Las FARC llaman a la reconciliación de los colombianos

Dejar atrás el odio y la venganza. Eso ha pedido este martes la guerrilla de las FARC al inicio de la negociación sobre cómo resarcir a los más de seis millones de víctimas que ha dejado el conflicto armado en Colombia. Es el cuarto punto en la agenda de la negociación que mantienen en La Habana el Gobierno colombiano y la guerrilla.

El grupo subversivo envió un mensaje de reconciliación a través de su número dos y jefe de la delegación de paz en Cuba, Luciano Marín —más conocido por el alias de Iván Márquez—, quien dijo que el debate sobre las víctimas es “trascendental”. “Hay que dejar atrás los sentimientos de odio y de venganza si queremos tener patria en paz”, aseguró.

Estas declaraciones resultan clave en el momento de tensión que atraviesan los diálogos de paz por la participación directa de los afectados de una guerra que ya suma cinco décadas y que el Gobierno calcula que ha dejado más 220.000 muertos y cinco millones de desplazados. Para Márquez, lo que se empezó a discutir en Cuba va a “entregar las claves para abrir el camino hacia la reconciliación de la familia colombiana”. Pidió “disponer el espíritu para la humildad, para escuchar y para el perdón”.

El país espera expectante cuál será la participación directa de las víctimas en las negociaciones, ya que el sábado llegarán a La Habana las primeras 12 —de un grupo de 60—. Su selección, a cargo de la ONU y la Universidad Nacional y que busca ser representativa de la pluralidad de casos, ha desatado todo un debate sobre las personas que serán elegidas.

Al llamado a la reconciliación de Márquez se suman las nada alentadoras declaraciones del líder de la guerrilla, Rodrigo Londoño —conocido con el alias de Timochenko—, quien aseguró que no cree que este año se pueda cerrar el proceso de paz, como lo desea no sólo el presidente, Juan Manuel Santos, sino todos los colombianos.

En una entrevista en uno de los portales de las FARC, Timochenko calcula que las discusiones sobre víctimas llevarán por lo menos cuatro meses, ya que la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas (CHCV) —la guerrilla y el Gobierno acordaron establecerla para que ayude a comprender la complejidad del conflicto colombiano— se tomará ese tiempo para entregar resultados.

Para acelerar los diálogos en La Habana las partes acordaron que a la par de las negociaciones sobre las víctimas, se instalará desde el 22 de agosto una subcomisión integrada que analizará el punto sobre el alto el fuego definitivo y la desmovilización de los guerrilleros. Asuntos que, en palabras del líder de las FARC, “no van a ser sencillos”.

Hasta ahora las partes han llegado a acuerdos en el tema agrario, la participación política y el narcotráfico, lo que les ha tomado 20 meses. El nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, confía en que este año puedan dar la buena noticia. “Los colombianos esperamos que esta Navidad el mejor regalo para todo el país sea un acuerdo de paz. Debemos trabajar para ello. Si no se alcanza, hay que seguir insistiendo”, dijo.