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La cólera palestina persiste tras los bombardeos israelíes en Gaza

El presidente Abbas cancela la reunión prevista con el vicepresidente de EE UU en Cisjordania

Juan Carlos Sanz
Un hombre atiende en un hospital a una niña herida el sábado en el bombardeo israelí sobre Gaza.
Un hombre atiende en un hospital a una niña herida el sábado en el bombardeo israelí sobre Gaza.MOHAMMED SALEM (REUTERS)

Las protestas palestinas contra la declaración de Donald Trump en favor de Jerusalén como capital de Israel se reprodujeron este sábado con desigual intensidad. La cólera se desbordó sobre todo en los funerales en la franja de Gaza por los dos milicianos de Hamás. Habían perdido la vida a primera hora de la madrugada en un bombardeo israelí que causó también 25 heridos, entre ellos un niño de corta edad. El ataque aéreo fue una represalia por el lanzamiento de tres cohetes desde el enclave palestino, uno de los cuales impactó en la ciudad de Sderot, donde causó daños materiales.

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Centenares de jóvenes chocaron con las fuerzas de seguridad israelíes en dos docenas de poblaciones de Cisjordania, como Belén. En el este de Jerusalén los enfrentamientos se concentraron en la calle de Saladino, el principal eje comercial palestino de la urbe. Más de 130 manifestantes resultaron heridos, 25 de ellos por impacto de bala, en todas las protestas, según fuentes sanitarias.

El presidente palestino, Mahmud Abbas, anunció a través de uno de sus portavoces que había cancelado su reunión con el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, que tiene previsto viajar a la región la semana que viene, tras la decisión unilateral de la Casa Blanca sobre el estatuto de Jerusalén.

También el papa Tawadros II, de la iglesia copta ortodoxa de Egipto, ha anulado también un encuentro con Pence, previsto en El Cairo, alegando que la decisión de Washington sobre Jerusalén "desprecia los sentimientos de millones de árabes", informa Efe.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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