El haitiano-chileno Rodolphe Jaar responde ante la justicia de EE UU por el magnicidio del presidente de Haití
El hombre está señalado de proporcionar las armas para asesinar a Jovenel Moïse en julio pasado
Seis meses después del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, la fiscalía del sur de Florida ha anunciado el inicio de una acusación contra Rodolphe Jaar, que este jueves se presentó ante una Corte de Miami donde debe responder por delitos relacionados con el magnicidio, que profundizó aún más la crisis política del país caribeño.
Jaar, de 49 años, fue detenido el miércoles a su llegada a Miami y enfrenta los cargos de “conspirar para cometer asesinato o secuestro fuera de Estados Unidos y de brindar apoyo material con resultado de muerte”. Jaar es la segunda persona que afronta un proceso en Estados Unidos por el asesinato del presidente haitiano después de que el exmilitar colombiano Mario Antonio Palacios fuera acusado por ese crimen el pasado 4 de enero, también en una corte de Miami. En el expediente del último de los detenidos, según medios locales, se registra un proceso con las autoridades estadounidenses por tráfico de drogas. Lo último que se sabía de él era que se desempeñaba como informante de la DEA, según informaron algunos medios.
La investigación sobre el caso ha señalado hasta ahora que Joseph Félix Badio, exfuncionario del ministerio de justicia de Haití, fue quien dio la orden a los exmilitares colombianos supuestamente contratados para asesinar al presidente. También están involucrados el exsenador haitiano John Joël Joseph, que habría entregado las armas a los mercenarios; el informante de la DEA, Jaar; los empresarios haitianos, Desir Gordon Phenil y Ashkard Peter Joseph; así como la jueza de la Corte Suprema, Windelle Coq Thelot.
Por el asesinato del presidente de Haití también fue detenido John Joël Joseph en Jamaica, a donde había huido para esconderse de las autoridades. Palacios, el exmilitar colombiano, también se escondía en Jamaica, donde fue detenido en octubre pasado. Las autoridades de la isla lo deportaron a Colombia, pero fue capturado durante una escala en Panamá y enviado a La Florida. Allí está a la espera de una audiencia judicial para responder por los cargos de conspiración para cometer asesinato o secuestro fuera de los Estados Unidos y de proporcionar apoyo material que resultó en la muerte de Moïse.
“Jaar fue responsable de proporcionar armas a los cómplices colombianos para facilitar la realización de la operación”, ha detallado la fiscalía, que agrega que varios de los cómplices colombianos también se hospedaron en una residencia controlada por él. Si es declarado culpable, Jaar se podría enfrentar a una pena máxima de cadena perpetua.
Su papel en el magnicidio, según las autoridades
Jaar aparece varias veces en el relato cronológico del magnicidio, según las autoridades, cuando después del asesinato del presidente supuestamente se comunicó con otro de los implicados para hablar de un plan para ocultarse de las autoridades haitianas.
La Fiscalía señaló este jueves que el acusado y otros, incluido el grupo de colombianos y varios haitiano-estadounidenses, participaron en un complot que se centró inicialmente en secuestrar al presidente haitiano como parte de una supuesta operación de arresto, pero el plan cambió y resultaron asesinándolo.
Hasta el momento, cerca de 40 personas han sido detenidas, entre ellas personalidades políticas de Haití y 18 exmilitares colombianos que ingresaron a la residencia del presidente. De acuerdo con una investigación de The New York Times, Moïse fue asesinado por intentar enviar a EE UU una lista de personas vinculadas al narcotráfico.
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