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De Satán a la ‘familia africana’ de Obama: los 3.500 mensajes de Facebook pagados por Rusia

Por iniciativa de los demócratas, se dan a conocer los 'posts' publicados durante la campaña electoral estadounidense de 2016

Antonia Laborde
Imagen de un post  financiado por la Agencia de Investigación de Internet de Rusia.
Imagen de un post financiado por la Agencia de Investigación de Internet de Rusia.

Los cerca de 3.500 anuncios en Facebook e Instagram de la trama rusa han vuelto a publicarse este jueves. Esta vez no en la red social más poderosa del planeta ni con la intención de avivar fracturas sociales en Estados Unidos. La propaganda financiada por la Agencia de Investigación de Internet de Rusia (IRA) se ha divulgado a petición de los demócratas del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes para esclarecer el alcance de la manipulación de Moscú durante la campaña electoral estadounidense de 2016. La mayoría de los anuncios son mensajes incendiarios sobre temas sensibles, como las divisiones raciales, la inmigración, cuestiones LGBT y derechos de armas.

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El fiscal especial de la trama rusa, Robert Mueller, acusó en febrero a 13 ciudadanos y tres entidades de Rusia de haber lanzado una “guerra informativa” contra las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre de 2016. Los demócratas señalaron que los anuncios publicados en Facebook e Instagram entre 2015 y 2017 tuvieron una efectividad distinta en cada caso: desde centenares de visualizaciones hasta más de un millón. Según la red social, el alcance de las publicaciones fue de 146 millones de usuarios.

Los anuncios políticos eran casi todos contra la candidata demócrata Hillary Clinton. En una página llamada "Ejército de Jesús", que tenía como imagen de perfil a Jesús luchando contra Satán, se leía: “Hillary es Satán, y sus crímenes y mentiras muestran su maldad”. Contra Trump, circuló un evento para manifestarse en contra de la guerra en Siria, cuya foto era la Trump Tower. El llamado decía: “Algunos creían que Trump retiraría a EE UU de las campañas militares inútiles y sangrientas. Pero lo que vemos solo aumenta la hostilidad”.

El expediente sobre el caso elaborado por la CIA, el FBI y la NSA, ofreció una conclusión aterradora sobre la influencia de los mensajes: “Vladímir Putin ordenó una campaña en 2016 contra las elecciones presidenciales de EEUU. El objetivo era socavar la fe pública en el proceso democrático, denigrar a la secretaria Clinton y dañar su elegibilidad y potencial presidencia. Putin y el Gobierno ruso desarrollaron una clara preferencia por Trump”.

Otro mensaje mostraba una fotografía del expresidente Barack Obama, junto a un grupo de africanos, que rezaba: “familia de Obama. Parte del padre”. El mensaje estaba dirigido especialmente a personas que habían mostrado interés por la lucha del reverendo Martin Luther King por los derechos civiles de los afroamericanos. A ese mismo grupo estaba dirigido un vídeo de una niña negra de 13 años detenida por tres policías en Texas. Con las herramientas de segmentación de la red social, los piratas rusos lograron que su desinformación llegara a perfiles de usuarios específicos y totalmente heterogéneos.

Hasta septiembre del año pasado, cuando Facebook identificó 470 cuentas que compraron alrededor de 3.500 anuncios por 150.000 dólares en un período de dos años, la empresa de Mark Zuckerberg negó reiteradamente que los ciberactivistas rusos explotaran su plataforma. Sin embargo, acabó detectando que una empresa, que operaba como una especie de granja de trolls de apoyo al Kremlin, estuvo pagando los anuncios para influir en la política estadounidense.

El comité de inteligencia demócrata ya había publicado una muestra de los anuncios el año pasado, pero ahora lanzaron todo el material que los funcionarios de Facebook entregaron al panel en septiembre. Desde entonces, la compañía con sede en California, dice que ha adoptado una postura "mucho más agresiva" respecto a los anuncios sobre asuntos políticos, obligando a los compradores a verificar su identidad, ubicación y a revelar públicamente quiénes son.

Las medidas deben ser convincentes si quieren recuperar la confianza antes de noviembre, cuando los estadounidenses votarán para renovar la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. Es un desafío importante si se considera que los líderes de las agencias de inteligencia de EE UU ya advirtieron de que Rusia intentará interferir de nuevo en esos comicios mediante el uso de las redes sociales para difundir propaganda y reportes engañosos.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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