Comisión y Eurocámara logran un acuerdo sobre el presupuesto de la UE
Empleo juvenil y crédito a las pymes marcan la cumbre de la UE Los Veintisiete logran un acuerdo para que en los próximos rescates bancarios paguen primero los accionistas y no los contribuyentes
La Comisión Europea y el Parlamento Europeo han alcanzado este jueves, tras semanas de negociaciones y desencuentros, un acuerdo final sobre un presupuesto comunitario de 960.000 millones de euros para el periodo 2014-2020, que por primera vez es inferior al marco financiero vigente debido a la crisis.
El compromiso -que estuvo a punto de derrumbarse porque el Parlamento consideraba insuficientes las concesiones de los Gobiernos- permitirá adelantar a los años 2014 y 2015 el gasto del nuevo fondo de 6.000 millones de euros para combatir el paro juvenil y otras ayudas para las pymes, según ha dicho el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso. Este acuerdo, que aún debe ser refrendado por el pleno de la Eurocámara se produce horas antes del arranque de al cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea en Bruselas. Hay sobre la mesa dos temas de especial importancia para España: el paro juvenil y el crédito a las pequeñas y medianas empresas.
La agenda de la cumbre indica que al fin llegan los estímulos y que el proyecto de unión bancaria sigue en pie. La letra pequeña, sin embargo, revela que la cumbre no va a ser el país de las maravillas. Los estímulos llegan tarde y son peccata minuta. Y la unión bancaria registra graves retrasos y un preocupante déficit de ambición, como todo lo importante a la espera de las elecciones alemanas.
Los Veintisiete aprobarán medidas contra el paro juvenil por importe de 6.000 millones, que permitirán levantar más dinero —hasta 60.000 millones— con la ingeniería financiera del Banco Europeo de Inversiones. El BEI será asimismo fundamental en el plan para evitar que las pymes españolas paguen más intereses que las austriacas. Bruselas propondrá un proyecto para desatascar el crédito de entre 60.000 y 100.000 millones en siete años. El dinero contante y sonante es inferior, pero de nuevo la ingeniería financiera permite la multiplicación de los panes y los peces.
A los temas de la agenda, se le añade otro asunto, acordado anoche a última hora. Horas antes de la gran cita europea, y después del fracaso de la semana pasada en Luxemburgo, los ministros de Economía de los Veintisiete hicieron encaje de bolillos hasta bien entrada la madrugada para encontrar la fórmula mágica que asegure que en los próximos rescates bancarios paguen primero los accionistas y no los contribuyentes.
El acuerdo, tras varias horas de bloqueo por parte de Alemania, llega justo a tiempo para que lo puedan firmar los 27 jefes de Estado y de Gobierno que comienza en el mismo edificio bruselense en el que han estado reunidos sus ministros de Economía. El texto logrado, que Guindos bendijo como “un paso en la dirección correcta” hacia la unión bancaria, establece la jerarquía que se establecerá cuando en el futuro haya desastres como el de Bankia.
Mientras, la Comisión Europea reaccionó el miércoles a los palos que le llueven desde Berlín, París y el resto de capitales, empeñadas en europeizar todos y cada uno de los fracasos de esta crisis. Alemania critica abiertamente a Bruselas por su inacción. Francia está en pie de guerra contra la Comisión por imponerle reformas y por una política económica de talla única, que no ha hecho sino agravar la crisis. Bruselas recogió el testigo y contraatacó en vísperas de la cumbre que, entre otras medidas, quiere sacar adelante estímulos contra el paro juvenil. “Hay competencias que no son propias de la Comisión; son responsabilidad de los países miembros. El empleo es una de ellas. Son las capitales quienes más pueden hacer ahí, y llevan años mirando hacia otro lado, sin hacer nada”, explicó el miércoles a un grupo de corresponsales una alta fuente de Bruselas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.