“Macri se ha peronizado, nos sorprendió”
El exdirector de la Biblioteca Nacional analiza las particularidades del éxito del macrismo y asegura que es un "milagro político" que Cristina Kirchner tenga un tercio de los votos
El 22 de octubre, Mauricio Macri se enfrenta a su primera gran prueba: las elecciones de medio término, que renuevan buena parte del Congreso. Su gran rival es Cristina Fernández de Kirchner, que se presenta a senadora en Buenos Aires. EL PAÍS presenta una serie de entrevistas a empresarios, activistas, intelectuales y artistas para analizar la situación del país
Horacio González (Buenos Aires, 1944), uno de los intelectuales de referencia del kirchnerismo, admite que subestimó a Mauricio Macri y la novedosa coalición política que encabeza. González, director de la Biblioteca Nacional entre 2005 y 2015, cree que la corrupción hizo mucho daño a la imagen del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, pero piensa que la historia juzgará con más benevolencia al kirchnerismo que al macrismo.
Pregunta. ¿Cómo ve la Argentina de Macri?
Respuesta. No es un gobierno que se pueda definir con precisión. No se inscribe necesariamente en la tradición liberal. Con la expresión neoliberal nos acercamos bastante, pero faltaría explicar fenómenos colindantes, como la fuerte aceptación popular que tiene. La pareja de opuestos populismo - liberalismo quería decir algo en años pasados, ahora eso cambió.
P. ¿El macrismo es populista?
R. Es un tipo de populismo que incorpora vetas del peronismo. El macrismo es un movimiento político con mucha capacidad de absorción entre radicales y conservadores, peronistas y antiperonistas. Es un rejunte. Son empresarios que comienzan a hacer política y con mucha habilidad. Nos sorprendió.
P. ¿Por qué Argentina ha llegado a esta novedad del macrismo, por un fracaso de lo anterior?
"Los bolsos de José López con millones de dólares la mejor imagen de 'El Padrino"
R. Uno de los temas es la corrupción, pero hay ponerle un nombre que reconozca las distintas escalas de la corrupción. Así como se está usando es un campo teológico, supone que cualquier persona del anterior Gobierno puede ser catalogada en ese rubro satánico estigmatizador que es la corrupción.
P. José López, exsecretario de Obras Públicas, fue pillado in fraganti escondiendo nueve millones de dólares en un convento. ¿Fue un día duro para usted?
R. Sí. López era un funcionario de un sector muy sensible del Gobierno que tuvo en sus manos el mayor presupuesto e hizo las mayores construcciones del país. Eso compromete a todo un partido político. Hay tantas o más situaciones comprometedoras para este gobierno que la de los bolsos, pero es una imagen que tiene todos los elementos teológicos. Es un monasterio, había criptas y en los programas de [el periodista Jorge] Lanata, el principal constructor de la simbología macrista, había simulacros de bóvedas; era de madrugada; había bolsos con dinero. Fue una mezcla de un hecho real muy escenografiado por los servicios de inteligencia. Es como la mejor imagen de El Padrino, lo que Coppola no pudo filmar está ahí. Lo que caracteriza a este Gobierno, que es el blanqueo, las empresas en Panamá, la fuga de capitales, está en la ilegalidad, pero no tiene imágenes.
P. ¿Cómo juzgará la historia al kirchnerismo?
"Es un milagro político que Kirchner siga teniendo un tercio de los votos"
R. Tuvo un gran núcleo emancipatorio. Trabajó por la distribución de la renta y puso la noción de Justicia en su centro. No se pueden disimular ciertas realizaciones. Por ejemplo, Amado Boudou [el exvicepresidente, imputado en varias causas] que hoy es visto como la encarnación del mal en persona, hizo que los fondos de jubilaciones privadas pasarán al control estatal. Creo que el juicio histórico del kirchnerismo va a ser mucho mejor que el del macrismo, que endeuda a 100 años a Argentina. La historia no va a juzgar a Cristina por su peinado, su look, sus bolsos de Louis Vuitton, sino que va a ser una mirada más serena. Y a Macri se le va a juzgar por una política económica muy destructiva de los cimientos del país.
P. ¿Por qué cree que el peronismo ha perdido una parte de la clase media? ¿Se cansó, busca un gobierno más ortodoxo?
R. Puede ser, habría que definir primero a la clase media. Argentina es una sociedad muy vivaz en la construcción de leyendas. Se ve con la pregunta ¿Dónde está Santiago Maldonado?. Ha sido absorbida por una politización cuya estructura es un odio casi visceral que no es fácilmente explicable.
P. ¿Cristina podría volver al poder?
R. Yo tengo muy poco trato con ella. Me pregunto por sus pensamientos. Creo que no tiene una hipótesis vinculada a un espacio político del futuro, sí una voluntad de volver a gozar de la simpatía cuantiosa que gozó.
"Nunca hubo como ahora tanto poder monopolizado por una única fuerza política"
P. ¿Cree que el país ya pasó página, se cansó de Cristina?
R. No. Creo que ella está muy activa y el Gobierno lo ha percibido. Tiene mucha adhesión, logró un 30% de los votos sin publicidad. Es un milagro político. Antes, el voto de los sectores más desfavorables pertenecía al peronismo. Ahora se distribuye casi a partes iguales entre el Gobierno y el voto a Cristina.
P. ¿Cuál puede ser la explicación?
R. Lo más sencillo es que el macrismo se peronizó. El jefe de la bancada oficialista de Diputados era peronista con [Daniel] Scioli, el director del teatro San Martín era el jefe de campaña de Scioli. Otro, [Cristian] Ritondo, que ahora es el jefe de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, estaba vinculado a la zona pobre de Buenos Aires, Mataderos, y es peronista. Hay villas miseria como la 31, en el centro de la ciudad, en las que gana el macrismo. Nunca hubo tanto poder monopolizado por una única fuerza política como ahora.
P. ¿Macri peronizándose, puede acabar con el peronismo?
"La historia no va a juzgar a Cristina por su peinado sino por sus políticas emancipatorias"
R. Perón era un militar intelectual, uno de los pocos de Argentina, con educación prusiana y mucha lectura de textos militares. Construyó con fuentes muy diversas, socialdemocráticas, socialcristinas, laboristas, un partido con muchas secciones, femenina, gremial, incluso los movimientos armados de los 70. Todo eso le generó fuertes identidades, marchas, himnos, blasones… no se destruye de un día para el otro.
P. ¿Es optimista sobre Argentina?
R. No. El macrismo parecía nada, un empresario hincha de Boca, un hombre muy precario en todo. Pero le da para ocultar un crimen como han hecho, para endeudar el país de forma desaforada, hacer una política económica a gusto de todo el sistema financiero. ¿Hubo un hastío de la politización? Es probable.
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