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Salvini amenaza con devolver a Libia a 177 migrantes rescatados por la guardia costera italiana

El ministro del Interior transalpino insta a la UE a intervenir mientras el pulso con malta se recrudece

Matteo Salvini, en Génova el sábado. En vídeo, amenaza con devolver a los migrantes.Vídeo: NICOLA MARFISI (AP) / ATLAS

El vicepresidente y ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, lleva al límite su postura férrea en inmigración. Este domingo ha amenazado con llevar de vuelta a Libia a los 177 migrantes que esperan puerto frente a las costas de Lampedusa, a bordo de un barco de la Guardia Costera italiana si Europa no interviene. En sus dos meses y medio de mandato, ha logrado impulsar una política de cierre de puertos y provocar un forcejeo con la Unión Europea que dura hasta hoy.

“O Europa decide seriamente que tiene que ayudar a Italia, comenzando por los inmigrantes en la [patrullera] Diciotti o nos veremos obligados a hacer algo que acabará definitivamente con el negocio de los traficantes. Es decir, acompañar a un puerto libio a las personas recuperadas en el mar”, ha lanzado Salvini a través de un escueto comunicado.

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No está claro que el líder de la ultraderechista Liga pueda tener las competencias precisas como ministro del Interior para dar una orden de este tipo a la Guardia Costera que, por otro lado, responde a la autoridad del Ministerio de Transportes e Infraestructuras. Tampoco estaba clara la legitimidad del cierre de puertos y, sin embargo, su línea dura se impuso en el Gobierno. Lo cierto es que, en este caso, si Salvini logra cumplir su amenaza, Italia correría el riesgo de violar las normas del derecho internacional recogidas en la Convención de Ginebra, que veta las devoluciones en caliente a Libia por considerarla un puerto no seguro.

El martes, una barcaza cargada de migrantes llegó cerca de las costas de Malta. Allí las autoridades decidieron no intervenir. Antes de que la embarcación abandonara las aguas maltesas, la patrullera italiana socorrió a los migrantes, que en principio fueron 190, entre ellos seis mujeres y 34 menores. 13 personas tuvieron que ser evacuadas a la isla de Lampedusa con carácter de urgencia por razones médicas. A partir de ese momento, los 177 migrantes restantes quedaron bloqueados en la Diciotti.

En este punto crece el pulso entre Italia y Malta. El vicepresidente italiano comenzó criticando duramente al Gobierno maltés, y lo acusó de haber “acompañado” a la nave con los migrantes hacia aguas territoriales de Italia. También insistió en que tendría que ser Malta quien se ocupase de estos migrantes.

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Después de tres días de bloqueo, el ministro de Transporte, Danilo Toninelli, mostró de nuevo el rechazo del Gobierno italiano a acoger a los migrantes. El rescate de la Diciotti “demuestra que Italia nunca se echa atrás cuando se trata de salvar vidas humanas”, escribió en un tuit. “La UE debe dar un paso adelante y abrir sus propios puertos a la solidaridad o de lo contrario no tiene motivos para existir”.

Además, pidió sanciones para Malta por no haber acudido en auxilio. Malta rebatió las palabras del titular de Transportes italiano alegando que las autoridades de su país no tenían obligación de intervenir, puesto que la barcaza, que después rescataron los guardacostas italianos, no estaba en peligro.

El homólogo maltés de Salvini, Michael Farrugia, respondió al ministro italiano a través de Twitter. En una serie de mensajes escritos en italiano, acusó a los guardacostas italianos de haber interceptado a los migrantes en aguas maltesas, sin la intervención del Centro Nacional de Coordinación del Rescate Marítimo, “solamente para impedirles entrar en aguas italianas”.

Puertos cerrados para ONG y para naves italianas

La novedad en este caso, a diferencia de los rescates llevados a cabo por embarcaciones de ONG como el Aquarius, es que los migrantes se encuentran en una nave militar italiana, y por lo tanto en territorio italiano. Ante esta situación, Italia se opone al atraque en sus puertos de un barco de la Guardia Costera de su país que actualmente se encuentra a poca distancia de la isla de Lampedusa.

A mediados de julio se vivió una situación similar cuando la misma nave militar italiana se encontró en situación parecida. Estaba detenida frente al puerto de Trapani con 67 migrantes a bordo, que el Ejecutivo también se negó a acoger. Entonces tuvo que intervenir el presidente de la República, Sergio Mattarella, que dio orden al primer ministro Giuseppe Conte de permitir el atraque en un puerto italiano. Esto generó una controversia velada con Interior. “Salvaremos siempre vidas humanas”, comunicaron entonces los guardacostas.

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