Ritondo: "Vamos a acabar con las mafias policiales en Buenos Aires”
El ministro de Seguridad del distrito más grande de Argentina ya echó a 4.000 policías. En esta entrevista promete limipar una fuerza donde encontró "organizaciones para repartir dinero"
Desde su despacho en el Ministerio de Seguridad en La Plata, Cristian Ritondo (Buenos Aires, 1966) controla a la Policía Bonaerense, una fuerza de 86.000 hombres a cargo de custodiar Buenos Aires, la provincia más grande y rica de Argentina. Viejas prácticas corruptas lastran el desafío de mejorar la seguridad, promesa de campaña del presidente Mauricio Macri y una de las principales demandas de sus electores. En esta entrevista con EL PAÍS, el ministro revela que ha despedido de la fuerza a 4.000 hombres y advierte que “no habrá paraguas oficial” para los corruptos. “Descubrí sobres, casinos clandestinos que repartían dinero”, dice Ritondo.
Pregunta. ¿Con qué se encontró cuando asumió en el Ministerio?
Respuesta. Me encontré con una policía falta de capacitación, que se hizo de manera electoral, que era gorra, pistola y afuera, sin calle ni capacidad. Tenemos además una policía que tiene actos de corrupción, que hay que controlarla, mejorarla.
P. ¿Hay más o menos corrupción que la que esperaba?
R. Los casos de corrupción no se encuentran de un día para el otro y aparecen de a poco. A partir de eso nos propusimos primero que la policía entienda que hay una carrera de mérito, es decir sacar lo malo y premiar lo bueno. Y también ir sacando la fruta podrida del cajón. Vamos a acabar con las mafias policiales en Buenos Aires.
P. ¿Cuántos efectivos sacaron?
R. Hicimos dos cosas. Una tiene que ver con los retiros y otra con exoneraciones o separación de cargo. Las separaciones de cargos fueron entre 1.800 y 2.000, más lo que hemos pasado a retiro, que son otros 2.000.
P. ¿Cuántos habría que sacar?
R. No lo sé. Lo primero que hay que hacer es tener Asuntos Internos comandado por civiles dependientes del ministro. Antes había un civil en la cabeza y luego policías, entonces trabajaban como un sistema corporativo. Otra cosa es poner auditorías de las auditorías, con plazos para los sumarios, por ejemplo. Un sumario no puede estar años abierto.
P. ¿Lo que hacen es peligroso?
R. Siempre que uno corta privilegios tiene riesgos. Siempre que uno da pelea contra las mafias corre riesgos.
P. ¿Son mafias policiales?
R. Diría que hay mafias directivas, mafias judiciales, que tienen que ver con un entramado que es más amplio. Hay buenos intendentes y malos intendentes, malos y buenos policías, malos y buenos jefes. Los malos se van aglutinando para tener un núcleo en común.
P. ¿Dentro de la policía hay alguna organización?
R. Lo que todavía no descubrí fue una organización. Sí descubrí sobres en La Plata, o casinos clandestinos que se repartía sobres. Organizaciones que se repartían el dinero o juntaban el dinero para un fin.
P. El folclore dice que la Policía Bonaerense es ingobernable. ¿Qué se hace para resolver eso?
R. Debemos crear un nuevo sistema interno con premios y castigos, devolver el ascenso por jurado, remodelar el ingreso de policías, reformar la escuela de policías y las materias, reformular la tecnología, abrirnos al mundo.
P. Eso es algo a muy largo plazo…
R. Es que a corto plazo lo único que puedo hacer es al bueno premiarlo y al malo sacarlo. A largo plazo es una estrategia educativa. Pero al menos pones una presión para que entiendan que no son lo mismo los buenos que los malos.
P. ¿Le llegan amenazas?
R. Yo no le hago caso a las amenazas. El día que decidí ser ministro sabía que cosas tenía que enfrentar. Y la gobernadora María Eugenia Vidal también. No vinimos acá para contar quién nos amenaza o que nos dicen. Lo que tenemos miedo es que siga la provincia dominada por los delincuentes.
P. Supongo que es el responsable de la gobernadora. ¿Ella corre peligro?
R. No.
P. Pero vive en un centro militar…
R. Hay que conocer el lugar. Es un barrio normal con medidas de seguridad mínimas. Y todavía no vive ahí. Es al revés. La gobernadora tiene su casa en La Plata y no la usa, con todas las medidas de seguridad. Ella decidió, por sus hijos, seguir viviendo donde los llevaba a la escuela. El cambio ahora es para que tenga más privacidad.
P. ¿Hubo amenazas creíbles?
R. Más allá de las sensaciones, uno cuando acepta ser ministro de Seguridad y se toma el compromiso de llevar las cosas en serio sabe a qué atenerse. Ahora, las decisiones de firmar las resoluciones las hago yo. A cada policía que exonero lo hago yo y sé las decisiones que tomo cada día. Y esto es claro: hay que echar a cualquiera que tenga un acto de corrupción, a cualquier que manche el uniforme. A partir de ahora no hay dobles oportunidades, hay una sola. Aquel que cometa el error de ser corrupto en esta policía se va a ir.
P. ¿Está en condiciones de decir que hay menos corrupción?
R. Lo que tengo como garantía es que los corruptos deben tener cuidado porque no tendrán paraguas ni cobertura de esta gobernadora ni de este ministro. No puedo garantizar que nadie esté haciendo algo porque tendría que tener 90 mil ojos.
P. ¿Cuál la situación del narcotráfico en Argentina?
R. Pasamos de una Argentina donde decían que el narco nos usaba de paso a decir la verdad: en Argentina se cocina, se produce, se vende. Hemos aumentado en 500% el secuestro de sustancias de corte. En cientos de kilos de marihuana que llega de Paraguay que se va a Europa, o la cocaína que va España. Muchas veces le costó a la policía española trabajar con Argentina. Nosotros hemos recuperado una relación que no existía, porque le avisaban a Argentina y Argentina no hacía nada. Hoy podemos trabajar en conjunto y no esperar que llegue el barco o el avión a España para agarrarlo.
P. La diputada oficialista Elisa Carrió denunció públicamente que el jefe de la Policía, Pablo Bressi, tiene vínculos con el narcotráfico. ¿Qué puede decir?
R. Que Asuntos Internos está investigando el tema de la misma forma en que investiga todas las denuncias. En cualquier caso repito lo que ha dicho la gobernadora Vidal: no se mantendrá en su cargo a ningún funcionario que haya cometido un delito.
P. El mito de que la provincia de Buenos Aires es ingobernable ¿es cierto?
R. Es muy difícil, es muy duro, pero hay que tener un gran equipo y tener una gobernadora como Vidal con la decisión de enfrentar el desafío y hacerlo con mucho coraje. Y en mi caso tener un buen equipo.
P. ¿En 4 años se puede?
R. Estoy seguro de que se puede. Si no podemos garantizar como Estado bienestar a la gente habremos fracasado como generación política.
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