“Turquía no es un campo de acogida de refugiados”
El ministro Çelik, advierte que la suspensión de las negociaciones de adhesión pondría fin al acuerdo migratorio
Turquía lanza una advertencia a la Unión Europea. “Si se suspenden las negociaciones de adhesión a la UE, eso afectará a los acuerdos migratorios entre la UE y Turquía”, ha asegurado este miércoles su ministro para Asuntos Europeos, Ömer Çelik (Adana, Turquía, 1968), en un encuentro con periodistas celebrado en Madrid. “Hay tres millones de refugiados” en Turquía, recordaba Çelik, lo que contribuye a proteger las fronteras de la UE y reducir las tensiones internas, tal y como recalcó previamente en una conferencia organizada por el Real Instituto Elcano. Pero “Turquía no es un campo de acogida de refugiados. Es un aliado para compartir también el bienestar y la democracia. Si no veis a Turquía como aliado no habrá colaboración en otras materias”, ha advertido el ministro.
Çelik ha denunciado asimismo el incumplimiento de los acuerdos por parte europea. Según sus datos, la UE solo ha desembolsado 810 millones de los 3.000 millones de euros comprometidos en el acuerdo para frenar la llegada de refugiados a Europa, lo que impide que aproximadamente medio millón de niños refugiados reciban educación. Además, ha alertado de que “la inmigración continúa y Turquía sigue siendo clave” en controlar las rutas desde África y Asia hacia Europa, en una clara señal de lo que podría suceder si se suspende el acuerdo migratorio.
El aviso de Ankara se produce días antes de que el Parlamento Europeo vote, el próximo día 4 de octubre, si pide congelar las negociaciones con Turquía, como ya solicitó la Eurocámara en noviembre de 2016. Una decisión que no es vinculante pero que manda un claro mensaje político. Además, durante la reciente campaña electoral, la canciller Angela Merkel se mostró partidaria de poner fin a las conversaciones porque “está claro que Turquía no está en condiciones de convertirse en miembro de la UE”, dijo en el único debate televisado con su principal rival, el socialdemócrata, Martin Schulz, que también apostó por suspender las conversaciones.
“Hasta ahora, solo Austria ha apoyado esa posición”, ha apuntado Çelik. “Esperamos que el Parlamento Europeo no vuelva a cometer la misma equivocación”.
Auge populista
El ministro ha ido más allá y ha afirmado que “si no hubiéramos colaborado con la UE, esos tres millones de refugiados estarían en Europa. La democracia alemana nos debería estar agradecidos porque en ese caso la extrema derecha y la extrema izquierda hubieran crecido aún más en estas elecciones”, ha subrayado en alusión a los resultados de las elecciones alemanas celebradas el pasado domingo, en las que los xenófobos de Alternativa para Alemania (AfD) han obtenido el 12,6% de los votos.
"Si la UE no sale de sus fronteras, no tendrá asegurado su futuro"
Un escenario que, en todo caso, no beneficia a Turquía. “No cabe duda de que el auge de los populismos dificultará nuestras negociaciones”, ha admitido.
El ministro también se ha mostrado dispuesto a hablar de las cuestiones relacionadas con la libertad de expresión, como han denunciado numerosas organizaciones de derechos humanos y gobiernos europeos, “pero nunca bajo amenaza”. “Si Europa quiere hablar de ello, abramos los capítulos 23 y 24 de las negociaciones, pero utilizar esta cuestión como amenaza no es correcto”.
Pese a las tensiones en la relación bilateral, el ministro ha ratificado el interés de Turquía en lograr la plena integración en Europa. “En Turquía decimos que la abeja no hace miel si no sale de la colmena. Si la UE no sale de sus fronteras, no podrá avanzar en las reformas que aseguren su futuro y su poder global y su capacidad para abordar crisis se verán muy disminuidos”. A su juicio, “la UE está reflejando su propia crisis en la relación con Turquía”.
Çelik ha rechazado que el reciente acuerdo alcanzado con Rusia por el que Moscú suministrará a Ankara un escudo antimisiles suponga abrir una vía de tensión dentro de la OTAN. “Somos un miembro importante de la OTAN pero mantenemos una relación histórica con Rusia”, ha explicado el ministro.
“Necesitábamos un sistema de protección aérea y pedimos ofertas, pero las propuestas europeas no proporcionaban la transferencia de tecnología e I+D que nosotros deseábamos, sino que nos trataban como un mero consumidor”, ha apuntado el antiguo periodista. “La relación con Rusia no es una alternativa a la OTAN. ¡Ojalá algún miembro de la Alianza nos hubiera dado las mismas condiciones!”, ha recalcado.
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