcurso de un relevante foro empresarial en Bruselas, la Comisión Europea ha prometido este lunes 45.000 millones de euros (50.500 millones de dólares) en planes de financiación para la región, a través de su herramienta Global Gateway, pensada para contrarrestar la Nueva Ruta de la Seda que promueve China, segundo socio comercial ya de la región. El desembolso, anunciado por la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, tendrá 10.000 millones de euros de la UE y aportaciones de Estados miembros. Entre ellos, destacan los 9.400 millones de España, como adelantó EL PAÍS, y los 11.000 que proporcionará Francia, según fuentes comunitarias. “América Latina y el Caribe y Europa nos necesitamos mutuamente. Mucho más que nunca”, ha resaltado Von der Leyen en la apertura del foro empresarial en Bruselas, en el que ha advertido sobre la “creciente asertividad de China”. La jefa del Ejecutivo comunitario y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se han mostrado optimistas sobre la posibilidad de cerrar el esperado acuerdo con Mercosur este año. De rubricarse, ese pacto, que supone allanar el comercio con Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, se convertirá en el más importante de la UE por volumen de intercambios.
En paralelo, la Comisión Europea ha anunciado una nueva hoja de ruta en forma de agenda de inversiones en la que ha identificado más de un centenar de proyectos de inversión en América Latina y el Caribe que pueden ser interesantes para las empresas y organismos europeos. Entre los 130 planes, hay uno en República Dominicana de gestión integrada de agua y residuos; otros en Brasil y Colombia de eficiencia energética y promoción del hidrógeno verde y también de modernización de los servicios públicos de aguas potables. En la lista también figura una iniciativa de movilidad de transporte eléctrico en Uruguay o Costa Rica, así como parques industriales en México.
Escarmentada por las consecuencias de su dependencia de Rusia en energía y convencida de la necesidad de actuar frente al empuje de China, la UE busca nuevos socios fiables, sobre todo en políticas cruciales como la energía verde y las materias primas esenciales. “Todos podemos ganar con una relación más cercana”, ha remarcado el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en la inauguración del foro. “Europa y la Celac nos encontramos en una situación que calificaría de esperanzadora, inmejorable, para aunar necesidades e intereses en diversas áreas”, ha añadido Sánchez, que se ha referido a materias primas esenciales, digitalización, hidrógeno verde, cohesión social o energías renovables.
España, que ostenta este semestre la presidencia de turno del Consejo de la UE, ha puesto grandes esfuerzos en la cumbre con la Celac y la ha diseñado para que sea el gran pistoletazo de salida de esta etapa. Además, Sánchez, uno de los principales promotores de la cumbre, ha hecho varios viajes a Latinoamérica para garantizarse el máximo número posible de líderes en la reunión de alto nivel y ha entablado compromisos personales con los países más relevantes para garantizar los resultados de la cumbre.
No es sencillo. El objetivo prioritario es revitalizar mediante esta cita unas relaciones que han estado en punto muerto durante años, pero hay desencuentros sobre cómo debe expresarse la condena a Rusia por la guerra a gran escala emprendida en Ucrania. Los términos concretos aún se discuten para la declaración final. Además de ese elemento, existen ciertas fricciones sobre el acuerdo comercial de la UE con Mercosur, paralizado durante años y en el que ahora se debate sobre un compromiso adicional con el que el bloque comunitario quiere incluir regulaciones medioambientales que disgustan a los socios americanos. Esos países consideran que no es más que otra fórmula de proteccionismo y que les perjudicará.
Pese a estas objeciones, el presidente brasileño ha dejado una puerta abierta al consenso este lunes en el foro empresarial y ha asegurado que hay opciones de que se cierre antes de que acabe 2023. “Un acuerdo equilibrado entre Mercosur y la Unión Europea, que pretendemos concluir este año, abrirá nuevos horizontes”, ha remarcado Lula. “Queremos un acuerdo que preserve las capacidades de las partes y que responda a los desafíos presentes y futuros”, ha añadido. Von der Leyen incidió en que el acuerdo está “al alcance de la mano”. “Nuestra ambición es resolver las diferencias restantes lo antes posible”, ha dicho la presidenta de la Comisión Europea.
La UE ha reconocido que ha descuidado durante estos años a la región de Latinoamérica y el Caribe. Ahora es momento de nuevo de estrechar lazos con una cumbre en la que participan 25 de los 27 líderes de la UE y la mayoría de los 33 de la Celac. A la vez, el foro empresarial ha acogido a empresas como las españolas Iberdrola, Balearia, Acciona, Telefónica, Hispasat, el Banco Santander y el BBVA, la alemana Siemens Energy AG, la italiana Enel, las francesas HDF Energy y Eramet, las finlandesas Metso y Nokia, la sueca Ericsson o las brasileñas ABEÉolica y Voltz Motors.
Un crecimiento “más inclusivo y sostenible”
El presidente de CAF —banco de desarrollo de América Latina y el Caribe—, Sergio Díaz-Granados, celebró la agenda de inversión anunciada por la presidenta de la Comisión Europea para lograr un crecimiento “más inclusivo y sostenible” en la región que, dijo, debe ser vista como socia y no solamente como proveedora de recursos. “No queremos que América Latina y el Caribe sean vistos como una región de extracción de materias primas, sino como un socio en la solución de los desafíos”, dijo.
Díaz-Granados destacó que la presidencia española del Consejo de la Unión Europea permitirá estrechar lazos entre los dos continentes y aumentar la integración económica. En ese sentido, abogó por la firma del acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur. De materializarse, dijo, “la UE tendría acuerdos con un 94% del PIB de América Latina, comparado con un 44% de Estados Unidos y 14% de China”.
“América Latina y el Caribe pueden ser una parte importante de la solución a los desafíos globales”, dijo, por su parte, Ilan Goldfajn, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quien destacó en su discurso cómo estas nuevas oportunidades pueden ser muy atractivas para el sector privado.
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