El escándalo del servicio secreto de EE UU desata una crisis de seguridad
Agentes secretos y militares estuvieron con 20 prostitutas en la Cumbre de las Américas
El escándalo de prostitución durante la Cumbre de las Américas en Cartagena de Indias (Colombia), que afecta tanto a miembros del Servicio Secreto de Barack Obama como a personal militar, crece en importancia cada día que pasa y ya ha dado como resultado la salida de tres de los implicados. Uno de los agentes ha presentado su dimisión, otro va a ser despedido y un último va a retirarse. "Aunque la investigación se encuentra en su etapa inicial, y aún está en marcha, tres de los individuos involucrados se separarán de la agencia o están en proceso de hacerlo", ha anunciado el subdirector de la Oficina de Asuntos Públicos y Gubernamentales del Servicio Secreto, Paul Morrissey.
El incidente pone además de manifiesto cómo la seguridad del presidente pudo estar en entredicho durante su estancia el fin de semana de la cumbre por mucho que el director del Servicio Secreto, Mark Sullivan, insista en que no fue así.
“Esto podría haber sido desastroso”, ha declarado Pete King, presidente del Comité de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes. Para el congresista republicano, los agentes de seguridad que son la sombra del presidente han tenido suerte en esta ocasión. “Si esas mujeres hubieran estado trabajando para una organización terrorista o cualquier otro grupo antiestadounidense hubieran tenido acceso a información muy sensible sobre el presidente mientras estaban en la habitación de los agentes”, declaró King, quien es uno de los congresistas con los que el director del Servicio Secreto despacha a diario sobre el desarrollo de la investigación.
Hasta el momento, 11 agentes del Servicio Secreto y entre 10 y 12 militares —en principio se habló de cinco— están involucrados en el escándalo. El lunes, un grupo de investigadores estadounidenses del Pentágono —que incluye a un coronel— y del Servicio Secreto viajó hasta Colombia para localizar y entrevistar a las más de 20 mujeres que se cree pasaron la noche con los hombres de Obama. La agencia es conocedora de la identidad de esas mujeres debido a que para acceder al hotel donde se hospedaba la comitiva del presidente debían de presentar una identificación en la recepción.
La guardia pretoriana de Obama es más que hombres que ejercen como escoltas. Los hombres que juran proteger con su propia vida la del presidente y su familia conocen al detalle cada movimiento de aquel. Son un grupo de élite en cuya memoria, por ejemplo, están los horarios del presidente; la ubicación del helicóptero (Marine One) que le trasladará de un lugar a otro; la situación de los francotiradores que cubrirán sus espaldas –de hecho, uno de los implicados en el escándalo forma parte de este último grupo-; la exacta habitación de un hotel en la que Obama pasará la noche…
Un dato por el que Obama hizo historia dentro del Servicio Secreto es el hecho de que su protección empezó en 2007, antes de ser presidente, cuando era senador por Illinois y aspiraba a la Casa Blanca, debido al temor doble a que sufriera un atentado por parte de supremacistas blancos o Al Qaeda.
Según ha informado el congresista King, algunos de los investigados reconocen que estuvieron con prostitutas antes de la llegada la semana pasada de Obama a Colombia cuando preparaban el terreno para la visita del presidente. Otros no. “Prostitutas o no, llevar a un extranjero a una zona de seguridad para el presidente es siempre un problema” ha declarado King.
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