“En Argentina no pasarán las reformas a la brasileña, los sindicatos resistirán”
“¿Corrupción en los sindicatos? Por unas gotas sucias no se ensucia todo el océano”, expresa el dirigente
Juan Carlos Schmid (Rosario, 1951) tiene todos los rasgos, incluso físicos, del mito del sindicalismo argentino. Curtido en mil batallas en los puertos donde empezó como aprendiz y acabó como líder del sindicato de Dragado y Balizamiento, donde ha logrado salarios para sus afiliados envidiados por todos, hombre de Hugo Moyano, el histórico líder de Camioneros, ahora forma parte del triunvirato que dirige la CGT, el gran referente sindical argentino, y se prepara para una dura negociación con Mauricio Macri, que quiere hacer una gran reforma laboral y otra de pensiones. Desde la sede histórica de la CGT, donde se conserva intacto el salón donde hablaba Perón y Evita y los ascensores con pesadas puertas de hierro de los años 40, Schmid habla de pactos pero avisa a Macri para que no crea que la victoria electoral le permitirá arrasar con la resistencia peronista.
Pregunta. Macri ha ganado las elecciones y quiere hacer una reforma laboral importante, otra de pensiones. ¿Cómo van a responder los sindicatos peronistas?
Respuesta. Antes de las elecciones hablamos de llegar a acuerdos, había una agenda de reformas. El ministro de Trabajo estuvo aquí en la sede de la CGT y nos dijo que no miráramos al espejo de Brasil. Pero ahora lo que se ha anunciado tras las elecciones de reforma laboral es nuevo. Lo que habíamos hablado no tenía esta profundidad. En algunos aspectos se parece a la reforma brasileña.
“Los sindicatos son la piedra angular de que el empresariado parasitario no haga salvajadas con la gente”
P. Los sindicatos brasileños no pudieron parar la reforma. ¿Por qué los argentinos podrían?
R. Hay una diferencia importante: Macri no tiene mayoría parlamentaria. Un conflicto social tendría una fuerte repercusión en el Congreso. Acá no va a pasar lo de Brasil, porque los sindicatos resistirán. Acá eso no pasa sin conflicto, como sucedió en Brasil.
P. Los sindicatos están divididos, ¿es una ventaja para el Gobierno?
R. El sindicalismo argentino tiene una importante capacidad de respuesta. Es verdad que hoy está atravesado por la interna del peronismo y eso también juega. Pero no es igual a la división de los 90. El Gobierno cree que el proceso electoral le ha dado aceptación para avanzar en todos los terrenos. Y allí se equivoca. Hay un rechazo muy fuerte a lo que se fue [el kirchnerismo] pero también hay una percepción fuerte de que el Gobierno no ha logrado ningún éxito económico ni social. Como decía el general Perón, el bolsillo es el órgano más sensible del cuerpo. Macri necesitaría como los romanos a alguien que le pegue con una rama de olivo y le diga no te olvides que sos mortal.
P. ¿Cuánto daño le hace al sindicalismo imágenes como las del Pata Medina o el Caballo Suárez, en la cárcel por corrupción, que se defendieron con armas, que tienen aviones, empresas, casas, coches de lujo?
R. Es una vergüenza, pero siempre repito una frase de Gandhi, por unas gotas sucias no se ensucia todo el océano.
P. ¿Cuántas son las gotas sucias? ¿Cuánta corrupción hay en el sindicalismo?
R. Es un dato menor, muy menor. Hay miles de secretarios generales, miles de comisiones internas, de delegados. El ejemplo de cuatro o cinco no es todo el universo sindical.
P. Pero es real, hay sindicalistas millonarios.
R. Yo no digo que no los haya. Pero hay miles de sindicatos.
“Cristina Kirchner está fuera del peronismo”
P. Hugo Moyano, con el que usted tiene mucha relación, ¿es millonario?
R. Es un hombre que desde que lo conozco vive en Barracas [barrio humilde], no en Puerto Madero ni en Barrio Norte. A Vandor, a Rucci, también les decían que eran millonarios y murieron pobres. En el tema de Moyano creo que hay mucha fantasía, mito. Hubo una acusación de que tenía cuentas en Suiza y desde allá respondieron que eso no había ocurrido.
P. Su hijo, Pablo Moyano, ha heredado el sindicato de Camioneros.
R. Ese sí puede ser un dato tal vez discutible, polémico.
P. Pablo se reunió con el hijo de Jimmy Hoffa. ¿Ellos mismo contribuyen al mito, no?
R. El hijo de Jimmy Hoffa está al frente de un sindicato [Camioneros] y no está condenado. El padre, bueno. Son imágenes.
P. Macri será el que desarme definitivamente el peronismo?
R. No lo creo. El peronismo ha pasado momentos mucho más duros. Es verdad que era otro contexto, el de la guerra fría, pero Perón estuvo 18 años en el exilio, el único que se acerca es Jomeini. Y sin embargo regresó. Es una cuestión muy profunda y cultural en Argentina. Eso no quiere decir que no tengamos que hacer los deberes para volver a seducir al electorado, especialmente a los jóvenes.
P. ¿Por qué son tan fuertes los sindicatos argentinos?
R. Te podría decir que es por el peronismo pero no es solo eso. En Argentina hay un tema muy fuerte, que son las obras sociales. No pasa en otros lugares. Ingresás en el sindicato y no solo tenés la defensa de tu salario y tu convenio colectivo. Además te capacitás, tenés tu salud, hasta los gastos del sepelio cubre el sindicato.
P. ¿Macri no tocará eso?
R. Eso sería una guerra sin cuartel.
“Macri necesitaría como los romanos alguien que le diga “no olvides que sos mortal”
P. ¿Cristina Fernández de Kirchner se acabó políticamente?
R. Ella hizo un partido nuevo. Yo soy peronista, para mí ella está fuera del peronismo.
P. Macri será el primer no peronista que termine el mandato desde 1928?
R. Yo quiero que termine el mandato. Hay que resolver las cosas dentro del sistema democrático.
P. ¿Se puede reformar Argentina?
R. Se puede hacer. Los de mi generación, que tenemos 60 años, vivimos otro país. Yo en los 70 hacía el trayecto Rosario-Buenos Aires en cuatro horas. Con dos paradas. No me lo contó nadie. 40 años después no te puedes subir al tren porque llega mañana, con accidentes permanentes en la ruta.
P. Muchos dicen que los trenes no se desarrollaron porque Moyano lo impidió para privilegiar a los camioneros.
R. Es un mito. El ferrocarril fue privatizado mucho antes de que Moyano tuviera ese poderío. Es una exageración decir que los sindicatos son la piedra angular del atraso en la Argentina. Los sindicatos son la piedra angular de que acá no hagan salvajadas con la gente. El empresariado argentino es parasitario, con pocas excepciones. Nunca nos recuperamos del todo de lo que pasó en la dictadura del 76.
P. ¿Alguna autocrítica de la responsabilidad de los sindicatos?
R. Es verdad que nosotros no supimos advertir a tiempo que debíamos tener una estrategia para los movimientos sociales. Ahora lo estamos haciendo. Los que están afuera de los convenios son tan trabajadores como nosotros. No queremos quedarnos con la elite de los trabajadores.
P. ¿Son sindicatos ricos para trabajadores de élite?
R. Yo estoy orgulloso de que los sindicatos tengan dinero, porque así se nos respeta. Tenemos que tener los instrumentos que nos permitan enfrentarnos al poder económico, está bien que tengamos dinero.
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