España estudia usar ayudas europeas para rebajar cotizaciones al empleo juvenil

Los mandatarios nunca se confiesan frustrados por los resultados del Consejo Europeo, pero Mariano Rajoy lo hizo el viernes, retrospectivamente, al afirmar que “esta vez sí” salía satisfecho, lo que no sucedió “en algunas otras cumbres”. El presidente español ha asegurado que había logrado “en gran medida” sus objetivos, que se plasmaron en la proposición no de ley aprobada el pasado día 25 por más del 90% de los diputados. Y se ha mostrado partidario de mantener cara al futuro este amplísimo acuerdo, que ha reforzado su posición ante los socios. Rajoy habló el jueves con el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, y tenía intención de volver a hacerlo el viernes.

Los “objetivos prioritarios” de la delegación española pasaban por la adopción de “medidas urgentes y efectivas” para luchar contra el desempleo juvenil y desatascar el grifo de la financiación para las pymes. Como estaba previsto, el Consejo ha dado luz verde al adelantamiento a 2014 y 2015 de los 6.000 millones con que se había dotado la Iniciativa de Empleo Juvenil para el septenio 2014-20. A España le corresponderán unos 1.900 millones. Además, los remanentes de los presupuestos comunitarios de 2014 a 2017 se dedicarán preferentemente a fomentar la contratación de jóvenes. Según las estimaciones del presidente del Consejo, Herman van Rompuy, ello podría suponer un aporte suplementario de unos 2.000 millones (900 para España si se aplica el mismo porcentaje que en ejercicios anteriores).

Rajoy ha restado importancia al hecho de que no se haya aceptado su propuesta de que las bonificaciones a la contratación juvenil no computen en el procedimiento de déficit excesivo. “Es evidente que entre que [las bonificaciones] las gaste España y no le cuenten en el déficit o que se lo den los presupuestos europeos, pues es mejor esta [segunda] opción”, ha argumentado. El Gobierno está estudiando la posibilidad de destinar parte de las ayudas europeas a una “rebaja selectiva de cotizaciones sociales” para fomentar la contratación de jóvenes, aunque no hay decisión tomada, ha apostillado.

Más compleja es la fórmula elegida para que el crédito vuelva a fluir a las pymes. El Consejo ha acordado que el Banco Europeo de Inversiones (BEI), hasta ahora dedicado a financiar infraestructuras, se oriente hacia las pymes y que haga “pleno uso” del reciente aumento de su capital en un 10% para avalar la concesión de créditos por la banca privada, compartiendo riesgos con la Comisión Europea. Pero aún hay que acordar los detalles técnicos de estos productos de ingeniería financiera, por lo que BEI y la Comisión deberán presentar un informe a primeros de octubre en el que incluirán los “objetivos cuantitativos” del programa, sus instrumentos y su calendario.

Rajoy se ha reconocido “preocupado” por la posibilidad de que España deba devolver casi 3.000 millones de ayudas a la construcción naval y se ha mostrado confiado en que la Comisión tome una “decisión razonable y justa” que permita la supervivencia del sector.