‘Mi bebito fiu fiu’, el fenómeno mundial que viralizó uno de los mil escándalos de la política peruana
El productor Tito Silva musicalizó mensajes amorosos de una excandidata al Congreso supuestamente vinculada al expresidente Martín Vizcarra y el tema se ha convertido en un bum imparable y pegadizo
Un texto romántico sobre la supuesta infidelidad de un expresidente. La melodía de una canción de hace dos décadas popularizada por Dido y Eminem. Y una adaptación que ha llevado al músico peruano Alberto Silva Reyes, más conocido como Tito Silva Music, de 30 años, a tocar el techo de internet. Ocurrió esta semana, cuando el streamer Ibai Llanos y el rapero puertorriqueño Bad Bunny, entre otras estrellas, mencionaron y cantaron su balada Mi bebito fiu fiu, lanzada en Youtube el pasado 20 de mayo. Desde entonces, la canción acumula más de diez millones de vistas y el lunes Spotify la ubicó como la primera en el Top 50 de éxitos virales antes de retirarla por presunta violación de derechos.
La letra, ha explicado Silva, toma prestadas frases de un texto publicado en 2014 por Zully Pinchi, exaspirante al Congreso que protagonizó un escándalo mediático cuando la prensa publicó capturas de pantalla de una supuesta conversación, a través de WhatsApp, con el expresidente Vizcarra. De ahí surge, de hecho, el título mismo de la canción. Sobre la base musical del hit Stan, Tefi Céspedes, community manager de Tito Silva y cantante aficionada, interpreta el tema y protagoniza el vídeo, grabado en una habitación cuyas paredes tienen fotos del exmandatario. Cuando el vídeo empezó a hacerse viral en Perú, la primera semana de junio, Céspedes contó en un programa de televisión que a partir de las palabras de Pinchi imaginaron la historia de una chica que se desilusiona al darse cuenta de que no puede ser la enamorada del exmandatario, porque está casado.
El Congreso destituyó en noviembre de 2020 a Vizcarra, cuando afrontaba una investigación fiscal por una supuesta recepción de sobornos durante su período como gobernador regional en 2014. Vizcarra postuló al Parlamento en 2021 y ganó un escaño, pero fue inhabilitado para ejercer cargos públicos y no pudo asumir. La canción con la que el músico peruano ha alcanzado notoriedad es una de muchas que congenian su habilidad musical y su atención a la actualidad en un país que vive en una crisis política interminable desde marzo de 2018.
En mayo de 2019, cuando la prensa peruana estaba enfocada en un gran escándalo de corrupción en el sistema de justicia peruano por la filtración de decenas de audios de conversaciones telefónicas entre magistrados, litigantes y políticos, Silva musicalizó uno de esos diálogos con la melodía de El Hombre Araña. El hoy destituido juez supremo y prófugo César Hinostroza se refería en esa conversación a una reunión con la “Señora K”, es decir, la lideresa opositora Keiko Fujimori, quien esperaba una casación de dicho juez para que anulen una investigación fiscal en su contra. España ordenó la extradición de Hinostroza la semana pasada, pero el abogado ha fugado de ese país, informó este martes un procurador anticorrupción peruano.
El músico cuenta que sus seguidores le ayudan a decidir qué episodios de los políticos peruanos musicalizar, pues lo etiquetan en los medios sociales cada vez que hay frases o hechos desafortunados. “Yo prefiero no opinar: uso mucho la ironía. Mi idioma es a través de la música”, explicó en una entrevista reciente en televisión.
Este último éxito llega también seis años después de que grabara las versiones andina y en reggaetón del tema de la serie Stranger Things o la música de Walking Dead en arreglo de cumbia. En plena cuarentena por la covid, Silva realizó conciertos en streaming desde su casa con la ayuda de un productor audiovisual que lo colocaba como DJ en un escenario con efectos de humo, iluminación, manos que aplaudían y hasta vendedores ambulantes: todo hecho de píxeles.
Una vida buscando la música
Silva ha relatado a la prensa peruana que su abuela le inculcó el amor a la música cuando era niño y entonces aprendió a tocar algunos instrumentos. Cuando salió de la escuela, estudió marketing un par de años, pero abandonó la carrera para formarse en producción musical en otra universidad. Uno de sus compañeros de aquellos años, Pedro Callán, ha contado que su amigo trabajó en una orquesta para pagar los estudios. Silva se dedicó casi cinco años a musicalizar series y componer jingles publicitarios en una casa realizadora en Lima, pero perdió su trabajo en el primer año de la pandemia. Entonces se lanzó del todo a lo que empezó en 2016 y que lo inspiraba más, crear versiones de canciones y mashups —unir voces de artistas que nunca hicieron un dúo— y subirlas a sus redes.
En mayo de 2020, en un momento gravísimo de la pandemia en Perú, realizó su primer concierto en streaming y en agosto, aún en cuarentena, hizo otro por el 146º aniversario de un distrito de Lima. Allí presentó, entre muchas creaciones, un remix de la voz de la poeta de la Generación del 50, Blanca Varela, con música electrónica y, luego, una versión de la Novena Sinfonía de Beethoven en chicha, un género tropical peruano.
Dos años después, según ha señalado en varias entrevistas recientes, puede vivir de lo que gana por el contenido que crea. El youtuber mexicano Luisito Comunica y el tiktoker e influencer Kunno también han contribuido a convertir Bebito fiu fiu en tendencia mundial esta semana. El primero cantó un fragmento y comentó que le gustaría escuchar la versión en metal; y el vídeo de Kunno bailando el tema superó las 800.000 vistas. Pocas horas después, circuló en plataformas digitales una versión en heavy metal de la balada y no es la primera que surge en otro género. Además, cuentas oficiales en redes de plataformas como HBO y Netflix, la del canal MTV y la del Real Madrid, por mencionar algunas, han aprovechado para sumarse también al fenómeno viral.
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