Bolivia denuncia que la UE ha dejado "en coma" a la Comunidad Andina
La Paz reacciona contra la negociación de la UE con Perú, Colombia y Ecuador
La Comunidad Andina de Naciones (CAN) se encuentra "en estado de coma" debido a que la Unión Europea incumple su "compromiso de llevar adelante un acuerdo de bloque a bloque", aseguró en La Paz el viceministro boliviano de Comercio Exterior, Pablo Guzmán, al anunciar acciones ante el Parlamento de la UE para que se respeten acuerdos previos.
El comienzo de negociaciones comerciales bilaterales entre la UE y los socios andinos de Bolivia, Colombia, Perú y, en las últimas horas, Ecuador, en Bruselas conmocionó al Gobierno del presidente Evo Morales, pese a que días antes llamó a la reflexión a sus colegas andinos para respetar los acuerdos de Guayaquil y ser honrados con sus pueblos. Sus colaboradores han reaccionado con indignación.
Bolivia "exige que la Unión Europea honre su compromiso de llevar adelante un acuerdo de asociación de bloque. No puede ser que funcionarios de segundo nivel tomen decisiones y rompan todos los acuerdos que ha firmado la UE con nosotros", dijo a la prensa el viceministro de Comercio Exterior.
Guzmán acusó a la comisaria Benita Ferrero de "desobedecer su mandato" y "desconocer un acuerdo formal asumido con la CAN" para buscar el desarrollo de la integración andina, el proceso más antiguo de la región que comenzó en junio de 1969 emulando la integración europea.
La CAN y la UE negocian, desde junio de 2007, un acuerdo de asociación en las áreas de comercio, cooperación y política. El avance ha sido muy lento debido esencialmente a las discrepancias en el seno de la CAN, principalmente debido a que Bolivia se opone a incluir asuntos como la propiedad intelectual, el manejo de servicios básicos y a algunas exigencias de la UE para penetrar en los mercados andinos.
"Hemos hecho muchos esfuerzos en los últimos dos años para tratar de promover la integración" entre las dos regiones (CAN-UE) "y si ahora se abre una negociación país por país no es para destruir la CAN", declaró al matutino La Razón el jefe de la delegación de la Comisión Europea, Kenneth Bell.
Fuera de los círculos gubernamentales, en Bolivia existe una gran preocupación, tanto por el fuerte debilitamiento de la CAN, como por el hecho de que Bolivia queda cada vez más aislada de los mercados del viejo continente, donde ha estado colocando la mayor parte de su producción no tradicional en las últimas décadas.
Los empresarios privados temen que la exclusión de Bolivia en las negociaciones bilaterales les obligue en el futuro a incorporarse y sumarse a los acuerdos existentes con los otros tres países andinos. En coincidencia con los empresarios, parlamentarios opositores creen que la prioridad que el Gobierno asigna a asuntos políticos y no a los económicos afectará gravemente a la producción y al empleo en todo el país.
Los países andinos se han constituido en los principales mercados para la producción agrícola boliviana, especialmente soja y sus derivados, dentro del régimen arancelario propio de la CAN. "Acabamos de perder el mercado estadounidense debido a la suspensión de las preferencias arancelarias otorgadas por Estados Unidos dentro de la cooperación de la lucha antidroga y nuestra esperanza estaba depositada en la Unión Europea", declaró en Cochabamba el diputado opositor Edwin Jiménez. El cierre del mercado estadounidense a productos artesanales, principalmente de la conflictiva ciudad de El Alto -joyería, madera y manufacturas-, representará la pérdida de unos 20.000 puestos directos de trabajo, según el cálculo oficial.
Bolivia es uno de los países con mayor índice de pobreza en la región. Un informe del PNUD señala que cerca de 160.000 personas se sumaron a los pobres el pasado año. Se calcula que seis millones, de los poco más de nueve millones de habitantes, se encuentran en pobreza, el 60% en el umbral de la pobreza y el 38% en pobreza extrema, con ingresos equivalentes a un dólar por día.
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