Retirada con la mente en África

En los medios políticos y periodísticos brasileños, y hasta en la calle, hay una gran fiebre por saber lo que el actual presidente de la República, el ex tornero Luiz Inácio Lula da Silva, hará cuando el 1 de enero de 2011 pase el fajín con los colores de Brasil a su sucesor. Según las últimas informaciones del columnista político del diario O Globo Ilimar Franco Lula va a dedicar su tiempo a desarrollar proyectos para los países africanos. Y le gustaría hacerlo en colaboración con el presidente estadounidense, Barack Obama.

El jefe del Ejecutivo brasileño ha conversado ya sobre este asunto con Obama y con el primer ministro de Japón, Taro Aso. La propuesta que Lula le presentó al mandatario estadounidense es la de llevar a cabo acciones conjuntas para tratar de sacar a África de sus dramas atávicos y de los problemas actuales, sobre todo en el campo de la lucha al hambre.

El ex sindicalista brasileño habría aprovechado la última reunión del G-8 desarrollada en la ciudad de L'Aquila (Italia) el pasado mes de julio, para conversar con el canciller japonés sobre el problema concreto de poner en marcha un proyecto agrícola para Mozambique.

Mientras pone sus ojos en los problemas africanos a los que desea dedicarse por lo menos hasta que un día -podría ser ya en 2014- vuelva a presentarse a unas elecciones presidenciales, Lula ha descartado aceptar la idea de la Casa Blanca de que sea el próximo presidente del Banco Mundial, cargo que quedará vacante cuando el mandatario brasileño deje su puesto.

Lula se sintió meses atrás halagado con el sondeo que mandó hacer la diplomacia estadounidense para hacerle saber al presidente brasileño que Obama lo querría para dirigir el Banco Mundial, que, de ese modo, estaría por primera vez en manos de un ex sindicalista. El inquilino de la Casa Blanca desea dar a este organismo un carácter más social y menos economicista y financiero. Por ello, había pensado en el popular político brasileño, al que suele elogiar tanto en público como en privado.

Lula ha agradecido y ha zanjado la cuestión con estas palabras: "¿Es que ustedes me imaginan a mí convertido en un banquero y viviendo en Washington?". Y para que quedase aún más claro que no es ése el camino que le interesa para su futuro próximo, ha dejado caer su deseo de interesarse por los problemas de África.

El presidente brasileño ha descartado de forma definitiva la posibilidad de optar a un tercer mandato a pesar de su altísima popularidad, con un consenso nacional del 83%, ya que no pretende forzar una enmienda constitucional que le permita presentarse a las elecciones de 2010. Por ello, hablando de su futuro, Lula siempre ha admitido que seguirá interesándose "por los problemas políticos", y hasta ha bromeado al afirmar que no piensa recorrer el mundo dando conferencias, porque él dice no es un intelectual ni un catedrático, ya que ha cursado sólo los estudios básicos. El mandatario brasileño suele decir que su verdadera visión política se la han dado las vicisitudes de la vida misma.