Así paga Europa la crisis de refugiados
Los principales donantes de la OCDE cuadruplican en cinco años el gasto que destinan a recibir a solicitantes de asilo en sus territorios pero lo computan como Ayuda Oficial al Desarrollo
El número de refugiados y desplazados en el mundo ascendió a 65,3 millones en 2016. Una cifra récord desde la Segunda Guerra Mundial a la que los países ricos no han podido permanecer indiferentes porque muchos de estos refugiados y desplazados, en su huida, han llegado a sus territorios. Así, el conjunto de los 29 miembros del Comité de Ayuda al Desarrollo —los donantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)— cuadriplicó el gasto de acogida de estas personas en cinco años. En 2016, dedicaron a esta partida 15.400 millones de dólares (en torno a 13.700 millones de euros), mientras que en 2012 la cantidad fue de 3.900 millones de dólares (unos 3.450 millones de euros).
Esta es una de las conclusiones del informe El impacto de la crisis de refugiados en los presupuestos de ayuda para el desarrollo en los donantes europeos, publicado este martes por la consultora Seek Development en su página web Donor Tracker. Con la lupa en los países analizados —Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Países Bajos, Suecia, Noruega y España—, los autores demuestran con datos lo que hasta ahora era una realidad conocida, "pero no contrastada con cifras oficiales", como dice Raimund Zühr, responsable de proyectos de Seek Development. Todos ellos computan como Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) los gastos de acogida de refugiados en sus territorios. Si bien, lo hacen de manera desigual.
“Algunos países han utilizado sus presupuestos de ayuda al desarrollo para acoger a refugiados en sus territorios. Lo que ha significado una disminución de los fondos que dedican a proyectos en países en vías de desarrollo”, detalla Zühr. Es el caso de Países Bajos, Noruega y Suecia. Por su parte, Alemania, Italia, Francia y España han optado por no restar este gasto de sus programas de cooperación internacional. Sin embargo, computan los costes de acogida como AOD. De este modo, Alemania cumplió en 2016 por primera vez el compromiso de destinar el 0,7% del PIB a países pobres, pero en realidad un 25% de la solidaria partida se queda en casa. De no haber sumado los 6.152 millones de dólares que ha invertido en asistir a los refugiados dentro de sus fronteras, su AOD supondría el 0,52% del PIB, abunda el estudio. Finalmente, Reino Unido combina ambas prácticas: resta y añade.
The New Arrivals
Cuatro millones de inmigrantes han llegado a España en dos décadas en avión, en patera o saltando la valla. Más de un millón de personas pidieron asilo en Europa en 2016. EL PAÍS cuenta, en un proyecto de 500 días con los diarios The Guardian, Der Spiegel y Le Monde, cómo se adaptan estos nuevos europeos y cómo Europa se adapta a ellos. Una mirada a un fenómeno que está transformando España y el continente
“Las ONG dicen que estos costes no se deberían computar como ayuda al desarrollo, porque aumenta la AOD sin que realmente haya flujos adicionales en los países en desarrollo”, apunta Zühr. Una de las organizaciones que se ha mostrado reticente a este modo de contabilizar la asistencia de refugiados es Oxfam Intermón, sobre todo, cuando significa un recorte de programas en países pobres. “El problema es que se desvirtúa el concepto de AOD. Se da tan amplio margen de maniobra que se puede contar como tal algo que realmente revierte en el país donante”, detalla Íñigo Macías, coordinador de investigaciones de la entidad. El caso más extremo, en este sentido, es Italia: un 34% de su AOD es gasto de acogida. Iliana Olivié, del Real Instituto Elcano, observa en esta ingeniería presupuestaria “un incentivo” para que países con una AOD modesta destinen más recursos para acoger a mayor número de migrantes. Con ello, aumentan sus niveles de solidaridad y mejoran su imagen internacional, considera la experta. En España, apostilla, no se ha producido este efecto porque incrementar los fondos para la cooperación “no ha sido una prioridad en los últimos años”. Tampoco ahora.
Falta de reglas claras
Con corrientes de opinión a favor y en contra, la OCDE permite que sus miembros contabilicen como ayuda al desarrollo los costes de acogida de refugiados. Admite esta práctica desde hace muchos años, pero ahora, cuando este gasto se ha disparado en los países europeos —hoy representa el 11% de la AOD de los ocho donantes analizados, mientras que suponía el 3% en 2012—, se ha avivado el debate. Aumenta, aseguran los autores del informe, la demanda de transparencia sobre qué y cómo se computa. Y actualmente no hay unos criterios claros y comunes que respondan a tales cuestiones.
Un ejemplo: la OCDE indica que se pueden considerar ayuda oficial al desarrollo los gastos de acogida durante los 12 primeros meses. Pero no fija desde cuándo empieza a correr el reloj. ¿Desde que el migrante llega al país? ¿Desde que se le reconoce la condición de refugiado? Tampoco lista qué conceptos se pueden incluir como costes de atención. De este modo, cada país suma partidas distintas a la carta: vivienda, transporte, cursos de idiomas, alimentación…
Esta discrecionalidad en los criterios es un problema, coinciden los expertos. Desde Seek Development reconocen que, con la información disponible, es imposible comparar el esfuerzo económico por países. Para calcular el gasto por refugiado al año de cada donante sería necesario que todos sumaran las mismas partidas. “Dentro de la OCDE hay un proceso de consultas y debate para establecer una metodología. Ahora hay países que reportan mucho gasto en atención a refugiados, y puede ser porque acogen a muchos o porque lo computan todo”, explica Zühr. “La falta de claridad favorece que se hagan triquiñuelas contables. Al no haber unas reglas claras de qué se puede computar, si algún país necesita mostrar que es más generoso, tiene capacidad de inflar su presupuesto”, considera Macías. Para los que argumentan que armonizar los datos sería demasiado complicado, Olivié tiene una respuesta: “Discrepo de los que dicen que esto sería un lío. Si algo no está claro, que se clarifique”.
