El Comité Judicial del Congreso pide el informe íntegro de Mueller antes del 1 de mayo
El presidente Donald Trump, en actitud defensiva, denuncia que el texto tiene citas que son "totalmente falsas"
Los líderes del Partido Demócrata no dejaron pasar ni 24 horas antes de exigir que el Departamento de Justicia entregue al Congreso la versión sin censura del informe de Robert Mueller (cerca de un 12% estaba tachado) y solicitar que el fiscal especial comparezca en el Capitolio. No descartan que la “conducta alarmante” de Donald Trump revelada en el documento publicado este jueves sí se traduzca en un delito de obstrucción a la justicia, aunque el fiscal general William Barr diga lo contrario. El fin de la investigación de la trama rusa es solo el comienzo de una batalla partidista para estrujar las conclusiones de las pesquisas. Los republicanos han salido en tromba a defender que no hubo conducta criminal por parte del presidente estadounidense, quien este viernes se ha mostrado a la defensiva en Twitter, denunciando que existen citas que son “totalmente falsas” en el texto editado.
Jerrold Nadler, presidente del Comité de Asuntos Judiciales, clave para conducir las investigaciones desde la Cámara de Representantes, emitió una citación para que el Departamento de Justicia le entregue el informe sin tachones. De las 16.500 líneas que conforman el documento, 2.050 han sido censuradas por diferentes motivos legales o de seguridad. "La redacción [editada] parece significativa", dijo el demócrata en su declaración, y agregó: “No puedo aceptar ninguna propuesta que deje a la mayor parte del Congreso en la oscuridad". La citación solicita que Barr entregue el texto íntegro antes del 1 de mayo a las 10 de la mañana, en la jornada previa a la comparecencia prevista del fiscal general ante el Congreso.
Trump reemplazó el viernes los mensajes de celebración por ataques a la investigación: "Algunas personas hacen declaraciones sobre mí en el Loco Informe Mueller, escrito por 18 demócratas enojados llenos de odio hacia mí, que son fabricadas y totalmente falsas". "Como nunca acepté testificar, no fue necesario que respondiera a las declaraciones hechas en el Informe sobre mí, algunas de las cuales son totales mentiras y solo pretendían dejar bien a la otra persona (o mal a mí)", lanzó el republicano. La batería de tuits que ha enviado desde que el documento se hizo público pone en cuestión las palabras que colgó en su cuenta de Twitter: Game Over (fin del juego).
La frase de Trump al enterarse del nombramiento de un fiscal especial para investigar la trama rusa (“esto es terrible, estoy jodido”) pasará a la historia de esta Administración. Pero los líderes demócratas saben que otro pasaje del informe les puede salir más rentable: “Los esfuerzos del presidente por influir en la investigación no tuvieron éxito, en gran medida porque las personas que le rodeaban declinaron llevar adelante sus órdenes o acceder a sus peticiones”. Los ejemplos que acompañan la conclusión, en los que se observa cómo el magnate neoyorquino intenta a diestra y siniestra detener las pesquisas, llegando incluso a pedir el despido de Mueller, es algo a lo que los demócratas se agarrarán como a un clavo ardiendo.
La oposición, además de querer escuchar las explicaciones de Barr, a quien consideran una figura partidista que ha jugado a favor de Trump en lo que respecta a esta investigación, quieren ir más lejos. Nadler pidió formalmente por carta este jueves el testimonio en persona de Mueller ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes. “La única manera de comenzar a restaurar la confianza pública en el manejo de la investigación del fiscal especial es que él mismo testimonie públicamente ante la Cámara de Representantes y el Senado lo antes posible”, dijo la demócrata Nancy Pelosi, que preside dicha Cámara y es la mujer más poderosa de Washington.
Por su parte, los republicanos centran sus esfuerzos en defender la inocencia del mandatario. A pesar de haber salido a la luz pública actitudes de Trump que se pueden considerar al menos cuestionables, dentro de su partido no se han escuchado críticas sobre él. Ahora la estrategia es vender la imagen de unos legisladores demócratas que prefieren hostigar al mandatario antes que centrarse en la agenda legislativa.
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