Santos, de visita en Estados Unidos, entre los negocios y la paz
El presidente colombiano ha comenzado en Miami una gira oficial de tres días para relanzar las relaciones bilaterales
Hay grandes diferencias, ha dicho Juan Manuel Santos, entre la visita oficial de tres días a Estados Unidos que él ha comenzado este lunes en Miami y las anteriores giras estadounidenses de otros mandatarios colombianos. El presidente de Colombia no viene esta vez a pedir fondos de ayuda sino a buscar alianzas para producirlos y los negocios, en lugar de la seguridad regional, son el tema principal de la agenda que continuará este martes en Washington. Pero Santos ha reconocido que poco pueden prosperar estos planes si persiste el conflicto armado que por más de cinco décadas ha asolado a Colombia. Y por eso, también ha venido a defender su manera de conducir el proceso de paz que comenzó hace poco más de un año, y que consiste en lograr un acuerdo unánime con las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sobre cinco puntos fundamentales, sin que en el ínterin cese el fuego de las armas. “Porque si por alguna razón el proceso de paz falla, no quiero que la historia me acuse de darles ninguna ventaja militar durante las negociaciones”, ha explicado el presidente Santos, quien hoy se define a sí mismo como “cautelosamente optimista” sobre el fin de la guerra.
Este lunes por la mañana, al comienzo de su jornada en Florida, Juan Manuel Santos ha comenzado por desviar literalmente el rumbo de los viajes anteriores. “Usualmente, cuando un presidente colombiano venía a Miami era para visitar el Comando Sur. Ahora venimos primero a la Universidad de Miami y esta es una muestra de cómo han cambiado las cosas en Colombia y en su relación con Estados Unidos”, ha dicho Santos durante un encuentro organizado por los centros de Estudios Latinoamericanos y de Políticas Hemisféricas en el campus de Coral Gables; a varias millas de distancia de la base militar responsable de coordinar las políticas comunes de seguridad con 31 países la región. Santos siguió luego enumerando cifras: sobre el crecimiento económico –de 5%, en promedio- durante los últimos años en Colombia, sobre las políticas sociales que le han hecho deslizarse del puesto número dos al puesto número siete entre los países de América Latina donde existe mayor desigualdad en la distribución de los ingresos, sobre los jefes guerrilleros “dados de baja” en combate. “Somos ahora los favoritos de los inversionistas, pero todavía tenemos el conflicto armado y por eso tomé la decisión de solucionarlo de una vez por todas. Es una decisión que tiene muchos enemigos, porque hacer la paz es mucho más difícil que hacer la guerra, pero el tiempo ha llegado. Este proceso ha sido muy bien pensado y planeado, sabemos exactamente hacia dónde vamos, qué podemos negociar y qué no, y cuáles son nuestros límites”, ha asegurado Santos.
Su antecesor inmediato, el expresidente Álvaro Uribe, es uno de los mayores críticos de los términos de las conversaciones entre la actual administración y las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que comenzaron hace poco más de un año y que continúan en La Habana. Uribe es de los que cree que fue un error comenzar a negociar la paz cuando militarmente se estaba ganando la guerra y peor aún, sin que se garantice que los crímenes de la guerrilla serán juzgados. Hace un par de semanas, Uribe también estuvo por Miami, acompañado por su candidato para impedir la reelección presidencial de Santos –el economista y ex ministro de Hacienda Óscar Iván Zuluaga- y reunido con los mismos empresarios de la Cámara de Comercio Colombo-Americana que este lunes a mediodía ofrecieron un almuerzo en honor al presidente Santos.
Este martes, el presidente de Colombia se reunirá con el presidente Barack Obama para proponerle el relanzamiento de las relaciones bilaterales a través de lo que ha descrito como “una nueva alianza para el progreso y la paz”. Esto es: mayor cooperación mutua en educación, seguridad y tecnología; la ratificación del respaldo al proceso de paz, anunciado por el secretario de Estado, John Kerry, durante su visita de agosto a Bogotá; y el ofrecimiento de que Estados Unidos regrese a América Latina, utilizando a Colombia como puerta de entrada. “Estados Unidos debería mirar más al sur. En Colombia estamos muy orgullosos de ser tan buenos aliados, pero creo que toda la región puede tener relaciones mucho mejores y más cercanas con Estados Unidos”, ha adelantado Santos este lunes, con la idea de que el presidente Obama compre este martes su oferta.
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