El coste de acogida, por países
Los ocho mayores donantes europeos, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Países Bajos, Suecia, Noruega y España dedicaron juntos 11.000 millones de dólares a la atención de refugiados dentro de sus fronteras en 2016. La cifra supone el 75% del total de la ayuda (15.400 millones) que a tal fin destinaron los 29 países miembros del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE. Pero el reparto es desigual, tanto en cantidad bruta como en el porcentaje que la misma supone con respecto a la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) de cada país. Estos son los principales datos que destaca el estudio de Seek Development.
Alemania
En 2016 cayó drásticamente el número de solicitantes de asilo, con 280.000 peticiones, frente a las 890.000 que se tramitaron el año anterior.
Sin embargo, Alemania es el que más gasta en acogida, según sus datos. El año pasado, destinó a la atención de refugiados dentro de sus fronteras casi 6.200 millones de dólares, lo que supone el 25% de su Ayuda Oficial al Desarrollo
España
"Comparado con otros países europeos, España ha acogido a muy pocos refugiados", evidencia el estudio. De hecho, hasta la fecha, al país apenas han llegado 1.300 de los 17.337 que el Gobierno se comprometió a acoger. En la página VenidYa se puede seguir el minuto a minuto de esta situación.
El gasto que supuso es acorde al esfuerzo realizado por reasentar y reubicar en territorio español a quienes huyen de la guerra, la persecución o las violaciones de derechos humanos. España dedicó a esta partida 32 millones de euros en 2016, idéntica cantidad que el año anterior, indica Seek Development, lo que representa el 1% de la Ayuda Oficial al Desarrollo.
Francia
El coste de acogida de refugiados —426 millones de dólares en 2016— lo cubren los Ministerios de Vivienda e Interior. "Esto significa que el gasto no tiene un impacto negativo en el presupuesto de ayuda al desarrollo", anotan los investigadores. Pero sí computa el desembolso como AOD. Así, el 4,4% de la misma son ayudas que se quedan en casa.
Países Bajos
En 2015, el país recibió 43.000 peticiones de asilo, un 64% más de lo que habían calculado las autoridades. Y el gasto de acogida ese año (460 millones de dólares) salió del presupuesto de ayuda al desarrollo. En la práctica, se dejaron de financiar programas en países pobres.
El año pasado, se produjo lo contrario: el Gobierno calculó que más refugiados llegarían al país (58.000). Sin embargo, apenas 19.000 solicitaron asilo. Así, parte del presupuesto que se había detraído de la AOD para gastos de acogida se pudo destinar finalmente a proyectos de cooperación internacional.
Suecia
Suecia no solo recortó un 30% su ayuda oficial al desarrollo entre 2015 y 2016, sino que, además, dejó de apoyar proyectos en países pobres para costear la acogida de refugiados dentro de sus fronteras. El presupuesto de esta partida (824 millones de dólares) supuso casi el 17% del total de la AOD (4.884 millones).
Como le sucedió a Países Bajos, Suecia no acogió a tantos refugiados como esperaba, por lo que pudo realocar el dinero reservado para ellos en programas de desarrollo.
Italia
El cierre de la ruta de los Balcanes ha significado que un mayor número de refugiados opte por intentar llegar a Europa a través del Mediterráneo, so riesgo de su vida. Muchos, cada vez más, desembarcan en Italia.
En 2016, 122.000 personas solicitaron asilo en Italia. Y el país aumentó su partida para la atención de refugiados hasta los 1.650 millones de dólares. Estos fondos provienen del Ministerio de Interior, es decir, no se han detraído del presupuesto para la cooperación internacional. Pero sí se han computado como AOD. Así, el gasto de acogida dentro de sus fronteras supone el 34% de los 4.812 millones de dólares que Italia declaró como ayuda internacional.
Noruega
El donante ha costeado la atención a refugiados en su territorio —847 millones de dólares en 2016— con la partida presupuestada para cooperación internacional. Como Países Bajos y Suecia, esta decisión ha mermado los fondos transferidos a naciones pobres. Un 18,5% de su AOD era gasto de acogida. Sin embargo, la caída de solicitudes de asilo aprobadas, 3.200 frente a las 25.000 que se habían presupuestado, permitió que parte del dinero que se había reservado para los refugiados fuera destinada finalmente a programas de desarrollo.
Reino Unido
El país destina por ley el 0,7% de su PIB a ayuda oficial al desarrollo. Es de los pocos donantes que, de hecho, ha venido cumpliendo con este viejo compromiso internacional. En cuanto al modo de financiar y computar el gasto de acogida de refugiados como ayuda oficial al desarrollo, Reino Unido es el único país que ha optado por una fórmula híbrida: una parte de los 613 millones de dólares destinados a este fin la ha asumido el presupuesto de cooperación; otra, la costean los ministerios competentes. La cifra supone un 3% de la AOD del país (20.100 millones de dólares).
El proyecto The New Arrivals está financiado por el European Journalism Centre con el apoyo de la Fundación Bill & Melinda Gates
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