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Escuelas de valores que transforman comunidades

En Nicaragua, consejeros hablan de sexualidad, autoestima o sustentabilidad en áreas pobres para una convivencia más sana

Participantes de una Escuela de Valores en Nicaragua.
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A Ruth, Teresa y Rosa las diferencia la edad, pero las unen las ganas de seguir aprendiendo. Las tres acuden a una escuela en la que, en vez de estudiar Geografía o Historia, les enseñan valores. Las tres viven en una comunidad pobre de Nicaragua.

Las Escuelas de Valores son para adultos y puede asistir cualquier miembro de la familia: madres, padres, tíos o hermanos. Cuanto más mejor, ya que se les dan herramientas para que tomen decisiones respecto a su papel social y familiar con miras a promover una convivencia armoniosa y respetuosa dentro del hogar y con la comunidad. En los talleres se habla sobre salud, autoestima, prevención de consumo de drogas, relaciones de pareja o emprendimientos productivos.

Los talleres de autosostenibilidad económica y superación han sido un éxito al promover que las familias creen o expandan pequeños negocios como marisquerías, tiendas de abarrotes, venta de refrescos o tortillas. De esta forma, generan un ingreso extra dentro del hogar y a la par colaboran a la economía de las familias nicaragüenses.

Así es el caso de Ruth Orué, madre de ocho hijos, quien antes vendía comida en la calle y ahora como resultado de estas capacitaciones cuenta con su propio negocio en casa. Hace manualidades y cose ropa, con ello pasa más tiempo con sus hijos y ha superado la pobreza extrema en la que vivían anteriormente. Muy similares son las historias de Teresa y Rosa quienes ahora tienen empleo formal, pero también han ganado más autoestima y muestran una mejor actitud ante situaciones adversas.

El porcentaje de permanencia de quienes participan en los talleres es mayor al 93%, lo que comprueba el grado de satisfacción de las familias dentro de la iniciativa proyecto. Esta es una forma en la que los valores se pueden transmitir generacionalmente, como dice Teresa Vargas, madre de familia y alumna: "El hijo aprende de la madre y la madre aprende de otros que les están impartiendo y enseñándole a uno, porque uno nunca deja de aprender".

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Jessica Belmont es productora online del Banco Mundial

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