Uribe se reunirá mañana en Cali con los líderes indígenas
La izquierda responsabiliza al presidente del espionaje a opositores
Una llamada de cinco minutos el jueves por la tarde del presidente colombiano, Álvaro Uribe, al líder indígena Daniel Piñacué terminó en acuerdo: se reunirán mañana, como quería el primero, y en Cali, como pedían los indígenas que participan en una marcha de protesta desde el pasado martes rumbo a esa ciudad del suroeste del país. Uribe los invitó a deliberar "con sentido de hermandad". "Vamos a fumar la pipa de la paz", dijo Piñacué. "Tendremos un debate franco, abierto al país y al mundo".
Desde un comienzo, los aborígenes, que se declararon en minga (reunión) de resistencia el pasado 12 de octubre, habían exigido la presencia de Uribe. Él se había negado, alegando que detrás de la protesta se escondía el terrorismo. Incluso había pedido a la fiscalía que investigara a Piñacué. Este líder ordenó el juicio y el castigo ?según las leyes nativas? con ocho latigazos a un soldado, vestido de civil, que apareció en medio de la protesta.
Los indígenas están esperanzados con el encuentro, que se celebrará por la mañana, en la sede de la universidad pública más importante de Cali. "Por años nos hemos sentado con funcionarios que están por debajo del presidente, hemos llegado a acuerdos, pero no han pasado del papel, de promesas".
Peticiones indígenas
La agenda de los indígenas incluye la entrega de tierras prometidas desde hace años, el rechazo al código de minas, el estatuto rural y los planes del agua, aprobados sin consultarlos. Piden, además, la investigación y castigo de miles de crímenes contra las comunidades nativas y la aprobación del Derecho de los Pueblos Indígenas.
El cambio de posición de Uribe se dio un día después de reconocer que el Gobierno ha usado armas de fuego en el control de la protesta, en la que se han producido tres muertes. La marcha de decenas de miles de indígenas cubría ayer más de 10 kilómetros de la carretera Panamericana.
Posible espionaje
Por otra parte, la coalición de izquierda Polo Democrático Alternativo responsabilizó ayer a Uribe del espionaje a miembros de su partido. "La orden de hacer los seguimientos tiene que haberla dado el presidente", dijo ayer Carlos Bula, líder de la formación opositora. El escándalo ha costado el cargo a María del Pilar Hurtado, directora del Das, el máximo organismo de inteligencia del Estado.
Según la versión oficial, un funcionario de rango medio ordenó por cuenta propia a los jefes regionales de todo el país, seguirle los pasos al senador Gustavo Petro y a otros miembros de la izquierda democrática. Hurtado insistió hasta el final que ni ella, ni nadie superior había dado la orden. Y presentó su renuencia como un acto de dignidad. Uribe, que ha negado las acusaciones, aseguró ayer que detrás de todo "hay un ánimo de hacerle daño al Gobierno".
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