Biden y Sánchez pactan ampliar en un 50% los destructores en la base de Rota
“España es un aliado indispensable”, asegura el presidente de EE UU en La Moncloa. El texto recoge un compromiso para colaborar frente a los “retos de la inmigración irregular en el norte de África”
“España es un aliado indispensable”. Joe Biden ha dejado claro así en La Moncloa, tras su primera entrevista formal con Pedro Sánchez desde que es presidente de Estados Unidos, cómo se está reforzando la relación entre estos dos gobiernos de signo político similar en el marco de la cumbre de la OTAN en Madrid, después de años de distancia, en especial en la etapa de Donald Trump, entre 2017 y 2021. “Puede contar con España como sólido aliado”, ha rematado el presidente del Gobierno español a las palabras de Biden. La cita, de una hora, muy buscada por el Ejecutivo desde hace año y medio, ha consolidado la imagen de España como aliado estratégico de EE UU en un momento decisivo, con la guerra de Ucrania aún en su apogeo. Ambos han tenido palabras muy duras para el presidente ruso, Vladímir Putin, y han lanzado mensajes de refuerzo de la OTAN. “España y Estados Unidos somos aliados, compartimos la voluntad de promover la democracia, la libertad, los derechos humanos”, ha insistido el jefe del Gobierno español.
La reunión, según fuentes de La Moncloa, se ha desarrollado en un clima de gran cercanía y Biden ha agradecido mucho la posición de España en la guerra de Ucrania. “Quiero agradecerte tu liderazgo, Pedro. Estamos junto con Ucrania dándole todo lo que necesita para defenderse. Te doy las gracias a ti y al pueblo de España por dar la bienvenida a 140.000 refugiados ucranios. Esto refleja el espíritu del pueblo español y muestra tu liderazgo en tiempo de crisis. Esto nos hace aliados fuertes. Estados Unidos y España trabajan también en América Latina para reforzar las democracias y fortalecer nuestras políticas de inmigración. La declaración conjunta refleja la gran amplitud de nuestra cooperación. Gracias, Pedro, por tu amistad y por tu gran alianza”, ha asegurado Biden.
En la declaración final, además de la migración en América Latina, también se refieren a África, precisamente en un momento en que en España hay una fuerte polémica por la muerte de inmigrantes cuando intentaban saltar la valla en Melilla el pasado viernes. “España y Estados Unidos reconocen igualmente la importancia de una cooperación permanente en respuesta a los retos de la inmigración irregular en el norte de África”, señala el texto.
Además, España y EE UU se comprometen a “promover una inmigración segura, ordenada y regular”. “Ambos países tienen la intención de colaborar en un enfoque integral para la gestión de los flujos migratorios que garantice un trato justo y humano de los migrantes. Los socios también prevén coordinar esfuerzos para abordar las causas fundamentales de la inmigración irregular y trabajar para fortalecer las vías legales, con especial énfasis en los países de América Latina y el Caribe”. En la reunión, según fuentes de La Moncloa, Biden se ha interesado por los proyectos de “inmigración circular” de España y algunos países africanos, con temporeros que regresan a sus lugares de origen tras terminar su labor.
Sánchez y Biden han pactado la ampliación de la presencia militar de Estados Unidos en España, algo que interesaba especialmente a EE UU. El presidente estadounidense ha comunicado formalmente el propósito de su país de aumentar de cuatro a seis los destructores de la clase Arleigh Burke desplegados en la base naval de Rota (Cádiz). La previsión es incrementar también de 1.200 a 1.800 el número de marineros. España ha aceptado esta propuesta, y ahora se iniciará el proceso para hacerlo de manera formal, lo que obligará a reformar el convenio de cooperación de defensa con Estados Unidos, que data de 1988 y se prorroga automáticamente de año en año.
El Consejo de Ministros tendrá que aprobar la decisión y después deberá ser refrendada por el Congreso y el Senado, por lo que Sánchez tendrá que buscar apoyos parlamentarios. La declaración conjunta que han firmado ambos presidentes recoge este compromiso político, pero, consciente de que todo tendrá que pasar por el Parlamento, Sánchez ha dicho que ojalá esta ampliación se formalice “más pronto que tarde” porque esto “ayudará a la relación bilateral”.
