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La caída del ‘tóxico jefe’ de la agencia medioambiental de EE UU

Scott Pruitt, que renunció en medios de escándalos de ética, dirigió los esfuerzos para retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París

Antonia Laborde
El director de la EPA, Scott Pruitt.
El director de la EPA, Scott Pruitt.REUTERS

Scott Pruitt, el “amigo fiel” de Donald Trump, como se despidió en su carta de renuncia de director de la Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA, en sus siglas en inglés), acabó con su polémico mandato acosado por investigaciones por sus gastos excesivos, fallas éticas y decisiones administrativas. El abogado republicano de 50 años logró sobrevivir un año y medio a la cabeza de la agencia que denunció 14 veces cuando fue fiscal general de Oklahoma. El negacionista del cambio climático se retira con una serie de logros contrarios al medioambiente, entre ellos, el haber retirado a Estados Unidos del Acuerdo de París, su momento de mayor orgullo al frente de la EPA.

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El hombre oriundo de Oklahoma, es contrario a la ley de aborto y al matrimonio homosexual. En su carta de renuncia dedicada a Trump, escribió: “Creo que estás sirviendo de presidente por providencia de Dios. Creo que esa misma providencia me trajo a tu servicio”. Famoso por su tenacidad, Pruitt fue un hueso difícil de roer para los ambientalistas. Dentro de la agencia se hizo de varios enemigos por revocar las medidas protectoras impulsadas por la Administración de Barack Obama, pero aun así logró dilapidar casi todas, como los límites a las emisiones de carbón. Su aparente aislacionismo no solo era figurativo. En su oficina instaló una cabina insonorizada por un coste de 43.000 dólares y mandó a poner cerraduras biométricas en las puertas.

Estudió derecho en Tulsa, y fui ahí donde junto a su esposa Marilyn, criaron a sus dos hijos. Se define, por sobre todo, como “un hombre de familia”. En junio de este año se reveló que Pruitt había utilizado su posición oficial en la EPA para pedir favores especiales y oportunidades de trabajo para su esposa e hija. El abogado envió un correo electrónico a Dan Cathy, presidente y CEO de la cadena de comida rápida Chick-fil-A, sobre "una posible oportunidad comercial". El interés implicaba que le otorgara a la esposa una licencia para establecer una franquicia del local.

Antes de llegar a la dirección de la EPA, Pruitt representó a los condados de Tulsa y Waggoner en el Senado de Oklahoma desde 1998 hasta 2006. En 2010, Pruitt fue elegido Fiscal General de Oklahoma. Antes de la renuncia, se especulaba que podría presentarse como candidato al Senado o a gobernador por este Estado.

Las posiciones políticas de Pruitt y las constantes reuniones con altos ejecutivos de los sectores de combustibles fósiles -la primera causa del calentamiento global- lo transformaron en un jefe de la EPA tóxico. Pero la toxicidad traspasó la línea medioambiental. El primer semestre de 2017, Pruitt alquiló un apartamento en Washington, a la esposa de un lobista de una compañía energética por 50 dólares la noche, un precio obtenido tras un enorme descuento. Cuando tuvo que comparecer ante el Congreso en abril para responder sobre los gastos y la gestión de la agencia, el conservador se mostró desafiante y culpó a su equipo de las posibles irregularidades.

Parecía que no había cómo sacarlo de en medio. El fervor y la resistencia de Pruitt elevaron significativamente su perfil. En un momento, era visto como un posible candidato para ocupar el puesto de fiscal general si Trump decidía despedir a Jeff Sessions. Su discurso en febrero de apertura en la conferencia CPAC (Conservative Political Action Conference), engendró la idea de que el abogado podría postularse a candidato presidencial para las elecciones de 2024. Pero la fuga de irregularidades lo fue asfixiando y ya no solo los demócratas pedían su renuncia sino también algunos miembros de su propio partido.

En la carta de renuncia de Pruitt, firmada quizá con uno de los 12 bolígrafos que compró por 1.500 dólares, justificó su partida por sentirse perseguido: "Los implacables ataques contra mí y mi familia, no tienen precedentes. Y han tenido un impacto considerable en todos nosotros". La noche anterior a la misiva, el 4 de julio, participó junto a los suyos en una reunión para familias militares en el jardín de la Casa Blanca. Trump, que había defendido su labor un par de veces, explicó brevemente a la prensa cómo ocurrió la salida. “Vino a verme y me dijo: 'Tengo tanta confianza en la Administración. No quiero ser una distracción. Creo que Scott sintió que era una distracción", sostuvo.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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