EE UU asegura que Ucrania firmará muy pronto un acuerdo para explotar sus minerales a cambio de ayuda en la guerra
Trump sostiene que los dos países están cerca de cerrar el pacto, tras haber sostenido que Zelenski “no tiene cartas para jugar” en la negociación y Putin “si quisiera, podría tomar todo el país”

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Estados Unidos redobla la presión sobre Ucrania para que acepte un acuerdo para explotar sus minerales, con inversión estadounidense, a cambio de ayuda en la guerra iniciada por Rusia. El presidente Donald Trump ha asegurado este viernes, en un acto en la Casa Blanca, que ambos países están cerca de cerrar el pacto. También ha instado a Kiev y Moscú a colaborar. La propuesta sobre los recursos naturales, que Kiev había rechazado en días anteriores al considerarla demasiado onerosa, es clave para que Washington acceda a formar parte de las garantías de seguridad para el país invadido una vez concluyan los combates; la negativa del presidente Volodímir Zelenski a firmar es el origen de las invectivas que a lo largo de esta semana Donald Trump ha proferido muy públicamente contra él.
Las señales que envía Estados Unidos son mixtas. Desde Kiev el enviado norteamericano para Ucrania y Rusia, el general retirado Keith Kellogg, ha tenido palabras elogiosas para Zelenski. Pero en Washington Mike Waltz, ha vaticinado que el presidente ucranio firmará “en muy corto plazo” el acuerdo sobre los minerales.
Al mismo tiempo, Trump, la única persona cuya opinión acaba contando en esta Administración ―con el permiso del oligarca tecnológico Elon Musk― continúa las invectivas que viene lanzando toda la semana contra su homólogo. En una entrevista de radio para la cadena conservadora Fox News, el presidente estadounidense ha abundado en sus críticas: “Llevo tiempo viendo negociar [a Zelenski]. No tiene cartas que jugar. No tiene ninguna carta, y yo me he hartado”. En cambio, ha sostenido, Putin “no necesita llegar a un acuerdo” porque lleva la iniciativa en la guerra y “si quisiera, podría tomar todo el país”. Poco después, en una reunión con los gobernadores estatales, ha incidido: “He tenido conversaciones muy buenas con Putin y no tan buenas con Ucrania. Estos no tienen cartas, pero juegan a fondo”.
A última hora del viernes en Estados Unidos, sábado ya en Kiev, el ministro de Exteriores ucranio, Andrii Sibiha, revelaba haber hablado por teléfono con el secretario de Estado, Marco Rubio. “Hablé con él para continuar el diálogo ucranio-estadounidense orientado a los resultados. En vísperas del tercer aniversario de la agresión rusa, subrayé el firme deseo de Ucrania de lograr una paz justa, exhaustiva y duradera. Una que fortalezca a Ucrania y a Estados Unidos”, apuntaba el alto cargo.
La propuesta inicial de Trump preveía que Ucrania cediera el 50% de los derechos de sus tierras raras como compensación por la ayuda que Estados Unidos le ha entregado a lo largo de los tres años de guerra. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, viajó la semana pasada a Kiev para entregar el texto del acuerdo y firmarlo.
Y ahí estallaron las complicaciones. El líder ucranio estaba furioso por no haber sido invitado a las conversaciones del martes en Riad entre EE UU y Rusia para hablar de la guerra. Según ha contado Trump en declaraciones a la prensa a lo largo de esta semana, Zelenski inicialmente se retrasó en la cita con Bessent porque estaba descansando. Después, al examinar el texto, se negó a firmarlo. El Gobierno ucranio alegaba que el documento obligaría a Kiev a pagar medio billón de dólares, una cifra muy superior a lo que Estados Unidos les ha entregado en asistencia durante la guerra (119.000 millones). También que no incluía garantías de seguridad para Ucrania, que tendría que hipotecar buena parte de su riqueza como recompensa por una ayuda que el anterior presidente de EE UU, Joe Biden, había dejado claro que era desinteresada. Tal y como estaba, precisaban las autoridades en Kiev, el texto de la propuesta podría violar su Constitución.
Washington, por su parte, alegaba que el pacto es una gran “oportunidad” para Kiev. Con el acuerdo, han sostenido Trump y Waltz, Ucrania recibiría una sustancial inversión estadounidense, que le permitiría “hacer crecer su pastel” económico. Y, se deduce, al contar con una inversión sobre el terreno, Estados Unidos tendría interés en que el territorio esté defendido, aunque haya descartado contribuir con sus propias tropas a una fuerza que vigile el cumplimiento de un hipotético alto el fuego.
La negativa de Zelenski desató la ira de Trump, que se lanzó a acusar a su homólogo de “dictador sin elecciones” ―la ley marcial vigente durante la guerra en Ucrania no las permite―, a describirle como “un cómico de éxito modesto” que embaucó a Estados Unidos para que le proporcionara ayuda y que es el responsable de la guerra. También le instó a moverse “rápido” si no quería que Ucrania desapareciera como país. El líder ucranio le replicó que el republicano vive “en una burbuja de desinformación” llena de propaganda rusa.
En Kiev, las negociaciones para que Zelenski acepte una nueva versión del pacto se sucedieron toda la noche. A primeras horas de este viernes, aun con puntos por acordar en el documento, las tornas parecían haber cambiado un tanto. En Ucrania, Kellogg ―que no forma parte del equipo estadounidense que negocia con Moscú― elogió a través de la red social X las “extensas y positivas conversaciones” con el presidente ucranio, al que calificó de “líder valiente de una nación en guerra”.
Este viernes, Zelenski ha mantenido una llamada telefónica con Waltz. La oficina presidencial ucrania ha indicado que su líder “subrayó la importancia de mantener una cooperación bilateral y alto nivel de relaciones entre Ucrania y Estados Unidos”.
En las afueras de Washington, Waltz insistió, en una intervención en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), en que Ucrania debe pagar la ayuda recibida y Estados Unidos tiene la obligación de recuperar los fondos invertidos. Pero también matizó: “Esto es lo que hay. El presidente Zelenski va a firmar este acuerdo, y van a verlo en muy corto plazo”.
“Eso es bueno para Ucrania. ¿Qué mejor para Ucrania que entrar en una asociación económica con Estados Unidos? ¿Qué mejor manera para Ucrania de parar las muertes?, agregó el alto cargo de la Casa Blanca.
En Varsovia, el presidente polaco, Andrzej Duda, anunció que Zelenski le había llamado por teléfono también este viernes. Duda, un firme defensor del país vecino, instó a su homólogo a “mantenerse comprometido con la vía de la cooperación calma y constructiva” con Trump.”Creemos que no hay otro modo de detener el baño de sangre y lograr una paz duradera en Ucrania más que con el apoyo de Estados Unidos”, escribió en X. El líder polaco tiene prevista una visita privada a Washington este fin de semana. Ese viaje se suma a los que tienen previstos el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, el lunes y jueves respectivamente para tratar con Trump sobre las negociaciones en torno al fin de la guerra y la creación de una fuerza europea que vigile el cumplimiento del alto el fuego. El bloque europeo, como Kiev sin un asiento de momento en las negociaciones ruso-estadounidenses, teme que Washington y Moscú puedan pactar un acuerdo perjudicial para Ucrania y, por ende, para el resto del continente.
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