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Primera expropiación de una gran hacienda brasileña por esclavitud

El Gobierno gana una importante batalla contra la explotación en los latifundios

Juan Arias

El Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra) de Brasil, perteneciente al Gobierno, ha ganado una batalla histórica: por primera vez desde que la esclavitud fue abolida en el país, en 1888, ha conseguido expropiar una gran hacienda -de 10.000 hectáreas- debido a la acusación de que sus propietarios mantenían en ella trabajadores en estado de esclavitud.

La decisión de la expropiación se produjo después de que se descubriera que en ella trabajaban 82 personas en condiciones de verdadera esclavitud y fue tomada por el propio presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, ya en 2004. Sin embargo, la familia Mutran, propietaria de la finca, había conseguido prorrogar la ejecución de la expropiación a través de mil subterfugios jurídicos.

La hacienda Cabaceiras se encuentra ubicada en Marabá, en el Estado de Pará, y pertenece a una de las familias más tradicionales del territorio. Para el diputado Tarcísio Zimmermann, del Partido de los Trabajadores (PT), la decisión supone un gran avance y un precedente importante para el futuro. Para el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST), cuyos miembros llevaban mucho tiempo ocupando aquel territorio, que además consideran improductivo, se ha tratado de una verdadera conquista. También la Iglesia católica, a través de la Comisión de la Pastoral de la Tierra (CPT), un órgano de la Conferencia Episcopal, ha considerado la victoria del Incra como un "marco histórico", que podrá influir en casos similares.

Para entender la importancia de la batalla ganada por el Incra basta recordar que el Parlamento brasileño ya tiene en estudio un proyecto de ley pidiendo que todas las haciendas donde el Ministerio del Trabajo encuentre personas tratadas como esclavas sean automáticamente expropiadas. El proyecto está parado por las presiones del lobby llamado ruralista, que defiende a los grandes terratenientes.

Según datos del Ministerio del Trabajo, hasta hoy han sido rescatadas 24.000 personas que trabajaban en las fincas de los grandes productores en un estado muy semejante al de la esclavitud: dormían hacinados como el ganado, les obligaban a gastar en comida más de lo que teóricamente hubieran ganado y corrían el riesgo de ser fusilados si intentaban huir, como ha sucedido en cientos de casos.

Se calcula que unos 25.000 trabajadores brasileños aún están en ese estado semejante al de la antigua esclavitud. El Estado del que ha sido rescatado el mayor número de dichos trabajadores es el de Pará, donde 12.000 jornaleros han sido liberados.

Jornaleros brasileños son transportados en un camión de ganado a la hacienda donde trabajan.
Jornaleros brasileños son transportados en un camión de ganado a la hacienda donde trabajan.João Roberto Ripper

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