Schäuble propone la elección directa del presidente de la Comisión Europea
El ministro de Hacienda alemán participa en los debates del Instituto Berggruen
El ministro de Hacienda alemán, el democristiano Wolfgang Schäuble, propuso el martes que los ciudadanos europeos voten al presidente de la Comisión. Abriendo el ciclo de conferencias sobre el futuro de Europa organizado en Berlín por el Instituto Berggruen de Gobernanza, Schäuble sostuvo que esta elección estimularía la implicación de los europeos en el proceso democrático, como sucede en EE UU. La figura de un jefe del Ejecutivo legitimado por unas elecciones facilitaría además, según explicó, la transferencia de competencias a Europa.
Schäuble debatió sobre los problemas europeos con su homólogo francés, el socialista Pierre Moscovici, con quien se reuniría después en privado para preparar la conferencia del Eurogrupo este miércoles. En una rueda de prensa conjunta, ambos ministros anunciaron que persiguen “una solución completa” para Grecia. Rehusaron entrar en detalles de dinero o de plazos, pero señalaron el 12 de noviembre como fecha para un acuerdo. Ese día, la troika de acreedores presentará su informe sobre Grecia.
La demostración de unidad franco-alemana llega en un período de disenso entre ambos socios, al que ambos ministros se refirieron en la mesa de conferencias que compartían como el presidente del Parlamento Europeo, el alemán Martin Schulz, y el jefe de la Organización Mundial del Comercio, el francés Pascal Lamy. La propuesta de elecciones planteada por Schäuble sigue la línea maximalista marcada por Alemania en favor de la integración política y fiscal de Europa. Moscovici, por su parte, defendió la idea de “integración solidaria” que propugna el presidente francés François Hollande. Según Moscovici, lo “principal es resolver los problemas urgentes de la Eurozona”, es decir, los de Grecia y España, para lo cual “hay que construir la unión bancaria”. Esto permitiría volver a la calma para “recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones”. Entonces se podrá avanzar hacia la unión política. Estas diferencias entre Alemania y Francia marcaron la cumbre de octubre. La unión bancaria se retrasó hasta 2014 a instancias de Merkel. Con ella, la posibilidad de la recapitalización de los bancos españoles con fondos europeos.
Moscovici acercó sus posiciones a las de Schäuble respecto a los controles presupuestarios europeos. El alemán propuso este mes que se otorguen más competencias al comisario europeo de Economía para que pueda intervenir los presupuestos de los socios que no cumplan los criterios de estabilidad europeos. Moscovici recordó la propuesta de Hollande para que este control quede en manos del presidente del Eurogrupo.
La charla de los ministros fue la primera de una serie de debates. También participaron el candidato socialdemócrata a la Cancillería, Peer Steinbrück (SPD) y políticos veteranos como Felipe González, el exministro de Exteriores alemán Joschka Fischer o el excanciller Helmut Schmidt.
Un proyecto de Unión para el siglo XXII
El viejo canciller Helmut Schmidt es una de las figuras públicas más apreciadas por los ciudadanos alemanes de todas las edades. Los organizadores de las conferencias en el Instituto Berggruen de Gobernanza lograron su participación para apadrinar la jornada del martes y para conversar públicamente con el expresidente del Banco Central Europeo (BCE), el septuagenario Jean-Claude Trichet.
Entre los dos suman más de 160 años. Cuando Schmidt subía al estrado se extendió una calma expectante entre el público de periodistas, personalidades y universitarios.
Una estudiante, ávida como todos de comprobar si tanta veteranía alcanza para esclarecer mínimamente la crisis europea, le preguntó a Schmidt “qué pueden hacer los jóvenes” por el proyecto europeo.
“Tendréis que esforzaros”, respondió el excanciller alemán. Y expuso su visión de un siglo XXI de avances en la integración “convenciendo a los vecinos de la izquierda y después, a los de la derecha”. Aunque “sin llegar a los Estados Unidos de Europa, porque eso ya es cosa del siglo XXII”.
Moderó el diálogo Nicolas Berggruen, organizador del evento e inversor internacional con participación en el Grupo PRISA, editor del diario El PAÍS.
Compartir estrado con un exbanquero y con un inversor global no le impidió al veterano Schmidt asegurar en sus primeras frases que “la industria financiera cometió errores” que desembocaron en la crisis actual: “no fue la industria del automóvil, ni la del acero, sino la industria financiera. Punto”. El canciller Schmidt cosechó en ese punto de su intervención los aplausos más calurosos de la jornada.
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