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Maduro pide con urgencia alimentos y energía a Argentina, Uruguay y Brasil

El líder venezolano pretende emprender una "revolución agroalimentaria" en su país

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lo había dejado bien claro antes de comenzar el pasado martes su gira de tres días por Uruguay, Argentina y Brasil. Uno de sus principales objetivos del viaje por sus socios de Mercosur era asegurarse reservas de alimentos para enfrentar la escasez que sufre su país. Después de verse con sus pares, el uruguayo José Mujica, la argentina Cristina Fernández de Kirchner y la brasileña Dilma Rousseff, Maduro se ha llevado la promesa de más abastecimiento de comida y de cooperación técnica para mejorar la alicaída producción venezolana.

El indicador de escasez que elabora el Banco Central venezolano a partir de la ausencia de bienes en los comercios subió el mes pasado al 21,3%, un nivel cuatro veces superior al normal en ese país y similar al que había en 2007, cuando el entonces presidente, Hugo Chávez, sufrió su única derrota electoral, en un referendo para reformar la Constitución. Se registra un alto desabastecimiento en alimentos típicos de la dieta venezolana y cuyos precios se encuentran regulados por el Estado, como las harinas de trigo y maíz, aceites, azúcar y leche en polvo. En los comercios, donde a veces se acumulan largas colas de clientes en busca de abastecerse, también pueden faltar pollo, servilletas o papel higiénico.

Maduro reconoce la escasez y le encuentra varias explicaciones: “Hemos tenido problemas de abastecimiento severos. Hay problemas de abastecimiento producto de varios factores. Uno de ellos, sabotaje económico”. Venezuela lleva una década controlando precios, costes de las empresas y compras de divisas para importaciones. El legislador opositor Leopoldo López, que también viajó a Uruguay y Argentina en paralelo a Maduro para denunciar el supuesto fraude de las elecciones presidenciales de su país el pasado 14 de abril, declaró a la agencia Reuters en Buenos Aires que otras razones han provocado el desabastecimiento: "El Gobierno ha causado una destrucción de la producción nacional. Por eso hay escasez. Pero para ellos siempre hay un culpable de sabotaje: la CIA, invasores, el imperialismo".

En Brasilia, Maduro pidió también apoyo para emprender una revolución “agroalimentaria y anunció que su país iba a ensayar “nuevos modelos, fórmulas y métodos productivos con la ayuda de Brasil, para aprender de sus técnicas de siembra, de seguimiento, gestión y riego”. En 2007, Chávez había intentado algo similar con el llamado rey de la soja de Argentina, el empresario Gustavo Grobocopatel, pero a los dos años terminó retirándose de Venezuela por presuntas trabas burocráticas. Chávez inició en su momento una reforma agraria y en la actualidad Venezuela es uno de los pocos países latinoamericanos donde los pequeños campesinos apoyan al gobierno de turno.

El presidente de Venezuela dijo que su país sufrió una “amputación de su cultura productiva en el campo” cuando hace un siglo descubrió el petróleo y prometió que su gobierno la recuperará. Pero en el corto plazo el país caribeño buscará en Brasil una fuente de mayores importaciones de azúcar y carnes vacuna y aviar. A cambio, el gigante sudamericano prevé elevar sus compras de urea, usada como fertilizante, y coque, utilizado por la industria del cemento y la cerámica. Ambos productos serán elaborados en Venezuela por empresas brasileñas. Los gobiernos chavistas siempre han buscado acuerdos que equilibren los intercambios comerciales.

En su declaración tras reunirse con Maduro, la presidenta brasileña centró sus palabras en la importancia de Brasil y Venezuela en el “crecimiento económico de la región, la inclusión social y, sobretodo, en el fortalecimiento de la democracia”. El presidente venezolano, por su parte, hizo un elogio sin matices de su Gobierno, que contrastaba con las peticiones de ayuda para resolver los graves problemas que lo afectan. “Hemos construido un sistema electoral casi perfecto. Nuestro país es un país profundamente democrático, con un sistema moderno, avanzado y confiable”, dijo, mientras fuera del Palacio del Planalto, grupos de manifestantes demostraban su disgusto por el encuentro.

Maduro se deshizo en elogios también hacia el expresidente Lula da Silva, con quien se reunió antes de encontrarse con Rousseff . El presidente venezolano lo llamó “padre”, mientras este lo calificaba de “hijo de Chávez”. “Hoy hemos encontrado al compañero Lula que nos ha dado un baño de sabiduría. Pasó una hora dándonos consejos sacados de su experiencia”, dijo Maduro, aunque no relevó que recomendaciones fueron esas. El encuentro de ambos en la embajada de Venezuela en Brasilia se extendió por casi dos horas, las que Dilma estuvo esperando para la ceremonia oficial lo que hizo ironizar al diario Folha de São Paulo sobre el supuesto secuestro de Lula.

El presidente de Venezuela también lanzó un S.O.S. para que su país pueda afrontar la crisis energética que provoca cortes del suministro eléctrico en el país. Sin embargo, el asesor de la Presidencia de la República de Brasil para Asuntos Internacionales, Aurélio García quiso puntualizar: “Venezuela tiene gas, tiene petróleo, no debería sufrir falta de abastecimiento de energía”. Y añadió: “Los problemas que están ocurriendo en aquel país debe ser más bien debidos a la distribución y a la manutención de equipamientos”. El Gobierno de Rousseff enviará técnicos para colaborar con el de Maduro ante los apagones, un problema que Brasil sufrió en la década pasada.

Con Argentina y Uruguay, anteriores etapas del viaje de Maduro, funciona ya el esquema de petróleo por alimentos, que se profundizará. También se firmaron diversos acuerdos de cooperación industrial y tecnológica. Los Gobierno de Maduro y de Cristina Fernández de Kirchner firmaron el miércoles en Buenos Aires un memorando para habilitar a industrias cárnicas argentinas en la exportación al país caribeño. "Hemos hecho un conjunto de convenios para garantizar, fortalecer y retomar otra vez las reservas alimentarias. Nos hemos planteado la meta de una reserva alimentaria de productos fundamentales para tres meses", expuso Maduro en un discurso en la Casa Rosada (sede del Gobierno argentino).

El martes, en Montevideo, la empresa uruguaya Aire Fresco acordó con el Ministerio para la Alimentación venezolano que estudiará la factibilidad de venderle carnes vacuna y aviar, cereales y lácteos. Maduro calificó la leche uruguaya como una de las mejores del mundo.

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