Chávez rompe relaciones diplomáticas con Colombia y pone en alerta la frontera
Bogotá presenta en la OEA las pruebas de la presencia de las FARC en Venezuela
Una vez más, el Gobierno de Venezuela ha roto relaciones diplomáticas con su vecino de Colombia y ha ordenado establecer un estado de "alerta máxima" en la frontera común. El presidente Hugo Chávez ni siquiera esperó a que terminara la sesión especial del Consejo de Seguridad de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde Bogotá mostró pruebas de la presencia en Venezuela de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), para anunciar su decisión. "No nos queda, por dignidad, sino romper totalmente las relaciones diplomáticas con la hermana Colombia y eso me produce una lágrima en el corazón. Espero que se imponga la racionalidad en la Colombia que piensa", dijo Chávez ayer desde el Palacio de Miraflores, mientras le daba la bienvenida al seleccionador de Argentina, Diego Armando Maradona.
Chávez ya había anunciado la semana pasada que rompería todo vínculo diplomático con Colombia si el presidente Álvaro Uribe insistía en sus denuncias acerca de la presunta colaboración de su Administración con los rebeldes colombianos. Ayer repetió que todo el pleito no es sino producto del odio de Uribe contra su revolución. "Uribe es capaz de mandar a montar un campamento simulado en territorio venezolano para generar una guerra entre Colombia y Venezuela", afirmó el presidente venezolano sobre los vídeos y fotografías mostradas ayer en la OEA.
Las tensiones entre Bogotá y Caracas han sido constantes desde 2005. Desde entonces ambos Gobiernos han llamado a consultas a sus embajadores y suspendido sus relaciones en tres ocasiones. La última de estas crisis ocurrió en agosto de 2009, cuando Chávez ordenó incluso la ruptura del intercambio comercial por estar en desacuerdo con la firma, por parte de Bogotá, de un acuerdo que permite al Ejército de EE UU utilizar bases militares colombianas.
Antes de que Chávez hiciera su anuncio, el Gobierno de Bogotá había presentado en la sede de la OEA en Washington pruebas de la presencia de 1.500 guerrilleros de las FARC en al menos 87 campamentos situados en suelo venezolano, desde los que se han lanzado los últimos ataques terroristas en contra de objetivos gubernamentales colombianos. Colombia exigió acto seguido la colaboración de Venezuela para acabar con las guerrillas y pidió la creación de una comisión internacional de verificación, en la que participen la propia OEA y la ONU, que envíe observadores a esos campamentos.
En una tormentosa comparecencia de casi tres horas, el embajador colombiano ante la OEA, Luis Alfonso Hoyos, presentó fragmentos de vídeos, fotografías y mapas que, según él, demuestran la existencia de esos refugios terroristas en Venezuela. Esas pruebas gráficas provienen de diversas fuentes, principalmente de 20 terroristas desmovilizados y de un ordenador requisado al líder de la guerrilla Jaime Manuel Lara, alias Canaguaro, durante un enfrentamiento en Los Montes de María, al norte de Colombia.
"Si dicen que eso no es territorio venezolano, entonces debe ser porque Venezuela renunció a la soberanía sobre ese territorio", dijo. El embajador explicó que en esos campamentos se preparan los explosivos que se han usado en los últimos ataques de las FARC y que en ellos se entrena también a futuros guerrilleros. "Si allá solo hay una escuelita y humildes campesinos, no tendrán problema en que una comisión internacional verifique si lo que denuncia Colombia no es cierto", añadió.
Colombia no pidió ninguna sanción de la OEA contra Venezuela, un país al que Hoyos se refirió en reiteradas ocasiones como "un hermano". Pidiendo la colaboración de Caracas en la lucha contra el terrorismo de las FARC, que afecta a Colombia desde los años sesenta, Hoyos repitió, en referencia a la obra del escritor colombiano Gabriel García Márquez: "Con cien años de soledad ya hemos tenido suficiente". Aun así, auguró que su Gobierno solo encontraría "el insulto" y "la burla" de Venezuela. Su petición llegaba exactamente 18 días antes de que el presidente Uribe le dé el relevo a su delfín y ganador de las pasadas elecciones presidenciales colombianas, Juan Manuel Santos.
En su turno de respuesta, Venezuela desestimó las pruebas presentadas por Colombia. El embajador de aquel país, Roy Chaderton, se burló de Uribe llamándole "su majestad subimperial" y le dijo a su homólogo colombiano: "Ahora cuénteme una de vaqueros". Rechazó la comisión que exigió Hoyos y propuso "una visita a las siete bases militares estadounidenses en Colombia".
Ecuador, cuyo actual Gobierno se considera aliado de Chávez, intentó boicotear la reunión de ayer hasta el último instante. Era precisamente un ecuatoriano, el presidente del Consejo Permanente de la OEA Francisco Proaño, quien debía convocar la reunión. Según reveló, Quito le conminó a evitar que Colombia presentara sus alegaciones, algo que contravenía las normas de la OEA. Finalmente dimitió, dejando su puesto al salvadoreño Joaquín Maza, que permitió la celebración de la sesión. El pasado 16 de julio, Venezuela llamó a consultas a su embajador en Bogotá, una decisión que ayer tomó Colombia.
Venezuela da 72 horas al personal de la Embajada de Colombia para salir del país
El ministro de Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado hoy que "dio 72 horas" al personal de la Embajada de Colombia en Caracas para que abandone el país y que ordenó el "cierre" de la legación diplomática venezolana en Bogotá.
"Nuestro embajador se encuentra ya en Caracas, se han dado las órdenes para cerrar la Embajada en Bogotá, y hemos dado 72 horas para que se cierre la Embajada" colombiana en Caracas, ha declarado Maduro a los periodistas desde la sede la cancillería venezolana.
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