La posibilidad de aumentar de cuatro a seis el número de destructores desplegados en Rota ya la planteó la Marina estadounidense bajo la Administración de Donald Trump, como una forma de garantizar la disponibilidad permanente de cuatro buques —habitualmente hay dos en reparación o mantenimiento— y evitar las largas travesías del Atlántico. En aquel momento, sin embargo, no se presentó la petición formal y se optó por sustituir los cuatro barcos llegados en 2014 y 2015 (UUS Donald Cook, USS Carney y USS Ross y USS Porter) por otros más modernos y equipados con helicópteros, lo que no obligaba a reformar el convenio y pedir la aprobación del Congreso. Los dos primeros fueron sustituidos por el USS Arleigh Burke y por el USS Roosevelt, pero el pasado día 18 se incorporó un quinto, el USS Paul Ignatius, que es el más moderno buque lanzamisiles desplegado por Estados Unidos en Europa, y se constituyó un escuadrón de helicópteros de ataque. Los destructores desplegados en Rota forman parte del escudo antimisiles de la OTAN, pero también realizan misiones unilaterales del Pentágono, han patrullado con frecuencia en el mar Negro e intervenido en operaciones de castigo contra el régimen de Bachar el Asad en Siria.
En la declaración conjunta difundida tras la reunión, ambos países apuestan por “la cooperación transatlántica para resolver las diferencias comerciales, económicas y tecnológicas”, una forma implícita de rechazar la imposición unilateral de sanciones y aranceles como los que todavía sufren empresas españolas en Estados Unidos, algunas derivadas de la reactivación de la Ley Helms Burton, que endurece el embargo a Cuba, por parte de la Administración de Trump. La Moncloa da mucha relevancia a esta declaración conjunta porque España y EE UU no habían hecho nada similar desde 2001, con José María Aznar en el poder, lo que muestra la importancia de este encuentro en Madrid.
Biden ha acudido a La Moncloa acompañado por el secretario de Estado, Antony Blinken, el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, y el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan. En la reunión han participado, por parte española, además del presidente, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, la ministra de Defensa, Margarita Robles, el secretario general de Asunto Económicos, Manuel de la Rocha, y Emma Aparici, directora del departamento de Asuntos Exteriores.
Biden ha aterrizado sobre las tres de la tarde en la base de Torrejón de Ardoz, donde ha sido recibido por el rey Felipe VI, procedente de Baviera (Alemania), donde participó en la reunión del G-7.
Previamente, por la mañana, Sánchez, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, han visitado el pabellón de la Feria de Muestras (Ifema) donde este miércoles y jueves se celebra la cumbre en la que la Alianza Atlántica decidirá su hoja de ruta para la próxima década. “El propósito es claro”, ha dicho el mandatario español. “Trasladar un mensaje de unidad por parte de los aliados, de unidad de las democracias que se unen para defender la libertad, la democracia, de la pluralidad política, de un orden internacional basado en reglas, en la carta de Naciones Unidas y la carta de Washington [en la que se basa la OTAN]”, en una clara referencia al contraste con Rusia y otros países totalitarios. La invasión de Ucrania por parte de Rusia centrará la cita, en la que participan más de 40 delegaciones de distintos países. Stoltenberg ha recalcado que espera “avanzar con la adhesión de Suecia y Finlandia”.
Antes de la cita de este martes en La Moncloa, Biden y Sánchez solo habían mantenido conversaciones fugaces con motivo de su coincidencia en la cumbre de la OTAN en Bruselas, en junio de 2021, y en la del G-20, en octubre pasado en Roma. Además, han mantenido varias conversaciones telefónicas, con motivo de la retirada de Afganistán, en agosto del año pasado, y en los últimos días, a propósito de la cumbre de Madrid. Aunque La Moncloa hizo gestiones para que Biden recibiera a Sánchez en Washington antes de acudir a Madrid, la Casa Blanca alegó problemas de agenda.
La visita del presidente estadounidense se ha visto precedida por la de su esposa, Jill Biden, que llegó el domingo por la tarde y este lunes visitó, en compañía de la reina Letizia, la sede la Asociación Española contra el Cáncer, una enfermedad en cuyo combate está personalmente implicada. Ambas han visitado este martes un centro de acogida de refugiados ucranios en Pozuelo de Alarcón (Madrid), horas antes de participar en la cena de gala que los Reyes ofrecerán en el Palacio Real a los más de 40 jefes de Estado y de Gobierno asistentes a la cumbre.
Consulte la declaración conjunta de España y Estados Unidos. Si no puede ver la imagen correctamente, descargue aquí el documento en PDF.
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