“Para el presidente Santos la paz está por encima de la reelección”
La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia asegura en esta entrevista que la negociación con las FARC es una convicción del presidente y rechaza cualquier cálculo político al respecto
María Ángela Holguín Cuéllar (Bogotá, 1963) es la voz diplomática del Gobierno de Juan Manuel Santos. Y cuando se le pregunta por el proceso de paz por el que el presidente ha apostado todo su capital político no puede ser más contundente: “Los colombianos nos estamos jugando el futuro con el proceso de paz”. No el Gobierno, insiste, no el presidente, sino los colombianos. “Es un momento en el que han confluido muchas cosas. Es un momento histórico, un momento en que todos quieren. Más que como miembro del Gobierno se lo digo como colombiana. Es el momento”.
La negociación entre el Gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cumple este mes de octubre un año desde la primera reunión en público. La última fase de este proceso coincide con la precampaña electoral, ya lanzada, en la que Santos se jugará la reelección. El Gobierno prevé que un eventual referéndum para ratificar los acuerdos podría incluso coincidir con las elecciones, dándole a todo el proceso un aire de plebiscito. Holguín separa, sin embargo, las dos cosas. “El punto es un convencimiento del presidente de que lo que el país necesita es la paz, independientemente de su futuro político. No es una jugada política, no es que a través de la paz lo vayan a reelegir, es el convencimiento de un presidente de que a través de la paz el país va a lograr avanzar. Para él, la paz está por encima de la reelección. Créame, es así”.
Los colombianos nos estamos jugando el futuro con el proceso de paz. Es un momento histórico, un momento en que todos quieren
Holguín considera que el hecho de que el final de la negociación se esté solapando con la campaña electoral entorpece el objetivo principal. “Lo que juega en contra es que [la negociación] queda en la mitad del proceso electoral. Hubiera sido mucho mejor que no fuera así. Pero tampoco se avanza de un día para otro en un acuerdo de paz después de 50 años. Es desafortunado para la paz que haya coincidido precisamente con el periodo de las elecciones. Lo que es equivocado es interpretar que el presidente esté en la paz por la reelección. El presidente está en la paz por la paz”.
El pasado mes de agosto, surgió en el campo colombiano un conflicto mayúsculo que el Gobierno no supo ver venir. Durante 20 días, una huelga general a la que se fueron sumando gremios paralizó algunas vías principales del país desafió en ocasiones a las fuerzas de seguridad con violencia.
Holguín rechaza que el paro, que ha dejado la popularidad de Santos por debajo del 30%, haya enturbiado la imagen exterior del país. “Mire, se lo digo como colombiana, qué bueno que Colombia pase del conflicto armado al conflicto social. Qué bueno que la gente en vez de matarse, proteste. Qué bueno que la gente se sienta tranquila de salir a protestar”.
Qué bueno que Colombia pase del conflicto armado al conflicto social. Qué bueno que la gente en vez de matarse, proteste
Lo importante, subraya, no es que la gente proteste sino que se aborden soluciones a las causas de la protesta, que no tienen que ver con su Gobierno sino con una situación heredada de décadas. “Hay un abandono del campo. El campo colombiano es muy productivo, pero necesita tecnología, innovación, infraestructura. Esta crisis es una oportunidad para el Gobierno de reformar el campo y reajustarlo al siglo XXI. Está claro es que el campo necesita un tratamiento distinto al que por décadas ha tenido. El reto es ese. El tema de las infraestructuras es esencial. No puede ser que a un productor le cueste más sacar su producto de una región de Colombia a un puerto colombiano que mandarlo a Japón. Eso es por falta de infraestructura”.
En cuanto a la lenta reacción del Gobierno, no elude la autocrítica. “No es que no lo valorara [la protesta]. Faltó una mayor dinámica con las asociaciones y no un diálogo directo con los campesinos. Para eso están las asociaciones. Al Gobierno le faltó un mayor diálogo anterior al paro con los gremios para entender realmente la magnitud de las protestas y los requerimientos que estaban haciendo”.
La gran patata caliente que se ha encontrado Holguín como canciller es una sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya que, en noviembre de 2012, resolvió que unos 75.000 kilómetros cuadrados de mar Caribe que Colombia consideraba suyos son de Nicaragua. Casi un año después, Managua denuncia que Bogotá se niega a cumplir la sentencia. “Lo que hemos dicho es que en este momento no podemos implementar el fallo”, responde Holguín.
Al Gobierno le faltó un mayor diálogo anterior al paro con los gremios para entender realmente la magnitud de las protestas
La sentencia modifica las fronteras de Colombia y el Gobierno argumenta que, según la Constitución, eso solo se puede hacer por tratados aprobados por el Congreso. “El presidente ha interpuesto una demanda ante la Corte Constitucional [algo sin precedentes]. La pregunta es, a la luz de la Constitución de 1991, como pude el fallo de La Haya incorporarse al marco jurídico colombiano. Estamos esperando que la Corte responda. No hemos desacatado el fallo o desconocido el fallo o la CIJ. Estamos ajustando una situación al marco jurídico colombiano”.
Holguín, que en Madrid se reunió con todos los embajadores colombianos en Europa, afirma como jefa de la diplomacia colombiana que solo ha encontrado comprensión para los momentos que vive su país con el proceso de paz. “El apoyo ha sido generalizado. Aquí en Europa no hay uno solo [que no lo apoye]. Sin necesidad de mucha explicación. La posibilidad de vivir en paz, eso lo entiende cualquier persona en cualquier país”.
Aun así, deja claro que la opinión sobre el proceso fuera de Colombia no le quita el sueño. “Estamos convencidos de que es lo que nos va a llevar a tener un mejor país, con menor desigualdad y mejor calidad de vida. Lo que piense la comunidad internacional… ojalá nos acompañe. Esto es un tema de Colombia”.
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