Continúa la violencia en la campaña colombiana: los periodistas, las últimas víctimas del fuego cruzado
La madre de una reconocida periodista conservadora recibe insultos por apoyar a un candidato de izquierda. El caricaturista Matador, con chaleco antibalas por amenazas en redes
Queda menos de un mes para que los colombianos voten a su nuevo presidente, en lo que se prevé será la primera vuelta. Seis candidatos (solo hay una mujer en la carrera) se disputan el puesto. Dos de ellos, Gustavo Petro, representante de la izquierda, e Iván Duque, candidato de la derecha, encabezan las encuestas. Es decir, la polarización reina en Colombia, con tal nivel de crispación que la amenaza, el insulto y la violencia han sustituido a la disputa dialéctica propia de una contienda electoral.
Claudia Gurisatti, una de las periodistas más reconocidas de Colombia, es la última víctima del fuego cruzado. La directora de los noticieros de RCN Televisión y NTN24, dos espacios televisivos de corte conservador, lleva dos días recibiendo insultos en redes sociales. La razón: su madre ha aparecido públicamente apoyando a Petro en sus mítines electorales. La foto difundida masivamente en redes ha sido suficiente argumento para que una mujer que simplemente ejercía su derecho ciudadano a participar en una campaña electoral se haya convertido en personaje público amenazado.
#Confidenciales | La mamá de Claudia Gurisatti, el apoyo que recibió Petro en tarima https://t.co/sVm23DKnAV pic.twitter.com/IAwnMlyk53
— Revista Semana (@RevistaSemana) April 27, 2018
Mercedes Barreto, la madre de Gurisatti, es "una mamerta [el calificativo despreciativo para referirse a los simpatizantes de izquierda en Colombia], una narcoterrorista, castrochavista, marihuanera, cocainoma y debería ser fusilada" para los tuiteros de derecha colombianos.
La retahíla de descalificativos ha provocado que Claudia Gurisatti haya tenido que pedir respeto en su cuenta de Twitter con casi medio millón de seguidores. "Hoy mi mamá se volvió personaje público por cuenta de la campaña. Todos tienen derecho a pensar libremente. Solo suplico respeto por ella y que la cuiden. Agresiones contra las 2 nos hacen daño. Merecemos consideración por la relación madre-hija. No todo vale en época electoral".
Hoy mi mamá se volvió personaje público por cuenta de la campaña. Todos tienen derecho a pensar libremente. Solo suplico respeto por ella y que la cuiden. Agresiones contra las 2 nos hacen daño. Merecemos consideración por la relación madre-hija. No todo vale en época electoral.
— Claudia Gurisatti (@CGurisattiNTN24) April 28, 2018
Un caricaturista con chaleco antibalas
El 3 de abril, Julio César González, conocido como Matador, su alias de caricaturista en el diario El Tiempo de Colombia, escribió en Twitter: "Amigos, ante las amenazas de muerte de algunos seguidores del uribismo y del Centro Democrático, he decidido no volver a publicar nada más en mis redes. Si quieren venir a por mí, no tengo escoltas ni nada... tengo un lápiz y mi cerebro. A la gente que me sigue, un abrazote".
Amigos, ante las amenazas de muerte de algunos seguidores del uribismo y del @CeDemocratico, he decidido no volver a publicar nada en mis redes sociales. Si quieren venir por mí, no tengo escoltas ni nada...tengo un lápiz y mi cerebro.
— matador (@Matador000) April 3, 2018
A la gente que me sigue, un abrazote.
El uribismo y el Centro Democrático al que se refiere Matador en su tuit, que fue compartido más de 17.000 veces, son los movimientos políticos del expresidente Álvaro Uribe. El partido al que pertenece Iván Duque, el candidato que lidera las encuestas.
Tras el mensaje en redes, el caricaturista tuvo que ceder ante las amenazas y aceptar que un policía nacional y un guardaespaldas garanticen su seguridad y la de su familia 24 horas, los siete días de la semana. Matador, además, ha aprendido a vivir con un chaleco antibalas. La razón: ejercer el periodismo en Colombia.
"De la reflexión política al insulto"
El 1 de diciembre de 2016 terminó medio siglo de guerra en Colombia. La guerrilla de las FARC firmó un acuerdo de paz con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Se silenciaron los fusiles de más de 7.000 combatientes. Lo que no se consiguió es que se callaran las amenazas.
"Ahora vivimos una polarización de la sociedad colombiana que es un fenómeno nuevo en su intensidad. No en que haya discrepancia. Pero hemos descendido de la reflexión política al insulto y a una situación extraordinariamente agresiva", decía Humberto de la Calle, candidato a la presidencia por el Partido Liberal y exnegociador en el proceso de paz, en una entrevista en EL PAÍS.
La campaña electoral se ha convertido en una batalla campal de ideas y agresiones. Santos, quien se ha mantenido al margen de la contienda electoral, ha pedido en varias ocasiones respeto. “Reitero mi llamado a que las campañas políticas se desarrollen dentro del respeto por las diferencias y sin agresiones, y por supuesto sin violencia”.
En esta ola de intolerancia, no importa la ideología del candidato. Petro sufrió la violencia durante un acto en Cúcuta: le lanzaron varios proyectiles contra su coche. Uribe intentó participar en un mitin de su candidato y no lo consiguió por la virulencia de sus detractores. Todos los aspirantes intentaron celebrar un debate en la ciudad de Manizales, en el eje cafetero, pero acabaron encerrados en un cuarto esperando a que la seguridad del evento garantizara que pudieran usar la palabra para expresar sus ideas. No pudieron.
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